Miércoles 11 de marzo de 2015
Nacen las nada-ciones, vacaciones en las que dedicarse únicamente al Dolce Far Niente.
Menos es más, una clave que sirve de base para unas vacaciones perfectas. A veces, no hacer nada es necesario porque estar en vacío mental ayuda a renovarse tanto física como mentalmente. Y es que, ¿de qué sirven unas vacaciones si no es para volver descansado? Barceló Hamilton Menorca propone una escapada que pocas personas podrían rechazar: no hacer absolutamente nada y dedicarse a disfrutar de ‘la isla mínima’.
Menorca, esta pequeña isla anclada en el Mediterráneo, repleta de pequeños pueblos, grandes parajes e impresionantes calas, se convierte en un escenario idílico donde llevar a cabo unas vacaciones de máximo descanso, pasando el 80% del tiempo en posición horizontal.
Desayunos frente al mar en la terraza del hotel, baños de agua y sol en las cristalinas calas que rodean la isla para broncearse, degustar platos que van desde una langosta con huevos fritos hasta un gazpacho de fresas y, por último, terminar la jornada en
el lugar más trendy de Mahón: el Blue Sky Bar, una terraza que recuerda a la cubierta de un yate donde bañarse en jacuzzis, disfrutar de un masaje en una cama balinesa, o escuchar la mejor música y deleitarse con los más deliciosos cócteles. En definitiva, un plan dedicado a la a menudo necesaria procrastinación absoluta.
Más info en:
www.barcelo.com