Instagram es el reflejo de lo mejor de la vida de las personas, un álbum en el que plasman los sueños que alcanzan o los que sueñan con cumplir y les motivan en su día a día. Relais & Châteaux es la suma de muchos hombres y mujeres que se dedican, precisamente, a crear los espacios más bellos, personales y únicos. Son rincones instagrameables, pero también un recuerdo mágico y maravilloso que merece ser exhibido y compartido, reflejo de una vivencia única construida gracias al trabajo de unas personas apasionadas, con un concepto del lujo y la hospitalidad que refleja el espíritu de Relais & Châteaux.
LA SUITE AZUL DE BELA VISTA
El color azul brillante del océano Atlántico protagoniza una de las suites de Bela Vista, en el Algarve portugués. Este hotel boutique, con acceso directo a la inmensa Praia da Rocha, en Portimão, ocupa un palacete familiar de 1918, que en 2011 abrió sus puertas a los viajeros tras una reforma integral. Un proyecto contemporáneo con matices del pasado (azulejos típicos, techos de madera, objetos de época…) «que entremezcla historia y romanticismo», en palabras de su maitre de maison, Gonçalo Narciso. El homenaje al azul continua en su piscina exterior y en su fabuloso spa, con productos de la marca francesa L’Occitane .
EL SALÓN DE LOS ESPEJOS DE HERITAGE
El hotel Heritage, en el madrileño barrio de Salamanca, ocupa un emblemático edificio de principios del siglo XX, reformado durante los años de la Belle Époque e íntegramente decorado por Lorenzo Castillo. Vestido con una colección de antigüedades y obras de arte, el establecimiento esconde espacios de película: entre ellos,
El Salón de los Espejos, situado en la planta baja, entre el restaurante y el hall, y con techo acristalado. Unas tapicerías estilosas, unas paredes de reflejos infinitos y varios toques de vegetación configuran el escenario perfecto para tomar un café o una copa lejos del ritmo frenético de la ciudad.
EL BAÑO DE MAS DE TORRENT
El Hotel & Spa Mas de Torrent, en pleno Ampurdán, recupera el lujo de lo sencillo. Ocupa una masía típica catalana del siglo XVIII que ha sido completamente reformada, conservando su porche con arcos de piedra, su bóveda, sus suelos de terracota y caminos de piedra rodeados de jardines que nos conducen a las habitaciones, luminosas y acogedoras, con muebles de anticuario, tejidos naturales y una paleta de colores tierra, algunas de ellas con piscina privada. Uno de los rincones favoritos de los visitantes es el moderno cuarto de baño, con vistas al jardín a través de sus grandes ventanales y artículos de tocador de producción propia y sostenible.
EL FLOTARIUM DE A QUINTA DA AUGA
El hotel eco-natural de lujo más deseado de Santiago de Compostela se ubica en una fábrica de papel del siglo XVIII, rodeado de un bosque de 10.000 m2 a orillas del rio Sar. Entre sus exclusivas instalaciones destaca su completo spa de techo acristalado, con tratamientos basados en los principios de la medicina tradicional china y ayurvédica y en el uso de productos biológicos. El rincón más especial es su flotarium, un spa privado dedicado al Mar Muerto; en palabras de la familia Lorenzo, «una forma de volver al útero materno» y sentir la gravedad cero con las propiedades curativas y cosméticas de las aguas de este lago salino, conocidas desde la Antigüedad.
EL SOLÁRIUM DE FORTALEZA DO GUINCHO
«Terminar el día con esas vistas es mágico. Saborear un gin-tonic mirando al mar, con la mejor compañía, nos permite estar en plena armonía con la naturaleza. Es algo que no puede describirse ni olvidarse», explica, rememorando los mejores recuerdos de sus afortunados visitantes.
EL ESTANQUE ENCANTADO DE CASA VELHA
El viajero que llega a Funchal siempre queda impresionado por la feroz belleza de su naturaleza. Este hotel, antaño un pabellón de caza, está rodeado por los Jardines del Palheiro, una joya vegetal con árboles que superan los doscientos años. Es famosa su colección de camelias, pero Norberto de Sousa,
resort manager, nos descubre un rinconcito muy especial: «El exquisito estanque de nenúfares rezuma magia y encanto. Es un lugar especial dentro de un sitio absolutamente privilegiado, que nuestros huéspedes pueden visitar libremente y que impregnará el timeline su Instagram de belleza».
EL BEACH HOUSE DE GRAND HOUSE
Este hotel nos transporta a los alocados años de la Belle Époque. Aboga por un lujo natural, luminoso y encaminado a olvidarse de la rutina y desconectar. ¿El mejor sitio para hacerlo? Marita Barth, su directora, lo tiene claro: «Nuestro beach club, con vistas increíbles a la costa española y el rio Guadiana, es el escenario perfecto para celebrar la vida con mayúsculas». Allí es posible tomarse un cóctel al son de la mejor música, probar su deliciosa comida, darse un baño en la piscina infinita y, por supuesto, inmortalizar el momento con una foto que despertará la envidia de todos nuestros followers.
LA CÚPULA DE LOS COROCOROS DE COQUE
Los hermanos Sandoval sienten especial predilección por el salón social de su restaurante Coque. En tonos rojos, verdes y dorados, se remata con una cúpula cuyo diseño es del estudio sevillano La Colorería y representa una manada de corocoros rojos, el ave nacional de Trinidad y Tobago.
