¡Había una vez un circo…
Todo comenzó en 1847, cuando Thomas Price, un acróbata y caballista irlandés, presentó en Madrid en el Circo de Paul Laribeau, su compañía gimnástica y ecuestre, junto a su hijo Carlos Price.
Que alegraba siempre el corazón…
Madrid llevaba más de una década disfrutando del espectáculo circense y Thomas Price decidió inaugurar el suyo en junio de 1860
Madrid llevaba más de una década disfrutando del espectáculo circense y Thomas Price decidió inaugurar el suyo en junio de 1860, en el paseo de Recoletos. Nació así el Circo de Price, que en 1876 se trasladó a la Plaza del Rey, donde permanecería por más de cien años.
Lleno de color, mundo de ilusión…
Thomas murió en 1877 y su hija adoptiva, Matilde de Fassi, su esposo William Parish y los hijos de estos, Leonard y Victoria Parish, se hicieron cargo del negocio familiar. Como artistas de circo y conocedores del mundo del espectáculo, mantuvieron el legado por otros cincuenta años más, hasta finales de 1930. Tiempo en el que se conoció indistintamente como Circo de Price o Circo de Parish.
Pleno de alegría y emoción…
Una necesaria remodelación en 1880, lo convirtió en un circo estable referente de la cultura madrileña y en un punto de encuentro para la sociedad, incluida la familia Real y el escritor Ramón Gómez de la Serna.
Había una vez un circo…
Los programas del Price se caracterizaron por mostrar extraordinarios números circenses, realizados por famosos artistas y troupes de todo el mundo. Clowns como Tony Grice, los Fratelinni o Pompoff y Thedy, y la funámbula italiana Maria Spelterini, fueron algunos de ellos. Además, fue escenario de temporadas de zarzuela y ópera, y de veladas de lucha grecorromana y boxeo.
Que alegraba siempre el corazón…
Los Parish fueron pioneros en celebrar bailes de máscaras y soirées fashionables –donde la aristocracia exhibía las galas de primavera–, en crear funciones para el público infantil, para forasteros y benéficas para huérfanos y pobres, en usar el animatógrafo –días antes de que el cinematógrafo de los Lumière llegara a la ciudad–; y en fundar Eco Artístico, la primera Revista de Espectáculos de España.
Sin temer jamás al frio o el calor…
Hasta aquí, setenta años de una historia familiar que demuestra el amor por el circo.
El circo daba siempre su función…
El dueño del Gran Circo Americano y socio de Leonard Parish, Mariano Sánchez Rexach, tomó las riendas del Circo de Price a finales de 1930
El dueño del Gran Circo Americano y socio de Leonard Parish, Mariano Sánchez Rexach, tomó las riendas del Circo de Price a finales de 1930. Luego, por la guerra, los daños al edificio por los bombardeos y la muerte del director, quedó temporalmente inactivo de 1936 a 1939. Fue gracias a la reconstrucción y a la gestión del empresario Francisco Perezoff, que en 1940, abrió nuevamente al público.
Siempre viajar, siempre cambiar…
Es a partir de 1941, bajo la dirección de Juan Carcellé, Arturo Castilla y Manuel Feijoo, cuando el Price se convirtió en la “Catedral del Circo Español”, que además viajaba por España con su versión itinerante.
Pasen a ver el circo…
Al programa se incorporaron novedades nacionales e internacionales, atendiendo a la idea original de los fundadores, la evolución artística de los números circenses y la situación política del país. Una de las grandes atracciones durante la mitad del siglo pasado, fue “Charivari en la Pista”, una creación de Carcellé que mezclaba circo y variedades.
Otro país, otra ciudad…
Entre otros, fueron un deleite para los espectadores, grandes figuras como los clowns Grock, Ramper, Charlie Rivel, los hermanos Cape, los Hermanos Díaz, Zampabollos y Nabucodonosorcito, Gaby y Fofó, el faquir Daja-Tarto, la humorista Mary Santpere, la supervedette Manolita Chen, el mago Richiardini y algunas de las mejores trapecistas del mundo, Pinito del Oro y Miss Mara.
Pasen al ver el circo…
El Price también dio espacio para celebrar el Gran festival mundial de circo –que solo agrupaba a los mejores–, el Gran campeonato mundial de baile de resistencia –que alcanzó las mil horas sin parar–, conciertos de rock, festivales gimnásticos, y, campeonatos internacionales de boxeo, lucha femenina grecorromana, lucha libre americana y Catch as Catch Can. Por su parte, el público infantil recibía regalos y podía interactuar con los artistas y animales.
Es magistral, sensacional…
Uno de los íconos de la cultura española de los siglos XIX y XX, realizó su última función el 12 de abril de 1970. Meses después el edificio fue demolido. Esto sucedió hace cincuenta años.
Pasen a ver el circo…
Las matinales del Price
El 18 de noviembre de 1962 se iniciaron las que llegaría a ser populares Matinales del Price, a iniciativa de Pepe Nieto (batería del grupo Los Pekenikes) y su hermano, el periodista Miguel Ángel Nieto. Se trataba de sesiones de música pop (en aquel momento incipiente en España), celebradas las mañanas de los domingos, con gran aceptación por parte de los jóvenes del momento. Actuaron artistas como Mike Ríos, Micky y Los Tonys, Albert Hammond o Los Diablos Negros. Tras 29 sesiones, fueron clausuradas como consecuencia de una campaña en su contra por parte del Diario Pueblo.Tras ello, el Price inició un lento declive —común al movimiento circense en general en aquellos años—, hasta que fue clausurado, vendido y derribado en 1970.
En 2007, el Ayuntamiento de Madrid recuperó el Teatro Circo Price, como circo estable de la ciudad
Somos felices al conseguir a un niño hacer reír…
El Price del siglo XXI
En 2007, el Ayuntamiento de Madrid recuperó el Teatro Circo Price, como circo estable de la ciudad, bajo la gerencia de Tato Cabal y la coordinación artística de Joan Montanyés en un nuevo edificio ubicado en la Ronda de Atocha.La inauguración se realizó con el espectáculo Charivari, puesto en escena por Joseph Bouglione, director del Cirque d'hiver de París (Francia), además de las actuaciones de Manuel Álvarez (premio Nacional de Circo en 2004), Suso Clown (premio Nacional de Circo en 2003) y la compañía brasileña Neves (premio especial del Jurado del Festival de Massi en 2006), que se presentaba en España por primera vez. Desde 2009 hasta su fallecimiento en 2013, Pere Pinyol fue el responsable de la dirección artística del Price.
Había una vez un circo…
El nuevo edificio
El conjunto cultural que acoge el nuevo Price está formado por varias piezas poliédricas, como prismas de base rectangular, circular y trapezoidal; encajadas en secuencia que conforman seis edificios, rodeados de espacios al aire libre, con entradas por la Ronda de Atocha y la calle Juan Sebastián Elcano.
Que alegraba siempre el corazón…
En el centro del complejo está ubicada una sala de circo circular adaptable para teatro, con una pista cuyo diámetro puede pasar de los 13 a los 21 metros, con un escenario de estilo italiano, plataformas elevables para foso, escena y orquesta. El edificio combina elementos originales del pasado industrial del edificio de estilo neomudéjar con estructuras modernas, como la cubierta de tambor que es un muro circular de cristal. Esta gran sala actúa como eje de las diferentes estancias del complejo.
Que alegra siempre el corazón!
Las instalaciones tienen capacidad para 2000 espectadores y la posibilidad de acoger diferentes actividades, como talleres y exposiciones que plasmen la diversidad en la evolución del arte.