Una pequeña isla en medio del mediterráneo, libre de aglomeraciones y con un ritmo de vida tranquilo, en un entorno rural, con una oferta variada de pasatiempos y una gastronomía deliciosa. Hablamos de Gozo: el lugar perfecto donde pasar unas vacaciones renovadoras y cargar las pilas para volver a enfrentarse a la rutina.
Aunque Gozo pertenece al archipiélago maltés, es totalmente diferente a las islas que lo forman (Malta y Comino): es la mediana en cuanto a tamaño y ofrece un entrono puramente verde y rural. La opción más rápida para llegar es coger un ferry desde Malta y en unos 20 minutos llegar para disfrutar de todo lo que ofrece este pequeño paraíso.
Es tan grande el atractivo natural de Gozo que incluso Homero se inspiró en la isla para escribir un pasaje de La Odisea. Su otro nombre es “La isla de Calipso” porque es el lugar donde la ninfa Calipso sedujo y retuvo a Ulises durante siete años. Quizás te pase lo mismo, porque en Gozo se pueden hacer muchos más planes de los que te imaginas. Aunque es recomendable pasar alguna noche en la isla, en un día tienes suficiente para verla si estás haciendo una ruta por el archipiélago.
Historia, cultura y naturaleza: una tentadora combinación
Hay opciones para todos los gustos. Los turistas más culturales no se pueden perder los principales atractivos de la isla. Empezando por la capital, Victoria, más conocida por los locales como Rabat. Lo más destacado son la Ciudadela, construida en la época medieval y poblada por los Caballeros de la Orden; la Catedral de la Asunción, el Museo Natural y Republic Street, la avenida comercial más importante. En la visita a Gozo, como es una isla muy católica, uno no se puede olvidar de visitar alguna de sus iglesias, como la Basílica de Ta’Pinu, un importante centro de peregrinación.
También es imprescindible visitar los Templos de Ggantija, la construcción más antigua del mundo, datada entre 3600 y 3200 a.C. Se trata de unos monumentos megalíticos declarados Patrimonio de la Humanidad que se construyeron en honor a la diosa de la fertilidad.
Para los amantes de la naturaleza, en Gozo se encuentra la Ventana Azul, una singular roca que ha sido el símbolo de Malta durante años. Una tormenta la destruyó en 2017, pero los turistas siguen visitando la zona por la belleza natural del lugar. Otra roca famosa, sobre todo para los fans de Juego de Tronos, es Fungus Rock, porque ahí se rodó la boda entre Khaleesi y Khal Drogo.
Gozo también es uno de los mejores destinos del Mediterráneo donde practicar buceo. Hay muchos pecios de interés y enclaves donde hacer inmersiones, como Dwejra, Mgarr ix-Xini, Ta’Cenc y Xlendi. Sus impresionantes aguas de azul intenso tienen una gran visibilidad y son ideales para bañarse también. Destacan la Cala Xlendi, una pequeña bahía con ambiente animado donde disfrutar del clima maltés, la playa de San Blas y Ramla Bay, famosa por sus arenas rojas.
Una isla campestre y de carácter hogareño
La forma de vida de la población está dedicada a la pesca, al pastoreo y a la agricultura, por lo que la gastronomía de la isla es uno de sus reclamos esenciales. Hay cantidad de restaurantes y panaderías tradicionales donde degustar los productos locales. Los platos típicos del país son el conejo guisado en vino y el guiso de pulpo con espaguetis, también destacan el queso y la leche de cabra.
Gozo ha conseguido mantener su esencia rural a pesar del turismo y por eso es conocida por la artesanía, el hilado y el tejido de chaquetas de lana de oveja, la bisutería y joyería de cristales, así como por las cerámicas decorativas. También se pueden encontrar granjas y campos de cultivo por toda la isla, además de un encantador mercado matinal que tiene lugar casi todas las mañanas en Victoria.