El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza presenta en una instalación especial los resultados de la restauración de Joven caballero en un paisaje de Vittore Carpaccio (h.1505), una de sus obras más emblemáticas. Del 17 de mayo al 1 de noviembre.
El montaje se encuentra en la misma sala 11 de la colección permanente donde se han llevado a cabo esos trabajos, de cara al público, a lo largo del año 2020 y parte de 2021. Ahora, el cuadro restaurado se muestra junto a un vídeo que explica e ilustra la intervención realizada y los resultados obtenidos, recogidos también en una publicación monográfica.
La restauración forma parte del programa de exposiciones, actividades e intervenciones organizados con motivo del centenario del nacimiento del barón Thyssen-Bornemisza en 2021, una conmemoración que cuenta con la colaboración de la Comunidad de Madrid.
Tras finalizar la restauración de Joven caballero en un paisaje de Vittore Carpaccio (hacia 1505), una de las obras más emblemáticas del museo, se muestran los resultados del trabajo realizado en una instalación especial, en la misma sala 11 de la colección permanente donde se han llevado a cabo esos trabajos, de cara al público, a lo largo del año 2020 y parte de 2021.
El cuadro restaurado se presenta junto a un vídeo que explica e ilustra la intervención realizada y los resultados obtenidos gracias al estudio técnico que acompaña a toda restauración, recogidos también en una publicación monográfica. Los análisis de materiales, las radiografías y reflectografías y otras herramientas de investigación han permitido estudiar en profundidad la pintura para conocer con detalle, por un lado, el proceso creativo del artista y su método de trabajo, y por otro, obtener la información necesaria para acometer la restauración con el máximo rigor y respeto hacia la obra.
El tono general del cuadro es más frío de lo que parecía antes de empezar la restauración; los blancos son ahora más luminosos, las carnaciones rosadas y el cielo de un azul intenso. Aparecieron en los edificios esos tonos rosas tan venecianos y recobraron su intensidad los toques de luz en la hierba y en las flores. La zona del armiño, antes algo confusa y apagada, ha recobrado vida y luminosidad, y la armadura ha recuperado su magnífico tono metálico gris-azulado, resaltando sobre el resto de la composición y devolviendo al joven caballero su imponente protagonismo.
El misterioso caballero
De san Eustaquio al capitán Marco Gabriel, de una familia patricia veneciana, pasando por Antonio de Montefeltro, Francesco Maria della Rovere, tercer duque de Urbino, Fernando II de Aragón o algún caballero de la orden del Armiño. Son muchas, pero todavía ninguna confirmada, las tesis sobre la posible identidad del protagonista de este magnífico cuadro, pintado hacia 1505 por el artista veneciano Vittore Carpaccio (1460/66 - 1525/26) y adquirido por el barón Heinrich Thyssen-Bornemisza para su colección en 1935.
Restauración
El trabajo realizado ha sido complejo debido a las vicisitudes sufridas por la obra, intervenida a lo largo del tiempo en numerosas ocasiones, reentelada en época antigua y con un cambio en sus dimensiones. Pero también por la extraordinariamente fina capa de pintura conservada, que ha dificultado aún más el proceso, y por las propias características del cuadro, por su gran tamaño (218 x 151,5 cm) y, sobre todo, por la enorme variedad de elementos y detalles que lo integran, especialmente en el paisaje, con un rico colorido y multitud de plantas y animales.
Para proceder de forma sistemática, la intervención se ha llevado a cabo por áreas y ha estado apoyada a lo largo de todo el proceso por un riguroso protocolo de seguridad, analizando en cada fase y en cada zona los resultados de la intervención antes de tomar decisiones y continuar con la misma.