Las antiguas canteras de Hontoria-Cubillo están abiertas al público y, bajo el nombre de “Patrimonio de la Luz”, ofrecen un recorrido subterráneo que permite descubrir el origen de muchos de los monumentos de la provincia de Burgos.
De estas canteras se extrajo la piedra para construir monumentos como la Catedral de Burgos, que este año celebra su octavo centenario, la ermita visigoda de Santa María de Quintanilla de las Viñas o el castillo de la capital.
Debajo de los montes de Hontoria de la Cantera, Cubillo del Campo y Tornadijo se encuentran las canteras de las que se extrajo la piedra caliza para construir la Catedral de Burgos y otros monumentos de la provincia.
Dos de sus galerías, la de la Catedral y El Pozo, permanecen abiertas al público y ofrecen un auténtico viaje al centro de la tierra, a la historia y al origen del patrimonio burgalés. Hoy nos adentramos en ellas para sacar a la luz secretos y curiosidades de uno de los monumentos más visitados de España y única catedral del país declarada, por sí sola, Patrimonio Mundial de la UNESCO, así como de varios de sus “hermanos de provincia”, menos famosos, pero también deslumbrantes.
El origen de los
monumentos burgaleses
Afirman los historiadores que los romanos ya usaban la piedra de Hontoria para fabricar sus estelas; más adelante, en los siglos VII y VIII, esta misma piedra se utilizó para levantar la ermita visigoda de Santa María de Quintanilla de las Viñas, aunque fue ya durante el románico, cuando el desarrollo de la cantería alcanzó un gran apogeo.
A partir de ese momento, gran parte de los monumentos de la provincia tuvieron como origen la piedra blanca de Hontoria, entre ellos, la catedral gótica de Burgos, levantada hace ochocientos años.
En la capital burgalesa, la piedra de Hontoria se extiende más allá de la seo y es protagonista en innumerables casas señoriales, iglesias y palacios, además de en el castillo, en la puerta de Santa María, en la Casa del Cordón, en la iglesia de Nuestra Señora de la Merced o en el Hospital del Rey.
Han sido numerosos los escultores y maestros canteros burgaleses que han trabajado la piedra de Hontoria, tanto en sus talleres como en el interior de las galerías, hasta donde se cree que se trasladaban de vez en cuando para modelar con más facilidad el material.
Pero la historia de estas canteras no termina aquí. En los últimos cien años, ministerios, hoteles, centros comerciales y casas particulares se han construido con la piedra de Hontoria. Y todavía queda caliza para rato, puesto que la galería El Águila se sigue explotando.
El recorrido: un viaje al centro de la tierra
Actualmente están abiertas al público dos de las canteras, la Catedral y el Pozo. El resto del recorrido, formado por cerca de siete kilómetros de galerías, se irá abriendo conforme se vaya adecuando.
La cantera de la Catedral recibe este nombre porque de aquí salió la materia prima para construir la seo de Burgos. Las rampas, las columnas, las vetas de piedra y la luz natural y artificial van creando juegos de luces y sombras que trasladan al visitante siglos atrás, a la época en la que los mineros, pico y pala, extraían el preciado material o a épocas más recientes cuando se usaba la pólvora para agrandar estos espacios. Durante la Guerra Civil, esta cantera albergó munición para el ejército sublevado y se convirtió en un polvorín que se mantuvo durante décadas.
Una grúa marca el lugar donde se halla la segunda cantera, la del Pozo. Allí es posible adentrarse en la historia de la minería y descubrir cómo el trabajo ha ido evolucionando con el paso del tiempo.
La belleza y la singularidad de las galerías es tal que el espacio se ha aprovechado para rodar varios anuncios, así como para conciertos. Sentir la música resonar donde antes se escuchaban los sonidos de las palas y los cinceles golpeando la piedra es algo grande.
Después de la visita, merece la pena dedicar tiempo a conocer la zona, a contemplar la belleza de sus montes y a descubrir sus pueblos: Hontoria de la Cantera, Cubillo del Campo y Tornadijo.
Información práctica
“Patrimonio de la Luz” ofrece visitas guiadas de martes a domingo a las 10:00, a las 12:00 y a las 17:00 horas. Cada galería dispone de 1.800.000 metros cúbicos, cuenta con sistemas de ventilación natural y tiene capacidad para albergar a 1.500 personas de manera habitual, aunque ahora la visita se hace en grupos reducidos. El recorrido cumple con todas las medidas de seguridad y sanitarias estipuladas.