El 1 de julio reabrirá sus fronteras Portugal, que se posiciona como uno de los destinos más interesantes para aquellos españoles que quieran viajar al extranjero.
Hace ya casi 40 años, Siniestro Total decía aquello de “menos mal que nos queda Portugal”. ¿Quién iba a decir a estos rockeros gallegos que el título de su tercer disco iba a estar más vigente que nunca en el año 2020?
El hecho de poder viajar hasta allí en coche (Portugal y España comparten más de 1.200 kilómetros de frontera, la más larga entre dos países de la Unión Europea), sus enormes atractivos turísticos, su semejanza cultural e idiomática y, por qué no decirlo, sus asequibles precios, hacen de Portugal uno de los destinos más buscados y demandados de cara a este verano tan particular para el sector turístico.
No en vano, Portugal ya fue el verano pasado el quinto país más popular entre los españoles, según las estadísticas de Civitatis, y este estío aspira a convertirse en el país extranjero más visitado por los españoles. Por ello, la compañía líder en la venta de visitas guiadas, excursiones y actividades en español por todo el mundo propone 10 planes para disfrutar de Portugal este verano.
Decía Amalia Rodrigues, la gran diva del fado, que este “no se comprende, no se explica: se siente”. Y para sentirlo, ¡nada mejor que hacerlo en las calles que lo vieron nacer! Lisboa es la Meca de esta expresión musical, tan melancólica como emotiva y, sobre todo, representativa del país vecino. Un free tour del fado por la capital portuguesa te permitirá descubrir sus orígenes y principales artistas, pero para sentirlo no hay nada mejor que recorrer las calles de los barrios de Mouraria, Chiado o la Alfama y, por supuesto, disfrutar de la música de los fadistas con un espectáculo en directo.
Oporto es un destino muy popular por muchísimas razones: sus monumentos están repletos de historia, sus calles son pintorescas y coloridas, sus atardeceres en el barrio de la Ribeira son difíciles de olvidar, sus precios son muy pero que muy interesantes… Y su gastronomía es espectacular. Y si hablamos de gastronomía en Oporto, esta tiene nombre propio: ¡la francesinha! Por menos de 10 € podrás disfrutar de una bomba calórica compuesta por pan de molde, diversos embutidos, un filete de ternera, queso gratinado, huevo frito y aderezado con una salsa picante hecha a base de cerveza y tomate. Este sándwich tan contundente como delicioso ha logrado convertirse en una buena razón para viajar a Oporto, ¡y en cuanto lo pruebes descubrirás por qué! Ah, y si eres vegetariano no te preocupes, ¡también hay versión veggie y está igual de rica!
Uno, dos, tres, cuatro, cinco… En el Santuario del Bom Jesus de Braga podrás contar hasta quinientos treinta y siete escalones, un pequeño (y placentero) via crucis que te dejará con la boca abierta al descubrir uno de los templos más hermosos de todo Portugal. De hecho esta era la intención del arquitecto, emular aquel momento de la vida de Jesucristo a través de esta particular escalinata repleta de capillas y esculturas que te dejarán sin aliento (dependiendo de cómo apriete el sol puede que incluso literalmente). Si quieres exprimir al máximo este santuario, lo ideal es que reserves un free tour para descubrir su historia, anécdotas y particularidades.
Al sur del Portugal se encuentra una región cuyo nombre es sinónimo de turismo: el Algarve. Todo aquel que recorre su territorio averigua rápidamente por qué es la provincia más visitada de Portugal con más de nueve millones turistas extranjeros anuales: sus kilométricas playas o localidades tan animadas como Faro, Tavira u Olãho serían razones más que suficientes. Aun así a esto hay que añadirle pequeñas calas tan secretas como impresionantes, acantilados que dibujan un paisaje inolvidable, una gastronomía deliciosa y algunas maravillas naturales como las cuevas de Ponta da Piedade o Benagil o el Parque Natural de Ría Formosa.
“Aqui nasceu Portugal” (“aquí nació Portugal”) es la inscripción que da la bienvenida a todo aquel que visita Guimarães, una exquisita ciudad medieval a menos de una hora de Oporto. Esta frase ostentosa se explica porque fue en Guimarães donde nació Alfonso Enríquez, el primer rey de Portugal, en el año 1109. La importancia histórica de la ciudad ha quedado reflejada con el paso de los siglos en lugares como el Palacio de los Duques de Bragança, la antigua iglesia de San Miguel, el convento de Santa Clara o el Convento de Guimarães, “la cuna de Portugal”. Las casi tres horas que dura el free tour por Guimarães te permitirán conocer prácticamente la localidad de su caso histórico, tan concentrado como pintoresco.
También muy cerca de Oporto se encuentra el Valle del Duero, la región donde se cultiva la uva del mundialmente reconocido vino de Oporto. Además de las visitas a bodegas o catas de este exquisito caldo, el Valle del Duero es ideal para todos aquellos amantes de la naturaleza y la tranquilidad por sus paisajes que, en algunos casos, llegan a recordar a las terrazas de arroz del Sudeste asiático.
A menos de 50 kilómetros de Lisboa se encuentra una de las maravillas naturales de Portugal, el Parque Natural de la Arrábida. Con casi 8.000 hectáreas, este parque natural a orillas del Océano Atlántico hará las delicias de los amantes de la aventura y la naturaleza, pues en él se pueden llevar a cabo actividades como vuelos en parapente, snorkel ¡e incluso avistamiento de delfines! Todo ello aderezado, además, con cierto aura de tranquilidad y exclusividad, ya que a pesar de encontrarse tan cerca de la capital portuguesa, suele ser una zona poco explorada por el turismo extranjero.
Coímbra no es solo la ciudad universitaria de Portugal por antonomasia, sino que también es una de las localidades con mayor historia del país y, también, una de las que cuenta con un casco histórico mejor conservado. Aun así, sería absurdo obviar su carácter universitario: la visita guiada por la Universidad de Cóimbra, la más antigua del país, es una de las actividades más interesantes que puede realizarse en esta ciudad, y cuando cae la noche, Coímbra tiene fama de albergar una de las vidas nocturnas más animadas del país vecino.
La localidad pesquera de Nazaré, en el centro de Portugal, puede presumir de ser uno de los mejores emplazamientos de Europa para la práctica del surf. El secreto de estas olas gigantes, que en ocasiones llegan a superar los 20 metros de altura, parece radicar en el Cañón de Nazaré, un valle submarino de casi 5.000 metros de profundida que se extiende a lo largo de más de 200 kilómetros, convirtiendo así a este pintoresco pueblo en uno de los puntos de peregrinaje de miles de surferos año tras año. Además, dejando a un lado la tabla de surf, los más devotos podrán aprovechar para acercarse a visitar el Santuario de Fátima, a 50 kilómetros de la localidad.
El último plan queda reservado para aquellos que estén dispuestos a subirse a un avión, ¡pero desde luego serán recompensados con creces! El archipiélago de las Azores o la Isla de Madeira, ambos ubicados en pleno Océano Atlántico, parecen rivalizar por ver cuál ofrece la naturaleza más exhuberante y el paisaje más espectacular del territorio luso. Por suerte, el único beneficiado de este pique es siempre el turista que se anime a visitar estas islas y disfrutar de sus maravillas naturales.