Este año, Kitzbühel celebra su 750 aniversario. Un lugar conocido mundialmente por los deportes de invierno y sus espectaculares carreras de descenso. Aunque existe el nombre de un artista que también está estrechamente asociado a este lugar: Alfons Walde, el pintor de la nieve.
El artista Alfons Walde (1891-1958) está más relacionado que nadie con la estación de esquí de Kitzbühel. Sus motivos son las montañas nevadas del Tirol, los refugios de montaña solitarios y, por último, el dinámico descenso de los esquiadores, por los que sentía una gran fascinación. Él mismo era un ávido partidario del nuevo deporte y aprovechó cada oportunidad para hacer sus giros sobre la nieve polvo.
Este año, Kitzbühel celebra su 750 aniversario, un lugar conocido mundialmente por los deportes de invierno
Era la década de los 20 cuando comenzó el cuento de hadas del invierno tirolés con el nacimiento de la legendaria estación de esquí Kitzbühel. Ese fue también el momento en que Walde regresó a su ciudad natal. Antes de eso, su padre había insistido en enviarle a la escuela de construcción de la K. K. TechnischeHochschule de Viena para estudiar arquitectura. Sin embargo, al joven estudiante le encantaba pintar, y la pasión y el talento aparecieron pronto en su infancia. Durante su estancia en la gran ciudad (1910-1914) no tardó mucho en buscar el contacto con la asociación de artistas en torno a Gustav Klimt, los secesionistas. Entabló amistad con EgonSchiele, que solo era un año mayor que él y cuyo estilo pictórico expresionista le influiría.
Cada vez más atraído por la pintura que por la arquitectura, Alfons Walde comenzó a desarrollar su propio estilo tras su regreso y encontró los motivos que le sirvieron de inspiración en los Alpes de Kitzbühel. Pronto vinieron sus primeros éxitos: con sus cuadros de invierno ganó varios premios, participó en la Biennale Romana de Roma (1925) y presentó sus obras en el Carnegie Institute de Pittsburgh (1928).
Paralelamente al auge de la carrera de Alfons Walde, Kitzbühel también se convirtió en una glamurosa estación de esquí. Incluso antes de que Alain Delon y Romy Schneider pasaran sus vacaciones aquí y Kirk Douglas se rompiera una pierna, se construyeron hoteles de lujo y varios remontes en este pueblo alpino del Tirol.
El pintor siguió esta evolución con sumo cuidado y la plasmó en sus cuadros. Con la combinación del blanco luminoso y el azul profundo de la nieve y el cielo, inmortalizó la nueva diversión de los deportes de invierno en los Alpes.
El turismo revitalizó el lugar y, al mismo tiempo, llenó el libro de pedidos del artista. La reproducción de composiciones famosas a petición, aumentó el nivel de popularidad de sus obras. Con su espíritu emprendedor, Walde fundó su propia editorial de postales en 1923, a través de la cual vendió más de 1.000.000 de postales en color y 200.000 copias en color de sus cuadros en 1950. Esto le convirtió en el pintor contemporáneo más famoso de los Alpes austríacos y elevó el retrato del esquí al género inconfundible de su arte.
La nieve y el cielo de Walde
Su estilo pictórico es único, expresivo y lleno de dinamismo. Alfons Walde no se entretenía con los detalles en sus cuadros; lo más importante para él era el conjunto. Incluso sus figuras no tienen rasgos individuales, los ojos de los personajes representados a menudo desaparecen en la sombra del sombrero. Siempre llaman la atención los mismos rasgos faciales angulosos y ásperos de los habitantes del pueblo. Los colores son intensos, la luz es deslumbrante y la nieve refleja el sol desde lo alto.
El artista Alfons Walde (1891-1958) está más relacionado que nadie con la estación de esquí de Kitzbühel
Este tipo de representación fue su rasgo distintivo y, más de 60 años después de su muerte en 1958, todavía sigue dando forma a la percepción del lugar: "¡Vaya día de nieve y cielo de Walde!", se oye a menudo decir por aquí. Una frase que para muchos tiroleses sigue siendo la mejor descripción de un día de esquí perfecto en las montañas.
