Vuelve a soplar el pasado por las calles de Cuéllar alentado por el grupo de actores del Ayuntamiento. Al igual que el año pasado, las tradicionales visitas teatralizadas abandonan el Castillo y toman las calles. Cuellaranos y visitantes podrán disfrutar del montaje “Los Nadies”, una propuesta colorista y divertida que nos traslada al año 1833.
Esta es la fecha en la que Espronceda llega desterrado a Cuéllar. Sin embargo, no aparece el literato, de hecho, ni siquiera se le nombra. Tampoco lo hacen duques y grandes protagonistas de la historia. Y la razón es que los personajes que dan vida a “los nadies” son ajenos a la agenda de la gran historia. Son precisamente eso, nadies. La nueva propuesta gira en torno a labradores y criados, a esos héroes anónimos que, desnutridos, alimentaron a los que sí salen en los libros. Nuestros antepasados, al menos los de la mayoría, empuñaron la agrieta antes que la espada y vivieron más a la sombra de los castillos que en ellos.
Dejar de lado a los nobles y centrarse en los campesinos es una elección difícil y desde luego arriesgada. Es como mirar un tulipán desde el bulbo y no desde la flor. Con esta decisión se renuncia en principio a los grandes edificios, trajes pomposos y figuras clave que salen en las series y los libros de texto. Sin embargo, hacer protagonistas a los campesinos es buscar otro punto de vista para contar la historia. Parece que sobre estos actores se ha posado la mano siempre heterodoxa de Rucien Fabre y su historia desde abajo que revolucionó la forma de ver el pasado.
Sin embargo, no todo es pasado en este espectáculo. Se trata de una obra de evocación y no de recreación ya que en ella participan licencias y métodos dramáticos - como la farsa - que aportan frescura y dinamismo a la obra. Además, como novedad respecto a espectáculos anteriores, hay una fuerte presencia musical con siete piezas que se distribuyen a lo largo del recorrido. Estas proceden de la tradición oral local y de distintas recopilaciones publicadas en la Fonoteca de la Fundación Joaquín Díaz o el Archivo de la Tradición Oral de Segovia, por lo que muchos espectadores disfrutaran esta obra de una manera muy cercana.
Hoy que la palabra resiliencia ha tomado tintes tan experienciales, hoy que estamos pasando un momento especialmente difícil, quizá́ sea muy positivo aprender de estos labradores con estomago vacío y gargantas llenas de sones. Y es que, en las peores situaciones, estos personajes de adobe y esparto siempre encaran una sonrisa a la cruel realidad.
Este proyecto ha sido posible gracias a la mejora de condiciones laborales de los actores, que ahora ven aumentada su jornada de trabajo. El texto y la dirección corren a cargo de Blanca Amelia Izquierdo, que entreteje con maestría sus líneas con las de Lorca y Galeano. El etnógrafo Carlos A. Porro, experto en indumentaria y cultura tradicional, ha prestado su consejo. Diego Baeza, actor recientemente incorporado al elenco, ha supervisado la elección de las músicas y, finalmente, Concepción Bayón, ejemplo actual de la paciencia en la antigua sastrería, es responsable de la confección de la mayor parte del vestuario. Es fundamental también la labor de los numerosos artesanos que, con sus oficios casi extintos, han ayudado a envolver este espectáculo teatral y musical con la patina del ayer. La obra se estrenará oficialmente el 8 de agosto con el elenco completo (Aurora Mayo, Blanca Amelia Izquierdo, Diego Baeza y Sergio Caminero) aunque de manera habitual se llevará a cabo con tres intérpretes.
Turismo Cuéllar ha diseñado dos propuestas diferentes que permitirán disfrutar de esta interesante ruta teatralizada, así como descubrir el rico patrimonio monumental de la villa segoviana. Con la posibilidad de realizarlas a lo largo de un día completo o de medio día, ambas cuentas con cuatro pases.