«Nuestra primera visita al espacio tuvo lugar un 10 de noviembre por la tarde. Pensábamos que era un sótano y cuando entramos y vimos la cúpula, con una luz tenue y maravillosa, supimos que tenía que ser nuestro nuevo local. Desde entonces, la llamamos la cúpula de la luz», explica Diego, jefe de sala.
LA FACHADA DE LA CASA DE ANCORADOURO
La familia Soares quiso dotar de nueva vida a esta finca del Alentejo, y de sus ruinas levantó seis villas que se yerguen en un océano de viñas que hunden sus raíces en mar rojizo y fértil. Casa do Ancoradouro es muy especial para los Soares. «El suelo de terracota, tan alentejano, lo hizo un maestro artesano de Beringel a partir del original.
La piscina, en el punto más alto de la finca, da la sensación de estar suspendida en el paisaje circundante», nos explican João, Paulo, Rita, João and Maria Antónia desde este punto mágico de Portugal. Producen, por cierto, su propio vino. ¿Qué más se puede pedir para arrasar en Instagram?
LA CHIMENEA DEL SPA DE SON BRULL
Antigua alquería árabe en el siglo XII y monasterio jesuita desde el siglo XVIII, la historia de acogimiento de Son Brull es larga y prosigue hoy gracias a los hermanos Suau, custodios orgullosos de sus tradiciones. Sin perder de vista esta herencia centenaria del lugar, han sabido convertirlo en uno de los mejores hoteles 5 estrellas de Mallorca.
Su spa es un refugio que cura cuerpo y alma, y como ellos mismos nos cuentan, sus huéspedes siempre se interesan por la original chimenea. «Es muy especial, parece invitar a todos a conectar con las viñas que rodean la propiedad y a escuchar el sonido de fondo del agua y la naturaleza».
LA PISCINA DEL PALACIO DE LUCES
Palacio de Luces es el secreto mejor guardado de Asturias. Un palacio del siglo XVI rehabilitado, inmerso en
13.000 m2 de jardines y a solo dos kilómetros del pueblo marinero de Lastres, uno de los más bellos de España. Entre el mar Cantábrico y los Picos de Europa, su entorno natural permite diseñar mil planes de exterior (trecking, surf, pesca…); pero el hotel es tan acogedor que bien merece disfrutar de la estancia, relajarse y dejarse mimar. Su área de bienestar, dotada de saunas, sala de relax, gimnasio y sala de masajes, incluye también esta piscina climatizada azul profundo, protagonista de fotografías inolvidables.
LAS ALBERCAS DE FONTENILLE
El complejo se abastece de su vino, así como de aceite de oliva, miel, frutas, hortalizas y plantas aromáticas propios. Las suites de la finca Torre Vella, que cuentan con dormitorio, amplia sala de estar y baño con bañera, esconden además en la parte trasera una piscina privada perfecta para inmortalizar los mejores recuerdos.
EL COMEDOR DE QUINTA NOVA
El hotel Quinta Nova Winery House, ubicado en una finca del siglo XVIII del valle del Duero, en una tranquila casa solariega con vistas a los viñedos circundantes, ofrece una de las mejores experiencias de enoturismo de Portugal. No en vano, se trata de la casa de la familia Amorim, célebres viticultores de la región. Su hospitalidad se respira en cada rincón del establecimiento, un proyecto cuidadosamente concebido en torno a la enología y la gastronomía slow food. El interiorismo cálido de su restaurante Terracu’s, dirigido por el chef André Carvalho, es el mejor escenario para una cocina basada en los productos de cercanía y en sus vinos propios.
LA MINIPISCINA DE LA SUITE AKELARRE
Cada espacio del Hotel Akelarre, del chef Pedro Subijana, representa el máximo exponente del lujo. Esta espectacular imagen corresponde a la minipiscina climatizada de uso privado (de 5,5 m2) del interior de la suite Akelarre, una habitación de 100 m2 con cama King size con sábanas de lino, equipo de sonido Bang & Olufsen, baño con bañera y ducha efecto lluvia, vestidor y una terraza con ventanales hasta el techo. Este rincón es uno de los preferidos de Oihana Subijana, directora del hotel, «por las vistas inigualables sobre el mar: perfecto para inmortalizar una de las icónicas puestas de sol que ofrece el Cantábrico».
Jemma y Piers se enamoraron de esta antigua atalaya de vigía, construida por los Caballeros Templarios de la Orden de Calatrava a principios del siglo XV. El enclave, antaño testigo de razias y escaramuzas, es hoy una deliciosa masía en la que sus huéspedes encuentran un retiro sensorial. Los propietarios adoran las reuniones en torno a su brasero exterior, que permiten disfrutar de una buena copa aunque la temperatura baje.
«Recuerdo que una vez unos clientes nos dijeron que allí habían probado el mejor gin-tonic de su vida. Venían de hacer una de nuestras rutas, por olivos centenarios con cata de aceites, y fue un broche perfecto».
EL BARCO PRIVADO DE FAUSTINO GRAN
Tres sublimes palacios del centro histórico de Ciudadela y quince hectáreas de pinares junto al mar animan al visitante a dejarse llevar por el lujo mediterráneo y la desconexión. Entre los muchos atractivos de este espacio, su propietario, Laurent Morel, destaca las embarcaciones que ofrecen a sus huéspedes y en concreto, Heloïse, diseñado por Marshal y hecho a medida por Dubourdieu 1800 para ocho pasajeros. «Poder vivir la experiencia única de descubrir y fotografiar la costa desde el mar, y acceder a los paisajes más escondidos y memorables, es un sueño y nos da la foto que nadie tiene y que todos quieren».