La región ha sido morada de numerosos linajes precolombinos cuyo legado ha llegado hasta la actualidad gracias a la labor realizada por sus herederos. Ellos han cuidado sus tradiciones y expresiones, además de conservar sus vestigios arqueológicos, que se mantienen intactos e impasibles en el tiempo.
Ir de vacaciones a Centroamérica es garantía de ver y disfrutar de hermosas playas, una naturaleza deslumbrante, trepidantes caminos para hacer senderismo, ciudades y pueblos de leyenda, una deliciosa gastronomía y la posibilidad de descubrir la vibrante Cultura Maya (2500 a. C. a 250 d. C.), una de las más fascinantes de la región junto con los incas y los aztecas. Así, Centroamérica ofrece una deslumbrante muestra de lugares en los que la cultura maya se abre al visitante con numerosas pirámides, imponentes templos y sorprendentes yacimientos, signo de una riqueza cultural única que habla por sí misma.
Belice, Guatemala, El Salvador, Honduras y los estados mexicanos de Yucatán, Campeche, Tabasco, Quintana Roo y la zona oriental de Chiapas, conforman el territorio donde viven cerca de seis millones de descendientes de la milenaria cultura maya. Por ello, Centroamérica es un destino ideal para conocer en primera persona la huella de esta asombrosa cultura, que dejó sus vestigios y señales de generación en generación mostrando toda su plenitud.
De hecho, la región alberga un amplio elenco de etnias a lo largo y ancho de su geografía, donde pueden encontrarse los Lenca, Tolupanes, Maya Chortis, Payas, Tawahkas, Misquitos, Sumo, Rama, Ulwas, Marribio, Chorotega, Nagrandano, Nicarao, Sutiaba, Matagalpa, Chontal, Guatusos, Quitirrisí, Malekú, Bribri, Talamancas, Emberá, Nagate y los artísticos Kuna.
Uno de los complejos de ruinas mayas más espectaculares, con más de 3000 en total, se puede encontrar en Tikal, situado en las selvas tropicales del norte de Guatemala, la ciudad más grande del mundo maya con algunos de los edificios que datan del siglo IV a.C. Además de este extraordinario lugar, el viajero puede maravillarse explorando sitios y parques arqueológicos como El Mirador – Río Azul, Uaxactun, Yaxha-Nahum-Naranjo, Quirigua, Tak´alik AbÁj, Iximche en Chimaltenango, Zaculeu en Huehuetenango y la Danta, la pirámide más grande del mundo antiguo por sus dimensiones de ancho y alto. Estas impresionantes edificiaciones yacen entre la selva guatemalteca del Petén.
Si Tikal es el punto más deslumbrante del mundo maya para Guatemala, Copán lo es para Honduras. Considerada como el París del mundo Maya en Centroamérica, las Ruinas de Copán están situadas al occidente de Honduras lindando con la frontera de Guatemala. Estos restos arqueológicos constituyen una de las fuentes más importantes de información en referencia a la antigua civilización, que la convierten en el sitio Maya más estudiado de Centroamérica. Ubicadas en el sur de lo que se conoce como La Ruta Maya, las Ruinas de Copán alcanzaron su esplendor entre los siglos V y IX de nuestra era y fueron reconocidas por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad en 1980. Destaca en el Parque Arqueológico de Copán Ruinas, la Escalinata de Jeroglíficos, que contiene el texto escrito más extenso del mundo y que cuenta con más de 2000 signos o glifos, que así es como se denomina a la escritura maya.
Cuando se trata de cantidad y variedad de ruinas mayas, Belice ocupa el primer lugar y podría ser considerada como epicentro de la Cultura Maya. El país cuenta con más de 600 sitios mayas, entre los cuales pueden encontrarse Xunantunich, Caracol, Lamanai, Cahel Pech, Altun Ha y Lubaantun. Caracol, en el distrito de Cayo, era la ciudad maya más grande de Belice y uno de los aspectos más destacados es Cana, una pirámide de 42 metros de altura.
La ventaja de recorrer los sitios mayas en El Salvador es que se encuentran bastante cerca unos de otros en este pequeño país. Joya de Cerén, aldea agrícola apodada la Pompeya de América por ser enterrada también bajo cenizas volcánicas, ofrece una increíble perspectiva de la vida agrícola maya. Por su parte, Tazumal, a unos 60 km al oeste de la capital San Salvador en Chalchuapa, está considerada entre las ruinas mejor conservadas de El Salvador y con la estructura piramidal más alta. El tercer sitio interesante del patrimonio maya es San Andrés en el Valle de Zapotitán y uno de los restos más importantes de la civilización prehispánica. Las ruinas también fueron parcialmente enterradas por la erupción volcánica de 1658, pero hoy se han excavado secciones, incluidas siete estructuras enigmáticas, como el complejo Acrópolis.