En Navarra, la Navidad es una mezcla de tradiciones centenarias, ritos paganos, celebraciones modernas y visitas de personajes muy populares. Uno de los más queridos es el Olentzero, un carbonero tripudo y bebedor que cada 24 de diciembre baja del monte para anunciar la llegada del Niño Jesús y repartir regalos. También la llegada del nuevo año viene acompañada de singulares ritos. En Nochevieja, los jóvenes de la localidad de Urdiain recogen agua de la fuente y la ofrecen a las autoridades y vecinos a cambio del aguinaldo; y en Sangüesa, el 6 de enero se celebra el Misterio de los Reyes Magos, uno de los cinco autos sacramentales que se conservan en España.
La primera cita importante del calendario navideño de Navarra tiene lugar el 24 de diciembre. Horas antes de celebrar la tradicional cena de Nochebuena, muchas localidades navarras, entre ellas Pamplona, salen a la calle para recibir a Olentzero, un carbonero tripudo y bebedor que baja del monte para anunciar el nacimiento de Jesús y repartir regalos a los pequeños de la casa. El Olentzero puede ser un muñeco o una persona, suele llevar la cara tiznada, una pipa y una boina y va sentado en una pequeña plataforma que es portada en andas por el grupo que lo acompaña. La comitiva, vestida normalmente con trajes de caseros y caseras vascas, va recorriendo las calles mientras entona villancicos populares al son de los txistus y fanfarres.
Pero el Olentzero no será el único atractivo de la capital navarra durante estas fechas. La música, los títeres y el karaoke serán los protagonistas indiscutibles del programa navideño de Baluarte: una docena de espectáculos entre los que destacan el “Cascanueces acrobático”, la nueva propuesta del Ballet de San Petersburgo (21 de diciembre), la versión renovada de la Ópera de Cámara de Navarra de “El flautista de Hamelín” (26 y 27 de diciembre), el concierto de gospel de Mississippi Gospel Choir (29 de diciembre) o el gran concierto de Año Nuevo a cargo de la Orquesta Filarmonía (6 de enero). Además, el auditorio Baluarte acogerá las tradicionales exposiciones de belenes y trenes y para el público joven, un espectáculo de títeres “Gorgorito y los indios Machakao” (2, 3 y 4 de enero), y la versión de cine y karaoke de la película Grease, “Grease Sing Along” (3 de enero).
Quienes quieran aprovechar su visita a Pamplona para hacer algún que otro regalo no deben perderse la Feria de Navidad de la plaza de toros. Hasta el próximo 6 de enero, podrán adquirir todo tipo de productos artesanales y alimenticios, ropa y complementos en los numerosos puestos instalados para la ocasión.
Por otro lado, tres son los escenarios navideños que no puede perderse el público infantil: el Teatro Gayarre con el Ciclo de Teatro en Familia (del 26 al 4 de Enero); el recinto ferial de Navarra (Refena), donde se encuentra Navipark, una feria pensada para los más pequeños con hinchables, películas, juegos y un sinfín de actividades infantiles; y la pista de hielo instalada en la antigua estación de autobuses.
Tradiciones y ritos para empezar el año con buen pie
Los aficionados al running pueden disfrutar del ambiente e incluso participar en las muchas “Sansilvestres” que se realizan el día 31, como las de Pamplona, Lerín o Tudela. Pero si prefiere revivir dos de las tradiciones más populares y antiguas de Navarra, su destino es Bera y Urdiain.
En Bera, todavía se mantiene el “Glin-Glan”, una celebración en la que los jóvenes y niños salen a cantar en busca de alimentos, y el “Diostesalve”, un recorrido por las calles en el que sus participantes cantan coplas para despedir el año.
En Urdiain, el “Rito del Agua” se ha celebrado siempre para enterrar el año que termina y desear felicidad para el que nace. En la medianoche del 31 de diciembre, los jóvenes de la localidad recogen agua en la fuente de los Cuatro Caños y la ofrecen a las autoridades y vecinos a cambio de aguinaldo.
Algo más moderna es la celebración de la Nochevieja en Pamplona. Desde hace décadas se ha extendido la costumbre de salir disfrazado para recibir al año nuevo, un carnaval adelantado que llena de colorido las calles de la ciudad.
Un auto sacramental con más de 100 años
Una manera diferente de vivir la fiesta de la Epifanía es acercarse el 6 de enero a la localidad navarra de Sangüesa y presenciar el Misterio de los Reyes Magos, uno de los cinco autos sacramentales que se conservan en España.
Esta celebración comenzó a representarse en 1900 gracias al esfuerzo del capuchino José de Legarda, autor del texto original. Tiene como escenario las calles de Sangüesa y escenifica la llegada de los Reyes a Belén para adorar al Niño y ofrecerle sus presentes. Desde hace más 40 años, la agrupación del Misterio de Reyes es la encargada de organizar esta obra, que cuenta con la participación de cerca de 50 vecinos de Sangüesa, incluidos el grupo de Auroros.
El acto se inicia a las 11:30 horas en el palacio Príncipe de Viana y concluye en la plaza de la Abadía, con la actuación de los Auroros de Sangüesa que interpretan diversos villancicos.