Las consecuencias provocadas por la crisis sanitaria han sido notables, especialmente en el sector turístico. Los grandes hoteleros han tenido que reinventarse para ofrecer a los clientes unos productos y servicios a la altura de la compleja situación. Por esta razón, el Grupo Vía, en colaboración con Hitachi, ha dedicado un webinar para que los empresarios de la industria hotelera compartan sensaciones sobre el contexto que estamos viviendo y aporten ideas, medidas y soluciones. Un debate moderado por Carlos Díez de la Lastra, director general de Les Roches Marbella, y que ha contado con la participación de cuatro líderes con presencia en distintos puntos de la geografía, que han ofrecido una visión poliédrica del panorama hotelero actual.
Pocas actividades económicas se han visto tan afectadas por la crisis del coronavirus como la industria turística, arrastrada por unas restricciones de desplazamientos que se implantaron de forma generalizada. Un sector que, antes de la pandemia, representaba un 14,6 % del PIB español y que concentraba 2,8 millones de empleos, según un informe del Consejo Mundial del Viaje y el Turismo. Reimpulsar este sector es, por lo tanto, prioritario, pero la incertidumbre en la que se conjugan ahora empresarios y organismos públicos podría dificultar la recuperación. En este sentido, Rafael Blanquer, director general de Port Hotels, ha apuntado que los infinitos escenarios e incertidumbres a los que se deben hacer frente” impiden contar con unos parámetros que permitan medir y planificar el futuro de las compañías”.
Coinciden Ramón Braña, director general de Oca Hotels, y Victoria López, presidenta del Grupo Fedola, que apuntan a un acuerdo entre comunidades una vez se dé por finalizado el estado de alarma que permita, al menos, reactivar el turismo nacional. “Nos preocupan los acuerdos a los que lleguemos las comunidades después de que se levante el estado de alarma. Para que la situación del país no sea un caos, debemos trabajar juntos para consensuar las mismas medidas”, ha matizado López.
Los expertos indican los meses de mayo y junio como fecha para, como ha explicado Blanquer, “la apertura paulatina de los hoteles, aunque no abrirán todos. Las compañías que operan vuelos en los aeropuertos cercanos a nuestros hoteles prevén un ligero aumento de la demanda en los próximos meses, aunque todo dependerá de las medidas que se vayan implementando y algunos hoteles en el centro de las ciudades tendrán que posponer su reapertura”. De hecho, tal y como apunta, en estas circunstancias ha habido una determinada oferta alojativa que ha sufrido menos. Coindice Ramón Braña, “los hoteles pequeños, los hoteles boutique y el turismo rural se han visto menos afectados. También los enfocados a parejas. Los hoteles más grandes o los que impliquen tener que coger un avión para llegar son los que van a sufrir más hasta que la situación no esté controlada”.
Lo cierto es que los empresarios ya se han concienciado de que, como ha señalado Blanquer, “hasta septiembre no esperamos un aumento significativo en el número de reservas”, que en muchas ocasiones dependen de la llegada de turistas internacionales. Victoria López ha indicado que no será hasta la temporada de invierno 2021-2022 cuando el turismo comience a reactivarse en las Islas Canarias.
Agustí Codina, presidente Med Playa, con hoteles en la Costa Brava, Maresme, Salou, Benidorm, Costa del Sol y Costa del Mar Negro, ha hecho hincapié en este aspecto, “dependemos en muchas zonas del mercado británico y, consecuentemente, nuestra estrategia viene condicionada por esa circunstancia”. No obstante, se muestra optimista. “El ritmo de vacunación avanza a buen ritmo y el exceso de ahorro de los últimos meses permitirá que el sector se reactive antes de lo que pensamos”. De hecho, ha apuntado que los británicos han acumulado durante el último año un exceso de ahorro próximo a 180.000 millones de libras.
Nuevo paradigma
La crisis sanitaria provocada por la Covid-19, como explica Carlos Díez de la Lastra, ha incidido sobre todo en “aquellos negocios que no contaban con la capacidad económica necesaria para afrontar los meses de restricciones”. No obstante, la entrada de fondos de inversores puede suponer un cambio para el parque hotelero español. “Si los fondos de inversión entran en escena significa que el sector confía en una recuperación”.
Lo cierto es que, según ha reconocido Agustí Codina, “estamos ante un nuevo paradigma que afecta a la percepción de riesgo de los propietarios que, acostumbrados a una relativa regularidad, no se esperaban un cierre tan drástico como el que hemos vivido”. En este sentido, la tendencia es “separar la propiedad de la gestión”, un escenario en el que la entrada de inversores podría ser determinante y para los que España, por su modelo, es un objetivo.
“Estamos viendo una avalancha de peticiones de parte de grupos inversores. Es una gran oportunidad para dotar a nuestros destinos vacacionales de una mayor calidad y competitividad”, ha señalado Victoria López. Para Ramón Braña, la entrada de fondos puede ser positiva “siempre que la rentabilidad que se acuerde se adapte al mercado actual”. De cara a 2022 y si el mercado finalmente se reactiva, apuntan, se abrirá un escenario interesante en materia de inversores y nuevos modelos de franquicia, que pueden suponer un revulsivo no solo en materia de competitividad, sino también de empleo.
Nuevas oportunidades para el turismo español
En los momentos de crisis también surgen oportunidades y, en este sentido, los expertos hoteleros han estado de acuerdo en señalar que la pandemia ha supuesto un punto de inflexión que les ha permitido reflexionar sobre el futuro de sus modelos de negocio. Las conclusiones son, principalmente, tres: digitalización, sostenibilidad y talento. Desde medir la huella de carbono en sus instalaciones, como ha señalado Agustí Codina, hasta trabajar en redes internas que permitan la conectividad entre organización y trabajadores, como ha expuesto Victoria López. Todos han coincidido en que estos factores serán clave en la recuperación y permitirán a las empresas evolucionar y aportar valor añadido a la sociedad. Por ello, la formación es esencial y “las empresas que no lo vean estarán abocadas al fracaso” ha sentenciado López.
“Si algo hemos aprendido en los últimos meses es que el futuro viene a través de la innovación, la valentía y el talento”, ha indicado Blanquer, quien además puntualiza que el turístico es un sector “de personas para personas” por lo que urge cultivar el talento y “valorar las capacidades de los empleados por encima de la experiencia”. Algo en lo que coinciden el resto de ponentes, que apuntan a las soft skills como elemento diferenciador ante un panorama en el que la tecnología permitirá a los equipos priorizar la atención al cliente.
Para Carlos Díez de la Lastra, que dirige una institución universitaria de alto prestigio como es Les Roches Marbella, la clave está en cuidar el talento. “A lo largo de mi carrera, y más especialmente en los últimos tiempos, he tenido la oportunidad de ver como muchas empresas, ante situaciones de crisis, ponen el talento de sus empleados en el eje principal de los planes de operaciones de sus compañías y eso es lo que, al final, determina el éxito. En un momento en el que la demanda de talento humano en el sector es alta, debemos cuidar a nuestros profesionales para retener el talento en nuestro país.”