El legado de las antiguas civilizaciones que habitaron cada uno de los países de la región está presente en los diseños, materiales y motivos de sus souvenirs más característicos.
Los países de Centroamérica y República Dominicana tienen una extensa tradición artesanal, pudiendo encontrar en todos ellos sitios pintorescos y mercados con objetos de este tipo.
Visitar Centroamérica, así como pasar unos días de vacaciones en República Dominicana, es una experiencia que merece cerrarse con un broche de oro: llevarse un pedazo de la cultura de cada destino a través de sus souvenirs. Aunque comparten ciertas similitudes, cada país cuenta con su catálogo de productos más representativos de su historia y cultura.
Este país cuenta con una extensa tradición artesana y es típico encontrar productos elaborados a base de paja, bambú o de madera tallada pintada en colores vivos. El legado cultural de Belice, influido por las tribus mayas y garífunas, se muestra en sus piezas de artesanía. Pueden escogerse objetos tribales como máscaras, tambores africanos o muñecos para llevarse un pequeño pedazo de estas ancestrales culturas a casa. Sin embargo, el catálogo de objetos artesanos se extiende también a cestos, hamacas, artículos de cerámica, bisutería o calzado elaborados a mano. Para los amantes del buen beber, una botella de ron beliceño es una de las mejores opciones de souvenirs de este país, siendo el más representativo el One Barrel Rum.
La artesanía es también muy importante en Guatemala, con una oferta que destaca los textiles de colores vivos; las piezas tribales como las máscaras indígenas; la cerámica maya o la joyería de jade, una de las piedras más abundantes en las minas guatemaltecas. Por otro lado, como productor cafetero, es esencial llevarse una muestra de café guatemalteco como recuerdo. Tampoco puede faltar una botella de Ron Zacapa, uno de los productos más típicos del país, y de Quetzalteca, su aguardiente más famoso.
El barro es uno de los materiales más utilizados en la artesanía local de El Salvador, por lo que la mayoría de souvenirs estarán elaborados a partir de este material: desde ollas, cántaros y otros materiales de cocina a figuras decorativas con motivos florales, animales o muñecos entre otros. Existe, además, un objeto hecho de metal que representa a El Salvador: el corvo o machete, de uso extendido en los históricos jornaleros y campesinos del país o la tradicional elaboración de prendas teñidas con añil.
El arte primitivista es la corriente artística más representativa de Nicaragua. Sus pinturas destacan por sus vivos colores y sus constantes referencias a la naturaleza, la vida en el campo o el folclore local. Los objetos artesanos de cuero, como las pulseras, el calzado o los bolsos también son típicos souvenirs del país junto con los característicos objetos de cerámica negra.
La artesanía costarricense se caracteriza, sobre todo, por sus piezas hechas de madera de los bosques tropicales. Los souvenirs de Costa Rica hacen constantes referencias a los tucanes, uno de sus animales emblema; a los volcanes que integran su geografía, y a las carreteras pintadas, uno de sus símbolos nacionales -en 2005, la tradición del boyeo y la carreta fue declarado patrimonio Intangible de la Humanidad por la Unesco. Además, no solo se pueden encontrar regalos en los mercados artesanos, donde también abundan los artículos de cerámica con motivos tradicionales, sino que es casi imperativo llevarse como recuerdo un poco de café de algunos de los productores locales de esta bebida.
El país cuenta con tal riqueza cultural que lo convierte en un territorio multiétnico donde comprar recuerdos pertenecientes a varias civilizaciones ancestrales. En lo que a artesanía se refiere, los souvenirs suelen estar hechos de madera, siendo característicos los instrumentos musicales, aunque también abundan los objetos de alfarería blanca y negra y la bisutería de plata y bronce. Los puros hondureños, junto con el café arábica son, también, dos de los productos más representativos del país.
La etnia Guna ejerce una gran influencia en uno de los productos más típicos de este país: las molas, un textil confeccionado a mano a partir de coloridos diseños geométricos y con una técnica de cosido por capas. Dentro de las molas, se pueden encontrar desde piezas de ropa para vestir hasta paños, cintas o parches. Otro de los souvenirs más característicos es el típico sombrero panameño, creado de forma artesanal en varios mercados del país. Este complemento está hecho de paja, es de color claro y tiene un tacto sedoso.
Los objetos de artesanía taína, una antigua civilización que vivió en la isla, son de los productos más representativos de la República Dominicana. Estas figuras suelen tener colores llamativos y responden al folclore y las deidades taínas. En lo que a bebidas se refiere, es imprescindible guardar un hueco en la maleta para una botella de ron dominicano y otra de Mamajuana, elaborada a partir de miel, raíces y ron. Otros souvenirs importantes de la isla son también la joyería y artículos elaborados con piedra ámbar, el café y el cacao.