TheAustrianWayofSkiing
Una nueva técnica de esquí desarrollada en la época de Alfons Walde. Como entusiasta de dicha técnica, el pintor la plasmó en una de sus obras clave: el cuadro "Kristiania" (hacia 1925) muestra la dinámica del giro mientras se levanta la nieve. Un valiente esquiador acelera cuesta abajo y emprende el siguiente giro con un gran dominio de los palos.
Fueron dos austríacos, Hannes Schneider y Toni Seelos, quienes desarrollaron el giro en paralelo en la década de los 20. Ahora los esquiadores descienden las pistas con elegancia en cuclillas. Lo más importante en este movimiento es que el hombro que queda en el lado del valle debe retroceder para quedar en paralelo con la pista, "de lo contrario, el giro en paralelo es imposible", dijo Toni Seelos. Este nuevo movimiento revolucionó el esquí. La "forma austríaca de esquiar" se hizo popular incluso en Japón y Estados Unidos.
La moda de esquí de antaño
Mientras que los hombres conquistaban las pistas con sombrero, chaqueta de paño tirolés y corbata, las damas demostraron también su gusto porla moda: se deslizaban por la pendiente con la ropa de los domingos, con grandes sombreros y pañuelos de seda. Ya en los años 20, el esquí se convirtió en una exhibición. Todo empezó con largas faldas de lana y vendas para las pantorrillas, y siguió con elegantes gorros de visón. Y el gurú del esquí Hannes Schneider recomendó: "para esquiar solo deberían usarse telas lisas para que al nevar y caerse la nieve no se aposente en ellas".
Una recomendación que Marilyn Monroe, Liz Taylor e Ingrid Bergman se tomaron al pie de la letra en los 50: consiguieron que los paravientos y los pantalones de pierna estrecha y con tira bajo el pie y tejidos lisos se pusieran de moda para esquiar. Pocos sabían que esos modernos pantalones se rellenaban con papel de periódico para protegerse del frío. Y entonces llegó el jersey de lana con patrón noruego. Para lucirlo, las damas se ataban el anorak a la cadera. Los resfriados eran el precio que pagaban gustosamente a cambio de ir bellas y a la moda.
Vida y obra: MuseumKitzbühel
Alfons Walde (8 de febrero de 1891-11 de diciembre de 1958 en Kitzbühel) es famoso por sus representaciones de montañas cubiertas de nieve en los Alpes tiroleses, la vida del pueblo los domingos y los deportes de invierno, pero poco se sabe de queEgonSchiele ejerció una influencia tan grande en sus primeras obras que también llevó a Walde a crear bodegones y desnudos.
TheAustrianWayofSkiing fue una nueva técnica de esquí desarrollada en la época de Alfons Walde
Sin embargo, en las décadas de los 20 a los 40, sus principales motivos siguieron siendo el paisaje, el esquí, la vida rural y los lugareños en su atuendo dominical. Logró un gran éxito con sus cuadros de invierno y participó en varias exposiciones. Con la anexión de Austria en 1938 comenzó una época difícil para Alfons Walde y, con la ausencia del público internacional, su trabajo se interrumpió. Debido a la falta de encargos, solo siguió pintando para familiares y amigos. El 5 de diciembre de 1958, murió a los 67 años de una grave enfermedad cardíaca. Como artista, dejó una de las obras más populares del período de entreguerras en Austria.
¿Sabías que...
… Alfons Walde, como asesor de construcción de Kitzbühel decidía el cromatismo de las casas en el casco antiguo? Quería que fuesen de colores en lugar de grises.
… Alfons Walde hizo algún trabajo innovador como arquitecto? Su diseño para la estación de montaña de la telecabina Hahnenkammbahn fue único en su época y supuso un referente para el futuro de la arquitectura de los teleféricos.
… el famoso logotipo de la Copa del Mundo de Esquí de Kitzbühel fue de Alfons Walde? En 1931 diseñó la gamuza roja para el club de esquí local.
… Alfons Walde hizo carteles gratuitos para la escuela de esquí, en los que predominaba el color rojo? Desde entonces, los instructores de esquí llevan trajes rojos y se llaman a sí mismos “los diablos rojos”.
… a lo largo de la vida del artista, se realizaron numerosas copias, imitaciones y falsificaciones de sus obras? Alfons Walde tuvo que emprender acciones legales contra dichos actos.