Malta se prepara para una de las visitas más esperadas desde que el pasado 2020 se pospusiera el viaje del Papa Francisco al archipiélago maltés por la pandemia. Así, el 2 y 3 de abril el Papa visitará la República de Malta, y con ella será la cuarta vez que las islas reciban al Pontífice romano. Anteriormente lo hicieron Juan Pablo II en 1990 y 2001 y su sucesor, Benedicto XVI, en 2010.
Pero, ¿qué tiene Malta que atrae a tan ilustres personajes? Cuenta la leyenda que fue San Pablo el encargado de extender el culto después de naufragar en sus costas cuando era conducido con otros prisioneros hacia Roma para ser juzgado. Gracias a ello, el catolicismo se implantó en el archipiélago convirtiéndose así en una de las primeras comunidades cristianas en todo el Mediterráneo.
Como lugar de culto, Malta se caracteriza por albergar auténticas joyas religiosas. Con más de 300 iglesias repartidas por todas las islas, este territorio fue uno de los primeros lugares en el mundo en implantarse el catolicismo y cuenta con más de 7000 años de historia a sus espaldas. Las localizaciones que el Papa Francisco visitará no están exentas de monumentos, historia y leyendas religiosas ¿Te gustaría descubrirlas?
Valletta
Declarada Patrimonio de la Humanidad y construida en el siglo XVI por la orden católica de los Caballeros de San Juan, es famosa por sus museos, palacios e iglesias. En sus calles se encuentran un total de 25 iglesias y numerosas esculturas de vírgenes y santos, lo que simboliza el fuerte carácter religioso de la capital.
El Fuerte de San Telmo o el Gran Puerto son algunas paradas imprescindibles en la capital maltesa, pero sin duda, la Concatedral construida por la Orden de Malta en el siglo XVI alberga uno de los mayores tesoros de la isla.“La decapitación de San Juan Bautista”, es la única obra firmada por Caravaggio conservada en el oratorio del templo.
Situada a las afueras de Valletta, se trata de un consejo local maltés. En ella se encuentra La Iglesia Arciprestal de Foriana, dedicada a San Publio, primer obispo de Malta y aquel que acogió a San Pablo cuando naufragó en la isla.
Construida sobre una antigua villa romana, se encuentra Rabat. Famosa por las Catacumbas de San Pablo y los restos arqueológicos del periodo romano, esta localización es conocida por ser el lugar donde se refugiaba el famoso santo y por la cantidad de restos romanos y cristianos que se pueden encontrar. Además de estas imponentes catacumbas, es recomendable visitar la iglesia de San Pablo, que data del siglo XVII y ofrece un estilo barroco que ha sobrevivido al paso del tiempo.
Sin duda alguna, la atemporalidad de la fe se puede observar en cada una de las construcciones religiosas que, con arquitecturas diferentes, han podido llegar hasta nuestros días. Visitar estos lugares es hacer un viaje a través del tiempo.