Si Zorrilla se enamoró de Lerma (y de una lermeña), Alberti de Medina de Pomar, Delibes de Sedano y Cortiguera o Cela de Roa de Duero, por algo será. La provincia de Burgos inspira, con sus pueblos, sus paisajes y sus personajes de leyenda. De su mano nos vamos hoy de viaje literario, con paradas reales en destinos altamente inspiradores en los que se han basado importantes títulos. Un viaje perfecto para lectores y amantes de las buenas historias
La provincia de Burgos inspira, con sus pueblos, sus paisajes impactantes y sus personajes legendarios, superhéroes del imaginario popular. Son muchos los grandes autores que a lo largo de los años han elegido estas tierras para vivir, sentir el paso de “las musas” y llenar con su inspiración páginas de libros, llevando a ellas gentes, rincones y costumbres.
Y qué mejor momento que el Día del Libro para viajar con grandes autores y grandes libros a los escenarios reales de la provincia de Burgos que cautivaron a los primeros e inspiraron los segundos. Arrancamos un viaje literario altamente inspirador, a la medida de los muy, muy, muy lectores y amantes de las grandes historias. ¿Comenzamos?
El Cantar de Mio Cid: el primer gran libro
El punto de partida de nuestro viaje no podía ser otro que la primera gran obra de la literatura española, El Cantar de Mio Cid, escrita a comienzos del siglo XIII. Arranca con Rodrigo Díaz de Vivar dejando atrás su pueblo natal, Vivar del Cid, cerca de Burgos, y narra su periplo al destierro, mientras avanza por tierras burgalesas en dirección a la provincia de Soria. Un viaje que nos lleva a lugares como Santo Domingo de Silos o el monasterio de San Pedro de Cardeña: «Tornábase Martín Antolínez a Burgos / y mío Cid a aguijar, / Para San Pedro de Cárdena, / cuanto pudo a espolear».
Existe una ruta que emula el Camino del Cid, un itinerario turístico-cultural que conecta Vivar del Cid con Orihuela, en Alicante.
El Cid según Pérez-Reverte
El famoso héroe burgalés del siglo XI protagoniza también la novela de Arturo Pérez-Reverte: Sidi, un relato de frontera (editado por Alfaguara). Historia y aventuras en un particular retrato de la figura legendaria del Cid y su lucha por sobrevivir tras salir a su destierro con menos de medio centenar de hombres fieles. Entretenimiento servido.
Zorrilla y su enamoramiento con Lerma y en Lerma
En Lerma, Zorrilla vivió, paseó y se enamoró. Sin embargo, su amada, la lermeña Catalina Benito Reoyo, terminó rechazándole. A ella están dedicados algunos de sus poemas: « ¡Catalina!… tú, serena, / de llanto y de amor ajena, / ni oirás mi cantilena, / ni sentirás mi pasión».
En Lerma existe un recorrido literario con varias paradas que recuerdan el paso de Zorrilla por la ciudad y algunos de los versos inspirados en estas tierras: «¡Rio Arlanza! ¡rio Arlanza, / Que el florido campo pules/ Derramándote en holganza, / Tan frágil es mi esperanza / Como tus ondas azules!».
Alberti y La amante
En 1925, un joven Rafael Alberti atraviesa Castilla de camino a Santander como representante de una compañía de vinos. Quedó prendado de los pueblos y los paisajes de la provincia de Burgos y así lo refleja en los poemas de La amante.
Aranda de Duero, Covarrubias, Lerma, Madrigalejo del Monte o Medina de Pomar son algunas de las localidades que visita y de las que deja constancia: « ¡A las altas torres altas / de Medina de Pomar! / Al aire azul de la almena, / a ver si ya se ve el mar! / ¡A las torres, mi morena!», podemos leer en su obra.
Miguel Delibes, el valle de Sedano y el famoso señor Cayo
Miguel Delibes, el gran novelista vallisoletano, se enamoró del norte de Burgos y en concreto de Sedano, un pequeño pueblo en el valle del río Moradillo, cerca de los cañones del río Ebro y el Rudrón. Así lo dejó plasmado en su libro Vivir al día: «Sedano es mi pueblo y no por la casualidad de haber nacido en él, sino por decisión deliberada de haberlo adoptado entre mil».
Hasta aquí llegó por primera vez y en bicicleta en 1942. Iba a visitar a su novia, Ángeles de Castro, y se quedó cautivado por este lugar, que describió como «un pequeño gran pueblo de Burgos, donde la gente llega a vieja comiendo manzanas y miel, los cangrejos y las truchas se multiplican confiadamente en los regatos y los conejos corren libres por el monte sin temor a la mixomatosis».
Su novela El disputado voto del señor Cayo, posiblemente la más famosa, fechada en1978, también se ubica en este valle, en concreto en Cortiguera. Es otro pueblo indispensable del llamado “territorio Delibes” burgalés y en él es posible ver aún la casa del vecino que inspiró a Cayo, a quien años más tarde dio vida en el cine Paco Rabal en la adaptación cinematográfica que dirigió Antonio Giménez-Rico en el año 1986.
Camilo José Cela y Judíos, moros y cristianos
El Nobel de Literatura Camilo José Cela publicó en 1956 el libro de viajes más popular de la segunda mitad del siglo XX: Judíos, moros y cristianos. En él, deja constancia de los paisajes de Castilla La Vieja y, en el segundo capítulo, Veinte leguas de Duero, recorre la zona de la Ribera del Duero, pasando, entre otros lugares, por Zuzones, el monasterio de la Vid, Peñaranda de Duero, Aranda de Duero y Roa de Duero que describe así: «A Roa se pasa por un puente de piedra de cinco ojos tirado a cordel sobre el río Duero».
Una delicia que permite al lector viajar por el espacio y el tiempo, hasta la Ribera del Duero de mitad del siglo XX.
Títulos modernos
La provincia de Burgos también ha desatado la inspiración de algunos escritores contemporáneos, inspirando libros de intriga para recomendar e inspirar una hoja de ruta de alto voltaje.
Por ejemplo, Atapuerca, la cuna del hombre europeo, da para escribir mil ensayos y producir otros tantos documentales científicos. Sin embargo, menos habitual es ambientar ahí una novela. Y así lo hizo el escritor Manuel Ríos San Martín, que publicó, en 2014, La huella del mal. En este thriller, un adolescente descubre, cuando visita el yacimiento, que una supuesta reproducción humana es, en realidad, el cadáver de una joven asesinada.
Curiosidades: la biblioteca de los 16.000 libros en un pueblo de 30 habitantes y el “Bibliotejo”
Y si hablamos de libros y de amantes de la lectura, no podemos dejar de hacerlo de la biblioteca de intercambio El Potro de Quintanalara. Un lugar que se ha convertido, por su singularidad, en uno de los espacios culturales de referencia de la provincia. No es para menos: sus 16.000 libros, en un pueblo de menos de 30 habitantes, da una pista de lo que es y significa.
La biblioteca se ubica en una pequeña edificación de piedra rehabilitada, con tejado a dos aguas, rodeada de campo. Viéndola por fuera nadie sospecharía todos los tesoros que guarda: para empezar el antiguo potro (de ahí su nombre) y, en sus estanterías de madera, miles y miles de libros que esperan ser leídos por alguno de sus vecinos o por los viajeros que pasen.
Otra singularidad en materia de libros es la del “Bibliotejo”, un bibliobús con base de operaciones en Gallejones de Zamanzas, una aldea con cuatro habitantes, y un fondo de más de 3.000 títulos. Sus salidas por todo el Valle de Zamanzas permite el intercambio de libros entre los vecinos de los distintos pueblos.