Francia es el primer destino turístico del mundo, con una afluencia de 83 millones de visitantes extranjeros al año, según los datos de 2016. Hay innumerables razones por las que a tantos viajeros les encanta visitar este país. Aunque París, la capital de Francia, suele ser la pieza central de cualquier viaje, la verdadera belleza del país, en muchos sentidos, está en otra parte. Pueblos encantadores, castillos en las colinas, impresionantes viñedos, bosques, montañas, playas de arena blanca en la Costa Azul y franjas de campo ondulado son algunos de los rincones que permiten descubrir una nueva cara de Francia. A continuación, os dejamos con rincones mágicos, curiosos y poco conocidos de Francia.
La región de Languedoc-Rosellón
Languedoc-Rosellón es una pintoresca región del sur de Francia. El clima templado y soleado de la región, así como el hermoso paisaje costero, garantizan una experiencia vacacional inolvidable para los amantes del sol. Un lugar único con alojamientos inusuales, como los que se pueden encontrar en www.abracadaroom.com. Recorriendo la región, los viajeros pueden encontrar rincones como el Pont du Gard, acueducto construido por los romanos en el siglo I de nuestra era, uno de los monumentos más visitados del país junto a la catedral de Notre Dame y el Monte Saint-Michel. En esta región también se encuentra la Ciudadela medieval de Carcassonne, Patrimonio Mundial de la UNESCO; la Arena de Nimes, el anfiteatro mejor conservado del mundo romano; la Maison Carrée, el único templo del mundo antiguo completamente conservado, y pueblos medievales como Castelnou.
La Costa Azul francesa
La Costa Azul francesa, también conocida como la Riviera francesa, se extiende desde Saint-Tropez hasta Menton, cerca de la frontera con Italia. Su nombre hace referencia al profundo color azul celeste del mar Mediterráneo. En esta región, los viajeros tienen la oportunidad de visitar pequeños pueblos con encanto, como Menton y Grasse, y ciudades elegantes como Cannes y Niza. La belleza de sus playas doradas combina con los bosques y los verdes valles de las montañas de las tierras altas de la región.
La región de Provenza
La región de Provenza es uno de los lugares mágicos de Francia. Los campos de lavanda de color púrpura oscuro, las amapolas rojas y los girasoles amarillos tapizan el paisaje de esta región francesa que se extiende por un lado a la orilla del mar Mediterráneo. Cada año, millones de viajeros recorren esta región para disfrutar de su clima soleado, su estilo de vida tranquilo y su fascinante entorno natural. Una ruta en la que no pueden faltar lugares como la villa portuaria de La Ciotat, la ciudad romana de Aix-en-Provence o el pueblo medieval de Gordes.
La región de Nueva-Aquitania
Nueva Aquitania es la región más grande de Francia. Situada en la esquina suroeste del país, esta región cuenta con una gran cantidad de tesoros diversos para explorar y experimentar. Un destino que esconde desde ciudades vibrantes como Burdeos o Périgueux hasta joyas patrimoniales como las cuevas de Lascaux. Todo ello sin olvidarnos de alguno de los pueblos más bellos del país, como Collonges-la-Rouge (antiguo feudo de los condes de Turenne) y la Roque-Gageac, situado al pie de un acantilado, a orillas del río Dordoña.