Pese a la caída en números provocada por la pandemia y la situación económica que ha debilitado el pulmón empresarial, la apuesta por el enoturismo sigue siendo firme en la Ruta del Vino de Rueda que durante 2020 continuó creciendo. Un total de seis asociados se han incorporado en este último año a la entidad, llegando a los 150. De esta manera, el hotel Resort El Montico (Tordesillas), la casa rural El Caño (Nava del Rey), el restaurante El Sarmiento (Serrada), la quesería Cheesemonger (Rueda), la pastelería Galicia (Tordesillas) y el ayuntamiento de Alcazarén han sido las últimas incorporaciones que se suman a la familia de la Ruta ampliando el abanico de servicios y recursos turísticos, además de crecer en territorio y cultura vinícola.
Que esto se haya producido en unas circunstancias tan complejas como las del pasado año es, sin duda, destacable ya que el último Informe Anual de Visitas a Bodegas y Museos del Vino asociados a Rutas Vino de España, presentado por la Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN), recoge el duro impacto que ha tenido la pandemia mundial de la Covid-19 en el enoturismo de nuestro país y, más concretamente, en la Ruta del Vino de Rueda. La irrupción de la crisis sanitaria y las medidas tomadas para su control desde comienzos de año han frenado la tendencia de crecimiento constante de los últimos años en Rueda que, como el resto del panorama nacional, ha experimentado una importante caída, en este caso del 81,75% respecto al año 2019.
Así, la cifra total de visitas a bodegas y museos durante el año 2020 ascendió a 7.554, provocando, igualmente, un descenso en la repercusión económica de la actividad enoturística en el territorio. Según los datos del Observatorio Turístico de las Rutas del Vino de España, esa repercusión económica registró en la de Rueda una caída del 89,6%, lo que se traduce en 223.258 euros (frente a los más de 2 millones del 2019).
La época estival trajo los datos más altos
Los datos de este último informe, esperados pero no por ello menos impactantes, revelan algunas lecturas positivas respecto a este año absolutamente atípico. Una de las más optimistas es que durante los meses en los que no hubo tantas restricciones para los viajes nacionales (julio, agosto, septiembre), las visitas experimentaron un buen comportamiento, consiguiendo concentrar en esos meses en Rueda el 78% del total de visitas post-covid. El enoturismo se identificó como un producto seguro, generando confianza en el viajero, gracias en buena medida al esfuerzo de adaptación realizado desde el sector.
Del mismo modo, el consumo interno se ha potenciado, consiguiendo un aumento del público más próximo como el procedente de Madrid y País Vasco, llegando en algunos meses a limitarse al de la región por las restricciones específicas de Castilla y León. Con las fronteras prácticamente cerradas, como era de esperar, en el 2020 se produjo una caída del turismo internacional pasando de ocupar el 10% del total de visitas a un 2%.
Buenas expectativas y optimismo con el inicio del verano
Sin minimizar la importancia y el impacto que suponen los datos aportados por este nuevo Informe Anual de Visitas a Bodegas y Museos del Vino, las empresas y municipios que conforman la Ruta del Vino de Rueda, así como la propia entidad, han centrado su atención en este segundo semestre del año. La puesta en marcha de nuevas estrategias de marketing y comunicación en busca de un posicionamiento nacional, la renovación y creación de experiencias enoturísticas diferenciadoras y un mayor esfuerzo en la comercialización son la hoja de ruta para estos próximos meses.
Del mismo modo, la tipología de turismo en la que se posiciona la Ruta del Vino de Rueda, apostando por propuestas innovadoras, de calidad y seguras hace pensar que este verano el destino tendrá un buen comportamiento en cuanto a número de visitantes. Sin duda, la adecuación del territorio a una tendencia cada vez más demandada como es la autenticidad del medio rural y los destinos menos masificados, así como la riqueza enogastronómica, la calidad de los alojamientos o el entorno natural, ayudarán a atraer visitantes, avanzando en la esperada recuperación económica.