El aeropuerto con el aterrizaje más espectacular del mundo está en Irlanda, y concretamente en Donegal, en el norte del país. Cada año numerosos rankings y listados de medios de comunicación y empresas lo sitúan como el más impresionante del planeta.
Este 2020, por ejemplo, ha vuelto a liderar (y ya van tres consecutivos) la popular lista que hacen cada año los usuarios de PrivateFly. Y no es de extrañar; la variedad y contrastes del paisaje que se puede ver desde cielo mientras se produce el descenso en avión a la bahía de Donegal parece un sueño.
El azul esmeralda del Océano Atlántico, las verdes islas, la majestuosidad de la montaña y las impresionantes playas de la famosa Ruta Costera del Atlántico dominan un paisaje único que bien merece este título.
Disfrutar de estas vistas es fácil si se vuela desde Irlanda o Reino Unido, principales conexiones con el aeropuerto de Donegal. Por ejemplo, desde Dublín podemos llegar en vuelo directo en menos de 40 minutos. El aeropuerto de Donegal está situado en Carrickfinn, Kincasslagh, en la costa oeste y aproximadamente a 1 hora de la ciudad de Donegal.
Donegal, un condado de ensueño
Donegal es además el condado más grande de Irlanda (después de Cork), por lo que quizá no es de extrañar la gran diversidad que esconde. La región es conocida por sus paisajes naturales intactos, su entorno marítimo, una importante industria pesquera y singulares islas de cuento. Montañas como la de Errigal se alzan sobre parques forestales, lagos, y ríos llenos de peces.
Uno de sus iconos es el Parque Nacional de Glenveagh, donde los montes Derryveagh enmarcan un valle que encajaría a la perfección con leyendas como la de “El Señor de los Anillos” de JRR Tolkien. Tampoco podemos olvidar los espectaculares acantilados de Slieve League, que con una caída de 600 metros hasta la bahía de Donegal, se encuentran entre los más altos de Europa.
Donegal es además reconocida por atesorar un rico patrimonio irlandés en forma de folclore y tradiciones como la música y las danzas tradicionales. Sin duda, uno de los destinos irlandeses más especiales, diversos y con más encanto.