Al sur de la provincia de Burgos, situada sobre la cuenca del río más importante del noroeste de la península, la Ribera del Duero es una comarca que engancha. Una tierra de vastas y onduladas lomas que albergan el tesoro de sus cepas, el secreto mejor guardado de unos viñedos que, año tras año, dan lugar a algunos de los mejores vinos de nuestro país. Pero no solo del cultivo de la vid se nutre este territorio.
La Ribera del Duero es también un lugar histórico que alberga un rico y denso patrimonio en sus pueblos y villas, herederos de un grandioso pasado. De la enigmática aura que desprende la antigua ciudad romana de Clunia a la innovación del pionero Museo de los Aromas en Santa Cruz de la Salceda, vale la pena pararse a descubrir este trocito de la región burgalesa.
Un lugar para dejarse llevar a través de los sentidos
Rodeado por un cautivador entorno que protagonizan viñas y dehesas, en Santa Cruz de la Salceda se encuentra el Museo de los Aromas. Este espacio único en Europa combina una parte lúdica, de disfrute en el reconocimiento y el análisis de diferentes aromas, y otra didáctica relacionada con la investigación sobre el olfato. Diseñado como una casa con todas sus estancias, cada una de ellas propone al público el reto de comprobar su destreza en el reconocimiento de una colección de hasta 92 aromas con los que disfrutar, recordar y aprender.
Viaje al pasado romano de Hispania en Clunia
En el término de Peñalba de Castro, se sitúa Clunia, un impresionante yacimiento que alberga las ruinas romanas mejor conservadas de toda Europa. En su día una de las ciudades más importantes del norte de la Hispania romana, ofrece hoy una retrospectiva única a través de los restos arqueológicos de un teatro y otras edificaciones civiles como el foro, las termas y casas domésticas. Cabe destacar el conjunto de mosaicos magníficamente conservados con que cuenta.
Descubriendo el encanto de los sabores de antaño en Peñaranda de Duero
Con un pequeño tamaño que contrasta con un gran conjunto monumental, Peñaranda de Duero es un auténtico tesoro que guarda la comarca burgalesa de la Ribera del Duero. Declarado Monumento Histórico-Artístico, tiene en la Plaza Mayor su epicentro, flanqueado por algunos de los más bellos ejemplos de la arquitectura popular, como lo es el Palacio de los Condes de Avellaneda o la Excolegiata de Santa Ana. Sobre la cima de un cerro, domina imponente el paisaje peñarandino su Castillo, una fortaleza que se remonta a los siglos X y XI.
A cinco kilómetros de Peñaranda, en la localidad de Zazuar, se encuentra la Casa Rural Los Tulipanes. Con seis habitaciones y capacidad para entre 12 y 14 personas, es el lugar perfecto para quienes “disfrutar de la piscina cubierta y de la barbacoa del jardín”, comenta su propietaria, Ana Belén Velasco, quien propone, además, a sus huéspedes una visita a la Iglesia de San Andrés y a las curiosas bodegas subterráneas del centro de Zazuar.
Moradillo de Roa, un paraíso subterráneo
Historia viva y patrimonio en Caleruega
Al sureste de Burgos, Caleruega, considerado uno de los pueblos más bonitos de España, sobresale por su particular encanto y su valor histórico, especialmente por haber sido cuna del célebre Santo Domingo de Guzmán, fundador de los dominicos. Cuenta con importantes conjuntos monumentales como el Torreón de los Guzmanes, que data del siglo X; el Real Monasterio de Santo Domingo de Guzmán, del siglo XIII; o la Iglesia de San Sebastián, de principios del siglo XII y de estilo románico. Se trata también de una importante encrucijada, donde se pueden observar vestigios de la antigua calzada romana que unía las ciudades de Zaragoza y Astorga. Asimismo, como no podría ser de otra forma en una región consagrada al vino, las laderas del Monte de San Pedro, la Peña San Jorge, el Pico de la Horca y el Tallar, que circundan el lugar, albergan numerosas bodegas.