Entre las diferentes culturas que habitaron Palma, la comunidad judía dejó un gran legado que puede admirarse en el call menor y el call mayor de la ciudad y descubrirse a través de interesantes itinerarios guiados.
Durante la época musulmana, los judíos vivieron en el interior de la ciudadela, cercada por muros, zona donde en la actualidad se encuentran el Palacio de la Almudaina y la Biblioteca March.
El cautivador patrimonio cultural y arquitectónico de Palma es el resultado de siglos de historia marcada por las diferentes culturas que habitaron la ciudad. Sin duda, la comunidad judía dejó un gran legado que hoy se puede contemplar en muchas de sus calles, un recuerdo que se mantiene vivo tanto en la estructura de sus callejuelas como algunos comercios del call menor y el call mayor, especialmente las joyerías y comercios artesanales. De hecho, Palma es la ciudad española donde el legado judío se ha mantenido más íntimamente unido a la vida cotidiana de sus habitantes a través del tiempo.
Los judíos mallorquines convivían con los cristianos anteriores a la dominación musulmana, tal como se desprende de una famosa carta del obispo Severo del año 417 que indica que en el siglo V la comunidad judía de Palma tenía un considerable poder político y económico en Mallorca.
Las huellas sefardíes aún se mantienen casi intactas en el centro de Palma y entre sus habitantes más que en cualquier otro lugar del país. Hay zonas, como las que correspondían a la aljama musulmana, el call mayor y el call menor, donde el vínculo con la cultura judía aún pervive. Durante la época musulmana, los judíos vivieron en el interior de la ciudadela, acotada por muros, en la zona donde hoy se encuentran el Palacio de la Almudaina y la Biblioteca March.
Del call menor, datado del primer tercio del siglo XIII, hoy en día solo quedan menciones y callejuelas estrechas en las que es fácil imaginar cómo se vivía en la Edad Media. Lo que sí es visible son construcciones como la casa con patio gótico de la calle de Las Monjas, habitadas por los descendientes de los judíos, conocidos como xuetes o chuetas (herederos directos de los últimos hebreos que se convirtieron a la fuerza al cristianismo enre finales del siglo XIV y principios del XV). Además, el Parlamento de las Islas Baleares se asienta sobre el antiguo convento de Santo Domingo, que a su vez ocupó el espacio de algunas casas judías de la Almudaina dels Jueus (ciudadela de los judíos).
Por su parte, el call mayor emergió a finales del siglo XIII ubicado cerca de la actual plaza de Santa Eulàlia; poco después se convirtió en lugar de residencia obligatorio para todos los habitantes hebreos de la ciudad. Según referencias documentales, en su interior existieron tres sinagogas: la Nueva, la Tercera y la Mayor (ésta última, actual iglesia de Montesión).
El legado judío en Palma no solo se encuentra entre sus callejuelas y muros, sino que apellidos tradicionales mallorquines como Fortesa, Pinya, Aguiló, Pomar o Miró son parte de la herencia hebrea. También lo son lugares como la Almudaina, Porto Pi (donde se ubicó su cementerio) e incluso en la Catedral, donde se hallan los Rimonim de la Torá.
Rutas guiadas para sumergirse en los secretos de la Judería palmesana
Con el fin de conocer mejor este legado histórico que ha servido para construir un presente donde se entremezclan las diferentes culturas que habitaron la Palma judía, pueden realizarse itinerarios guiados como los que se detallan a continuación:
Un paseo por la historia para descubrir la antigua configuración del Call Jueu palmesano, hogar de astrólogos, médicos y cartógrafos que habitaron este antiguo distrito medieval. Una interesante forma de culturizarse más sobre el importante papel del pueblo judío en la historia de las Islas Baleares.
Una experiencia interactiva para viajar en el tiempo y aprender más sobre la riqueza y la diversidad de la cultura judía descubriendo todos sus secretos.
Opción 1, 2 horas andando y conversando: Un itinerario que incluye visita por el museo de la Historia Judía, la estatua de Famoso Cartógrafo Judío, la Iglesia de MontSion -Santa Eulalia (Iglesia de los Conversos), Calle del cuero (sitio de la Sinagoga Secreta) y Calle del Call.
Opción 2, 4 horas andando y en bici: Todo lo anterior más la Sinagoga actualmente activa, el Horno medieval, el Barrio El Jonquet, el Mercado Santa Catalina, el Monumento en memoria de víctimas cripto-judías de la Inquisición y el lugar de la huida fallida en barco.
Opción 3, 6 horas andando y en coche: todo lo anterior más la fábrica de pita de propiedad israelí, el Cementerio judío actualmente activo, los descubrimientos en Inca de potenciales baños rituales, visita a una bodega y posibilidad de parar para comer en un restaurante local.