Los más de 7.000 años de historia que tiene Malta han hecho de este pequeño archipiélago del mar mediterráneo un verdadero paraíso en cuanto a patrimonio cultural. Varias civilizaciones han pasado por sus tierras a lo largo de los siglos, dejando a su paso un valioso legado artístico que es tratado y conservado como un tesoro por los malteses.
Así, iglesias y palacios son en sí mismos grandes exponentes de las construcciones barrocas y neoclásicas, que además albergan en su interior obras de arte de incalculable valor. Asimismo, cada año se celebra en el país el Festival Internacional de las Artes, un encuentro que reúne lo mejor de las artes visuales, exposiciones, teatro y proyectos interactivos, entre otras expresiones. Todo ello convierte a Malta en un destino de visita obligada para quienes van en busca de un turismo artístico en todas sus variantes.
Iglesias y antiguos palacios, tesoros artísticos
Una de las mayores joyas que se pueden encontrar en la isla -si no la más valiosa- es sin duda el cuadro “La Decapitación de San Juan Bautista”, la obra más famosa del pintor italiano Caravaggio. Esta obra se encuentra en la Concatedral de San Juan, en Valletta, una iglesia construida por los Caballeros de la Orden de Malta en 1578. Su austera arquitectura exterior contrasta con la riqueza de su interior, en el que destacan grandiosas columnas de mármol y frescos que decoran sus paredes y bóvedas.
Antiguos palacios también son el hogar de majestuosas colecciones y obras de arte. Entre ellos destaca el Palacio del Gran Maestre en Valletta, que en la actualidad es la sede del gobierno del país. Construido entre 1570 y 1580, en su interior se encuentra la Armería, que tiene una maravillosa colección de armaduras y más de 5.000 armas de los siglos XVI, XVII y XVIII. Asimismo, se pueden encontrar auténticas rarezas, como la armadura original que llevó el Gran Maestre Jean de la Vallette, fundador de Valletta, además de antiguos tapices y retratos de los diferentes presidentes del país, incluso se puede encontrar una pintura de la Reina Isabel II como si fuese reina de Malta.
Otros edificios históricos, como es el caso del Palazzo Falson de Mdina, alberga una curiosa colección que incluye 200 cuadros de artistas destacados, como Murillo, Anthony Van Dyck o Mattia Preti, además de mobiliario, joyas, alfombras orientales, armas, artículos de plata y más de 4.500 libros y manuscritos de gran valor. En este sentido, también hay que nombrar al Palacio del Inquisidor de Vittoriosa, una antigua construcción que recuerda la presencia de esta institución religiosa, en la que se pueden visitar sus mazmorras, celdas y estancias, que además cuenta con una exposición de objetos religiosos y del proceso de fabricación de belenes.
La Valletta de Renzo Piano
El Parlamento diseñado por el italiano Renzo Piano no pasa desapercibido tanto si eres un amante del arte como un curioso viajero. Una nueva puerta en la muralla y el nuevo Parlamento alteran la fachada de Valletta y alumbran una idea: cómo renovarse sin perderse por el camino. Se ha convertido en uno de los atractivos arquitectónicos más destacados de la ciudad y símbolo de la arquitectura vanguardista mundial. La sede del Parlamento de Malta destaca por su diseño sostenible y respetuoso con el medioambiente. Este es a la vez plaza pública y gobierno del país. Levantado para ceder terreno al paseo de los ciudadanos, está construido con la piedra caliza color miel que marca el tono cálido de los edificios de la isla. La fachada está compuesta por dibujos geométricos que reducen la contaminación causada por las emisiones de CO2 y favorece el aislamiento térmico. Valletta City Gate reinterpreta el concepto de acceso al centro histórico de la capital maltesa, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Esto es posible a través de una relectura de la historia monumental de la ciudad, combinando la tradición y la tecnología.