El municipio cuenta con un atractivo museo, incluido en la Red de Museos de Castilla y León, que alberga piezas históricas, manuscritos, restos arqueológicos y documentos que narran la historia de esta comarca, cuna de historias de caballería y leyendas religiosas, desde la prehistoria hasta el siglo XVIII.
Medina de Pomar constituye una de las localidades más importantes de la comarca de Las Merindades, un territorio burgalés que, gracias a sus frondosos bosques, sus bellos saltos de agua y sus pueblos llenos de historia supone un lugar fascinante para todos sus visitantes. Por ello, el municipio cuenta con un atractivo museo, incluido en la Red de Museos de Castilla y León, que alberga piezas históricas, manuscritos, restos arqueológicos y documentos que narran la historia de esta comarca, cuna de historias de caballería y leyendas religiosas, desde la prehistoria hasta el siglo XVIII. De hecho, el recinto del museo es ya de por sí parte de la historia de la región, ya que se ubica en el Alcázar de los Condestables, un antiguo palacio noble que data del siglo XIV.
Todo este legado, y la constitución de ciudades como Frías, Villarcayo, Espinosa de los Monteros o Medina de Pomar, tiene su origen en una serie de acontecimientos históricos que han ido sucediendo a lo largo de los siglos y que el Museo de Las Merindades de Medina de Pomar ha catalogadode una manera amena y didáctica. La realidad de Las Merindades como cuna de Castilla y la historia, origen e importancia de la Ciudad de Medina como eje primordial.
Situado en el Alcázar de los Condestables de la ciudad, también conocido como Castillo de los Fernández Velasco, el Museo forma, per se, parte de la historia de la comarca, ya que el recinto fue construido cuando reinaba Enrique II en el siglo XIV, y fue palacio señorial y castillo defensivo. En 1931 fue declarado Bien de Interés Cultural y destaca por su dos grandes torres cuadrangulares fenomenalmente conservadas y por las inscripciones y frisos de origen arábigo, africano y cúfico que se encuentran diseminadas por todo el edificio.
En su interior, el Museo se distribuye en cuatro plantas que poseen siete salas comunes y una terraza. La primera de las salas, la de Las Merindades, incluye una maqueta central que presenta el contrastado paisaje de la comarca. Un panel heráldico y un avance del medio físico plasma los diferentes espacios naturales de la zona. En esta sección se encuentran importantes documentos históricos como el Albalá de Enrique II, fechado en 1370, en el que se otorga a Don Pedro Fernández de Velasco la villa de Medina de Pomar en agradecimiento por sus servicios prestados durante las luchas contra Pedro I El Cruel.
La segunda estancia es la Sala de Exposiciones, donde se ubican las muestras itinerantes de pintura, cerámica y fotografía, y está acondicionada para poder realizar cualquier evento artístico. La tercera, la Sala Noble, coronada por un impactante friso mudéjar, es utilizada como salón de actos, en el cual se organizan charlas, ponencias e, incluso, enlaces matrimoniales.
En la primera planta se alberga la Sala de Arqueología, que contiene algunos de los testimonios más interesantes sobre el pasado de Las Merindades. Es un recorrido cronológico desde la prehistoria hasta el siglo XVIII, que expone piezas que resaltan por su importancia histórica como una boca de fuente romana del siglo II-IV hallada en la localidad de Vallaventín o una inscripción correspondiente a la consagración en la iglesia visigoda de Santa María de Mijangos (siglo VI).
Ya en la segunda planta del museo se encuentra la Sala de Historia y Patrimonio, que contiene un mapa interactivo y un panel fotográfico que abordan temas como la hidalguía, los monasterios, los caminos religiosos, el arte románico, los castillos señoriales o los orígenes reales de Castilla. Es un espacio para el estudio, desde el Paleolítico hasta nuestros días.
La siguiente sala es la de Etnografía, una de las más didácticas, al contar con una exposición de elementos y aperos vinculados al campo y utilizados por los antepasados en las labores agrícolas y ganaderas. El contenido de la sala no olvida temas como la arquitectura popular o el ciclo vital. La última estancia, la de Carlos V, es una representación de los aposentos residenciales de Carlos V. Cabe recordar que Medina de Pomar es una de las 24 localidades en las que el Rey y Emperador pernoctó en sus visitas a la Península, y que constituyen hoy en día la Ruta de Carlos V.
Por último, el Museo posee una tercera planta en la que se localiza la Sala de Bellas Artes, el archivo municipal y una terraza desde la que se controla la ciudad y se puede admirar un extenso territorio que va desde los Montes Obarenes hasta las altas cimas de la Cordillera Cantábrica pasando por la cercana Sierra de la Tesla y los Montes de la Peña. Una visita que ningún amante de la historia, la arquitectura y de ese singular territorio que son Las Merindades debería perderse. Es Burgos, es el origen del hombre.
Más info en: www.medinadepomar.net