¿Por qué quedarse con las estaciones de esquí de siempre y sus masificaciones imposibles cuando hay 39 estaciones alucinantes y autóctonas a la vuelta de la esquina? Cuando puedes sentirte como en los Alpes, Escandinavia o Canadá estando en Peyragudes, en el valle de Barétous, en las crestas del Couret de Plante o en los alrededores del Pico de Issarbe, al lado de casa. Cuando descubres que muy cerca de ti hay espacios nórdicos increíbles como los que ofrecen las estaciones vecinas de Beille o Capcir. Al otro lado de la frontera, el Pirineo francés lo tiene todo: 39 estaciones de esquí de talla humana, sencillas, amigables y bonitas, en estado puro; más de 1000 km de pistas con niveles de nieve épicos y para todos los públicos; precios asequibles y pueblos auténticos. Menos postureo y 15 grandes razones para disfrutar del Pirineo francés.
A la vuelta de la esquina, en el norte de la península entre Aragón, Cataluña, Euskadi y Navarra, en la frontera entre Francia y España, se abre todo un horizonte de posibilidades para los amantes del esquí y la montaña. La vertiente francesa de los Pirineos, con 425 km y apenas 100 km de ancho, alberga nada más y nada menos que 39 estaciones de esquí y montaña en estado puro, inalterables al paso del tiempo. Y es que esquiar en las estaciones del país vecino, nada tiene que ver con deslizarse en otras estaciones del Pirineo. Además de niveles de nieve épicos, el Pirineo francés cuenta con paisajes que cortan el aliento y cada estación brinda su propio encanto.
Las 11 estaciones de culto vecinas a Aragón
Colindantes con el Pirineo Aragonés, en el centro de la cordillera del departamento de Altos Pirineos, hay nada más ni nada menos que once estaciones de vértigo, que cuentan con el récord de precipitaciones en las últimas temporadas, con grosores que superan los 300 cm. Hablamos de estaciones tan épicas como Grand Tourmalet-Pic du Midi, Saint-Lary, Cauterets, Gavarnie-Gèdre, Peyragudes, Piau-Engaly y Luz-Ardiden; que contrastan con los bonitos y entrañables resorts de Hautacam, Val d’Azun, Val Louron y Nistos.
Grand Tourmalet Pic du Midi es la joya de los Pirineos franceses, con casi 300 hectáreas de laderas cubiertas de nieve, más de 100 Km de descenso, 69 pistas y 34 remontes que culminan a 2.500 metros de altura. Y, al lado este del Col du Tourmalet, se encuentra La Mongie, el auténtico paraíso del freeride en Francia. Por su parte, el circo glaciar de Gavarnie es un altar a lo sublime, formado en la era cuaternaria hace unos 2 millones de años, desde donde puedes contemplar la mayor cascada de Europa, con 427 metros, y las increíbles formaciones calcáreas de los circos naturales de Gavarnie, Estaube y Troumouse.
En el corazón del Parque Nacional de los Pirineos y flanqueada por los dominios de nieve del Cirque du Lys y Pont d’Espagne se esconde el símbolo más elegante del Pirineo francés: Cauterets. Es la meca de los freeriders, con excepcionales desniveles y un paisaje de alta montaña preservado en el Parque Nacional de los Pirineos. Cerca, a unos 25 km, se encuentra la gran Saint-Lary, una estación de esquí espectacular que además, es uno de los centros de balneoterapia de montaña más grandes de Francia.
Las 6 estaciones fronterizas entre País Vasco y Navarra
A solo 50 km de la frontera española, entre País Vasco y Navarra, se encuentran las bellas estaciones de Gourette, La Pierre Saint – Martin, Artouste, Issarbe, Iraty y Le Somport de los Pirineos Altánticos. Gourette, por ejemplo, es una estación extraordinaria por su irrepetible paisaje del Valle d’Ossau. La orientación sur garantiza un clima soleado en las pistas; y, las pendientes técnicas orientadas hacia la cara norte, gran calidad de nieve polvo en las áreas de Cutch y Pene Blanque. Además, destacan las costumbres del Bearn y, cómo no, la autenticidad de sus habitantes.
La Pierre Saint – Martin es la estación de esquí más occidental de los Pirineos, una estación de alta montaña con excepcionales paisajes, míticos fuera pistas y un dominio nórdico con un bosque de pinos centenarios. Por su parte, Artouste, en el parque nacional de los Pirineos, ofrece excepcionales vistas a los lagos Ayous y Fabrèges, del valle de Ossau y de los Pirineos en mayúsculas, con el gran macizo del Pic du Midi d'Ossau.
