El pasado 15 de febrero Lituania anunció sus restricciones COVID-19 para la entrada en el país. Para todos los visitantes de la UE/EEE y de algunos de los países no pertenecientes a la UE (Israel, EE.UU., EAU, Nueva Zelanda, Georgia, Taiwán, Ucrania) ya no es necesario presentar ningún certificado de vacunación, documentación de recuperación o prueba de COVID-19 negativa. Esta medida es una oportunidad para conocer el encanto del país y descubrir sus principales atractivos turísticos sin preocupaciones por las restricciones.
Lugares imprescindibles de Lituania
Lituania, al norte de Europa, ofrece al viajero tanto visitas culturales como reservas naturales en las que perderse. Con una extensión superior a la de sus vecinos Estonia y Letonia, aúna una historia y cultura fascinantes en total sintonía con la naturaleza.
Uno de los principales atractivos culturales del país se encuentra en su capital, Vilna. Se trata del centro histórico de la ciudad, que es considerado uno de los mayores cascos antiguos catalogados por la UNESCO. En él se puede contemplar la riqueza arquitectónica de Lituania, así como el pasado y el presente del país, pues sus edificios medievales y barrocos se entremezclan con edificios más modernos permitiendo al viajero dar un agradable paseo entre sus calles.
Kaunas, la segunda ciudad más importante del país, constituye también otro centro cultural. Declarada ciudad creativa por la UNESCO, la localidad cuenta con un centro histórico y un castillo que el visitante no se puede perder. También merece una visita el monasterio de Pazaislis, ubicado en una península en el embalse de Kaunas, por tratarse de un magnífico ejemplo de la arquitectura barroca de inspiración italiana en el país. Además, Kaunas ha sido elegida Capital Europea de la Cultura y la ciudad acogerá más de 1.000 eventos diferentes, como festivales, exposiciones y conciertos, lo que hace aún más interesante la visita a la ciudad.
El Castillo de Trakai permite contemplar la grandeza de la naturaleza de Lituania. Este castillo medieval se encuentra en la localidad de Trakai, entre Vilna y Kaunas, fue construido por el Gran Duque de Lituania en una isla del lago Galvé y se puede visitar accediendo a través de una pasarela sobre el agua.
La Colina de las Cruces es uno de los lugares más curiosos para visitar. El origen de este santuario se remontar a los primeros cristianos de Lituania que comenzaron a clavar cruces en ese monte. Hoy en día el número de cruces asciende a 200.000 siendo cada una de ellas diferente de las otras y haciendo que el paseo entre ellas sea especial.
Por su parte, el esplendor de la naturaleza lituana se puede observar en sus principales reservas naturales declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Estas son: el Istmo de Curlandia y el yacimiento arqueológico de Kernavė, así como la Reserva de la Biosfera de Žuvintas, reconocida por la UNESCO. Los tres lugares permiten conocer el paisaje natural de Lituania formado por la costa del Báltico, colinas, lagos y extensiones de bosques.