Relleno de nata o trufa, mojado en chocolate o simplemente tal cual, el roscón de Reyes es uno de los símbolos de las fiestas navideñas, por lo que encontrar uno rico de verdad que no nos estropee el momento es casi tan importante como no quemar el cordero o derramar el vino.
El roscón es el dulce que pone el punto y final a las fiestas navideñas, pero está tan rico que pocos son capaces de resistirse a comerlo antes de tiempo, tan esponjoso, levemente aromatizado, coronado por crujiente azúcar, almendras laminadas y un toque de fruta escarchada. Y aunque sabemos que hay roscones de una gran calidad, uno de los mejores de Madrid, el de Levaduramadre Natural Bakery.