4 estaciones de esquí para recorrer la Alta Garona
En el departamento de la Alta Garona, limítrofe con Aragón y Cataluña, se encuentran Peyragudes y las estaciones de Luchon-Superbagnères, Le Mourtis y Bourg d’Oueil. En el corazón de los Pirineos centrales, está la mítica estación de Peyragudes, con una ubicación entre 1600 y 2400 m y orientación de este a oeste, que permite esquiar con sol durante todo el día; además de 49 memorables descensos en las inacabables pendientes de Agudes y Peyresourde, flanqueadas por auténticos estandartes como el Valle Blanco, el Valle de las luces, la Pista 007, la Travesía de los rebecos o el Belvedere.
Por su parte, Luchon-Superbagnères, es la primera estación de esquí creada en los Pirineos y la segunda en Francia después de Chamonix y es conocida como la Reina de los Pirineos, rodeada de 12 cimas de más de 3.000 metros.
Las 9 estaciones míticas del Ariège (junto a Cataluña y Andorra)
Junto a Cataluña y Andorra, en el Ariège, se encuentran nueve estaciones increíbles como son Ascou, Ax-3-Domaines, Beille, Le Chioula, Étang de Lers, Goulier-Neige, Guzet, Mijanès-Donezan y Monts d’Olmes. Ascou, por ejemplo, es una estación inolvidable, de escala humana, situada en medio de abetos y resguardada del viento, desde cuyas cimas se pueden divisar los destellos del mar Mediterráneo. Es una estación ideal para esquiadores de todos los niveles y con grandes posibilidades para el freeride. Ax-3-Domaines también rinde culto a la naturaleza, con tres sectores que ofrecen ambientes muy distintos entre sí. Campels es sinónimo de esquí suave entre abetos; Saquet es esquí con vistas; y, Bonascre, esquí de aventura en alta montaña.
Beille, por su parte, es otra estación emblemática en el Ariège, con grandeza de paisajes y un excepcional entorno natural de 1500 hectáreas, con 300 hectáreas de bosque y una gran calidad de nieve que debe a su orientación norte. Chioula es también naturaleza pura, con 60 km de pistas balizadas, itinerarios que discurren entre bosques de hayas y que te dejan sin aliento.
Esa dulce estación de Aude denominada Camurac
Abrazada por los Pirineos, en las llanuras de Aude y Ariège, esta la pequeña y dulce Camurac. La única estación de esquí de Aude, situada justo en el centro de Francia. Cuenta con 11 pistas de esquí alpino, dos excepcionales rutas abiertas de senderismo y otra ruta para raquetas de nieve que discurren por el emblemático y fascinante Pic de Pénedis (1816 m).
Las 8 épicas de las Neiges Catalanes
Porté-Puymorens fue la primera en estrenar la temporada; y, este año, tras ocho ediciones de cierre, ha reabierto Puigmal 2900. Desde Cambre d’Aze y la Station Nordique du Capcir puedes vislumbrar el Mediterráneo mientras desciendes en esquís. Emplazada en el único circo glaciar que hay en los Pirineos Orientales (el más similar a Gavarnie, Estaubé o Troumouse), Cambre d’Aze es una estación sencilla y excepcional para el esquí de montaña, el senderismo y las raquetas de nieve, que ha sabido preservar el paso del tiempo como ninguna. Su emblemática cascada de hielo, con más de 30 m, es uno de sus auténticos atractivos.
Font Romeu Pyrénées 2000 y Les Angles son otras estaciones referentes en la historia del pirineísmo, de la nieve y del esquí. Font-Romeu Pyrénées 2000 acogió el segundo remonte instalado en Francia, en 1937 (el primero se instaló en Chamonix, en 1930). Les Angles, por su parte, es conocida como la estación pueblo, siendo una de las únicas estaciones en la que las pistas llegan hasta el casco antiguo de la villa, y en la que uno puede llegar en esquís. Además del moderno centro termal, Angleo, que hace honor al Ski & Spa que caracteriza al Pirineo francés, la estación cuenta con indescriptibles vistas al lago Matamale y es perfecta para pros y debutantes.
15 razones para esquiar en el Pirineo francés