La historia ha dejado un legado patrimonial importante en los pueblos que componen la Ruta del Vino de Rueda. Templos, palacios, monasterios y fortalezas componen un mosaico donde la historia y el arte son protagonistas. Un acontecimiento clave fue el levantamiento comunero, que ahora, 500 años después, se puede rememorar ‘in situ’ con un itinerario que recorre puntos con especial interés para el viajero:
El punto de partida: Mojados. El encuentro de Carlos V con su hermano menor, el infante Fernando, se produjo en 1517 en este municipio. Una reunión que marcará el origen de un imperio donde no se ponía el Sol y que cada verano los vecinos recrean al detalle. Para recordar todo sobre la figura del monarca, lo mejor es visitar el Museo Carlos V. En este espacio se resumen, de manera didáctica e interactiva, todos los pormenores que marcaron la vida del emperador y los acontecimientos históricos más relevantes, entre los que se encuentra el levantamiento comunero. Pero Mojados ofrece mucho más y a través de una ruta histórica guiada por códigos QR es posible conocer cada rincón del municipio.
¿Imperial o Comunero? En 1520 se produjo la Quema de Medina del Campo un acontecimiento que marcará el inicio de las revueltas en Castilla y que cada agosto se recrea en la Semana Renacentista. Un momento que devuelve a la Villa de las Ferias a aquellos años dividiendo a los vecinos en realistas o comuneros y sirve para rememorar los hechos históricos del pasado. De aquel fatídico incendio los únicos testigos que quedan son el Palacio Real Testamentario, donde hoy se recrean los sus últimos días Isabel La Católica, y el Castillo de la Mota, lugar estratégico desde el que se puede contemplar el paisaje de la Ruta del Vino de Rueda si se sube a la Torre del Caballero.
Maridaje de arte, historia y vino en La Seca. En septiembre de 1520, este municipio fue el lugar elegido por los capitanes comuneros para redactar una carta a la Junta de Valladolid en la que se solicitaba que no se trasladase a la Reina Juana. El pintor toresano Carlos Adeva, es el autor de la obra pictórica que rememora este momento con motivo del V Centenario del Levantamiento Comunero. Para saber más sobre este municipio una opción es adentrarse en la Ruta Verdeja que, previa reserva, permite conocer a fondo los rincones y edificios más significativos de este pueblo con gran tradición vitivinícola. Además, este momento es muy adecuado para acercarse a la zona, ya que desde el Ayuntamiento de La Seca se promueve la iniciativa ‘Regala Vino de Castilla y León el 23 de abril’ entre los castellanoleoneses, una propuesta que se inició en el año 2018 y que pretende instaurarse como una tradición ligada al Día de Castilla y León.
Tordesillas y Juana I de Castilla. La reina es una de las figuras clave en el desarrollo del movimiento comunero y la villa tordesillana, uno de los focos de la revuelta. La exposición al aire libre, ‘Tordesillas, 500 Años Atrás. Juana I, los Comuneros y las Tropas Imperiales’ resume de manera cercana los acontecimientos que vivió Tordesillas durante aquellos años convulsos. Recorrer cada rincón de la Villa del Tratado es posible gracias a las visitas guiadas que, con reserva previa, recorren los edificios más emblemáticos, como las Casas del Tratado o el Museo de San Antolín, lugares en los que el visitante puede sumergirse a fondo en la historia.
Padilla y el Monasterio de La Mejorada en Olmedo. Tras la ejecución del comunero Juan de Padilla, Carlos V se negó a trasladar el cuerpo hasta su tierra natal, Toledo, como era deseo de su esposa, María Pacheco. El rey ordenó que fuera enterrado en la capilla mudéjar del monasterio del SXIV de La Mejorada de Olmedo. Este enclave, hoy propiedad del arquitecto Rafael Moneo, se encuentra rehabilitado y reconvertido en una bodega. Aquí se elaboran vinos tintos y el nombre de uno de ellos es ‘Villalar’ en homenaje a los Comuneros.
La Ruta del Vino de Rueda se erige este fin de semana del Día de Castilla y León como una atractiva alternativa de ocio, con la que rememorar un hecho histórico del que se cumplen 500 años. Pero, como no solo de historia vive el viajero, son muchas las bodegas que abren sus puertas al visitante que desee disfrutar de una jornada marcada por el arte, la cultura y el vino de una tierra que lleva el verdejo como seña de identidad.