Acantilados de vértigo, entre los que se encuentra el mayor de Europa, además de miradores remotos convierten la isla en uno de los lugares con las panorámicas más espectaculares que cualquiera pueda imaginar.
Sus empinadas faldas montañosas y valles interiores proporcionan un conjunto idóneo de miradores desde los que divisar paisajes de impresión, la inmensidad del mar y, en algunos casos, el resto de las islas del archipiélago.
Madeira es naturaleza en estado puro. Y, sin duda, sus escarpados acantilados y sus miradores más remotos, entre los que entre los que se van sucediendo las diversas poblaciones que componen la población de la isla y que se dibujan a lo largo de toda su costa, la convierten en un lugar único y fascinante para todo aquel que la visita.
También sus empinadas faldas montañosas y sus valles interiores situados en el corazón de la isla proporcionan un conjunto idóneo de miradores desde los que divisar paisajes espectaculares, la inmensidad del mar y, en algunos casos, el resto de las islas que forman el archipiélago. Si quieres ver o fotografiar algunas de las mejores vistas del mundo, estás en el lugar adecuado. Tu cuenta de Instagram podrá dar fe de ello.
Mirador da Eira do Serrado
Situado a 1.095 metros de altitud, en el interior montañoso del municipio de Câmara de Lobos, en el corazón de la isla, ofrece unas impresionantes vistas panorámicas del pintoresco pueblo Curral das Freiras, así como de las grandiosas montañas del macizo central que la rodean. Esta parroquia, gracias a su inaccesibilidad, acogió a las monjas fugitivas de los bucaneros que atacaron la isla de Madeira, en el siglo XVI. Además, de unas vistas inigualables, en el Mirador da Era do Serrado se disfruta de una tranquilidad absoluta y de una naturaleza casi virgen y salvaje. Para llegar hasta allí, tienes que ir a través de un camino que parte de Estalagem Eira do Serrado.
Mirador da Beira da Quinta
Es uno de los miradores más recónditos de Madeira. Situado en la parte norte de la isla, en la carretera que comunica São Jorge y Ponta Delgada, en la parte norte de la isla, ofrece una estampa típica de esta zona de Madeira. Desde aquí, además de los acantilados de alta mar, se puede observar la depresión triangular del Arco de São Jorge. El juego de luces y sombras que se producen debido a los valles y montañas, así como los acantilados entre los que se encuentran las poblaciones cercanas, transmiten unos colores tan intensos que son una verdadera maravilla. Además, en días despejados, se puede divisar la vecina Porto Santo.
Mirador de Eira Da Achada (Ribeira da Janela)
Te quedarás sin palabras. Desde este punto podrás disfrutar de vistas deslumbrantes sobre toda la costa norte de la isla de Madeira. Sin duda, es uno de los miradores más bonitos del Noroeste de Madeira, situado entre Seixal y Porto Moniz. El Mirador de Eira da Achada, dotado con diversas instalaciones, como áreas de picnic y sanitarias, nos muestra una deslumbrante vista sobre la costa norte de la isla de Madeira. Situado en la cima de la parroquia de Ribeira da Janela, fue inaugurado en 2009 y sus obras potenciaron Eira da Achada con un atractivo no solo para los visitantes, sino también para los residentes.
Mirador Veu Da Noiva
A pocos kilómetros de Seixal se encuentra el mirador de Veu da Noiva (Velo de la Novia) uno de los paisajes más fotografiados de Madeira. No hace falta decir mucho sobre este maravilloso mirador, simplemente que debe su nombre a una cascada natural que sale de entre las rocas del acantilado directo al mar y que, debido a su altura y la carga de agua que corre costa abajo, crea una imagen similar al velo de una novia. No es de extrañar que sea uno de los más populares de la isla. En este mirador, podrás disfrutar de una agradable vista sobre el Atlántico y los márgenes de la costa norte de Madeira.
Mirador Do Cabo Girao
Situado en el acantilado más alto de Europa, a 580 metros de altitud, ofrece unas vistas vertiginosas de las fajãs de Rancho y Cabo Girão —pequeñas áreas de tierra cultivadas al pie del acantilado— y magníficas vistas panorámicas del océano y de los municipios de Câmara de Lobos y Funchal. El mirador ha sido objeto de obras de acondicionamiento, y en él se ha construido una plataforma de cristal suspendida, no apta para quienes sufran de vértigo. Se trata, además, de un lugar privilegiado para practicar parapente y salto BASE. Recientemente, el paracaidista portugués Mário Pardo efectuó desde aquí un espectacular salto en moto. Como curiosidad, en los alrededores se encuentra la Capilla de Nuestra Señora de Fátima, construida en 1951 y uno de los principales lugares de peregrinación de la isla.