Bibliotecas checas, tesoros ocultos

Las bibliotecas más bonitas de la República Checa se sitúan en ubicaciones privilegiadas y en estancias impregnadas de historia donde la cultura pasea entre pliegos y estantes.

Vamos a conocer las cinco más espectaculares, cobijadas en palacios y monasterios, para un próximo viaje a Chequia.

La República Checa reúne algunas de las bibliotecas más bonitas del mundo

No es habitual reservar tiempo en las escapadas para visitar las bibliotecas de los destinos a los que se viaja. Sin embargo, en la República Checa hay que hacer una excepción porque reúne algunas de las bibliotecas más bonitas del mundo. Ante la pregunta de por qué se concentran allí tantos templos del saber, hay una explicación: en la joven Checoslovaquia de 1919, tras la desintegración del Imperio Austro-Húngaro, se aprobó una ley que pretendía divulgar al máximo el idioma checo. Esta ley recogía una norma que señalaba que todas las ciudades debían contar con al menos una biblioteca.

Las cinco bibliotecas más bonitas de Chequia

Aunque en la República Checa existen bibliotecas en edificios vanguardistas, que también son curiosas, nos detendremos sólo en cinco espacios que se pueden considerar los más espectaculares a nivel histórico y artístico.

El monasterio de Strahov guarda muchos secretos bajo su simétrica fachada y sus elegantes torres. En el interior de este cenobio de la orden de los Premonstratenses se conservan –casi como un milagro debido a los incendios, guerras y revoluciones que ha sufrido– estancias magníficas que albergan documentos y obras de artes únicos. Una de esas estancias es la biblioteca de Strahov, compuesta por dos salas unidas por un pasillo que acogen más de 200.000 volúmenes. En la Sala Teológica (siglo XVII), que muestra una bellísima decoración de estuco, se conserva literatura teológica y miles de ediciones de la Biblia. Y en la Sala Filosófica (siglo XVIII), junto a un bello fresco, las estanterías de nogal llegan a rozar el techo. Si te acercas a conocerla en tu próximo viaje a Praga, no dejes de curiosear en el libro de visitas donde aparecen nombres como la princesa María Luisa, mujer de Napoleón, o el almirante Nelson.

El monasterio de Strahov guarda muchos secretos bajo su simétrica fachada y sus elegantes torres

Y ya que vas a una de las bibliotecas más bonitas del mundo, aprovecha también para admirar la pinacoteca del monasterio, cuya colección se considera entre las más valiosas de Europa Central. Si te gusta el cine también pasarás un buen rato reconociendo localizaciones de películas como ‘Desde el infierno’ con Johnny Depp; y Casino Royal, donde James Bond era interpretado por Daniel Craig.

En el segundo mayor conjunto arquitectónica de la capital checa, el Klementinum, se sitúa la que está considerada la biblioteca más bonita del mundo. Este recinto situado en la Ciudad Vieja ocupa dos hectáreas y concentra suficientes atractivos para ser considerado una visita imprescindible de Praga. Entre sus edificios más llamativos está la Torre Astronómica, la Capilla de los Espejos y la Biblioteca Barroca, que es la que más nos interesa en este listado.

Cuando visites la biblioteca del Klementinum hay varios detalles que no te pasarán desapercibidos: los impresionantes globos terráqueos distribuidos por el centro de la sala, las pinturas al fresco de Jan Hiebl y los más de 20.000 volúmenes de teología que duermen en unos estantes apenas iluminados. Sus detalles barrocos, la proliferación de dorados y las columnas helicoidales completan esta hermosa estampa.

Algunas curiosidades: ¿sabías que su libro más pesado alcanza los 70 kilogramos? Es el Gradual de Lobkovic. ¿Y que el más valioso está valorado en mil millones de coronas checas? El Código de Vyšehrad se empleó en 1086 para la coronación de Bratislao II, por lo que incluso se puede considerar una de las joyas de la coronación.

Inscrito en la lista de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, el Palacio Arzobispal de Kromeriz desprende casi tanta magia como sus espectaculares jardines. Todo un derroche de color y de aromas, y motivo más que justificado para visitar este lugar. Además de estar rodeado de belleza natural, el palacio guarda una joya muy preciada en su interior: una biblioteca construida por expreso deseo del obispo Lichtenstein Castelkorn, abierta al público en 1694, y poco después convertida en la biblioteca del Obispado de Olomouc.

En el Klementinum se sitúa la que está considerada la biblioteca más bonita del mundo

Entre los más de 25.000 volúmenes de la biblioteca de Kromeriz se encuentra uno de los libros litúrgicos más antiguos de Chequia: el Sacramento de Kromeriz. Tampoco pasa desapercibida la hermosa encuadernación en piel blanca con los títulos estampados en dorado, y los bonitos globos terráqueos de este templo del saber.

Del monasterio de Broumov hay tantas facetas dignas de destacar que merece la pena que hagas una visita guiada para admirar todo el conjunto. Todo ello sin contar con su bonita biblioteca que alberga unos 17.000 libros. En esta majestuosa estancia repleta de antiguos ejemplares, estilizadas columnas marmoleas, y frescos en el techo, estuvo durante casi doscientos años (siglos XV y XVI) el Codex Gigas o Biblia del Diablo. Además de volúmenes, también tiene, como es habitual en otras bibliotecas, algunos globos terráqueos. Uno de ellos es de 1712 y aún no aparece Australia, aún no se sabía de su existencia.

Tanto como la biblioteca te van a sorprender elementos como la réplica del sudario de Turín, las momias de Vamberk situadas en los subterráneos del monasterio, el fresco gótico de ‘La Adoración de los Reyes Magos’ del campanario, y un fragmento de la Santa Cruz.

Cerca de la ciudad balnearia de Mariánské Lázně se alza el monasterio de Teplá, que fue fundado a finales del siglo XII. En este complejo religioso se oculta una de las mayores bibliotecas de monasterio de la República Checa. Entre sus más de 100.000 volúmenes se encuentran 540 incunables, 1.149 obras manuscritas, entre ellas, 45 códices medievales y el Código de Teplá, datado en el año 1400 y que es la traducción del Nuevo Testamento alemán.

Aunque estéticamente no es tan espectacular como otras bibliotecas incluidas en este listado, sus techos de tonos amarillos con frescos, las balaustradas y los cuidados estantes son el mejor marco para sus miles de libros que parecen decir “léeme”.