Hay tantos tipos de padres que resulta imposible definirlos de una sola manera: los hay aventureros, clásicos, inquietos, pacientes, observadores, entusiastas, estrictos, amorosos... Y para cada una de ellos existe un rincón especial donde se sentirá el hombre más afortunado de la tierra. Se trata de pensar en él y sorprenderle llevándole a ese rincón del mundo a donde le encantaría escaparse de vez en cuando.
Por eso entre los destinos con los que resulta más sencillo acertar están aquellos que ofrecen experiencias tan especiales que resultan difíciles de olvidar. Pueden ser días de relax en casas con spa, alojamientos originales en los que se sienta como un rey o lugares donde poder disfrutar de una experiencia gastronómica diferente.
Disfrutar de un spa privado en Bermellar (Salamanca)
Uno de los mejores regalos que podemos recibir es que nos cuiden mimándonos mucho. Por eso, una buena opción para este día es regalarle unos días en un spa, pero no en uno cualquiera sino en uno que pueda tener solo para él. Es lo que ofrecen alojamientos como Casa Balneario, en la salmantina comarca de Vitigudino, en pleno parque natural de las Arribes del Duero, que es otro regalo para la vista.
Allí podemos alojarnos en este establecimiento de seis plazas con habitaciones abuhardilladas, chimenea, horno tradicional de leña y balcón corrido con vistas al salón. Diseñado para el relax y el cuidado, una cueva termal con jacuzzi, sauna, pediluvio y chorro frío nos aguarda para regresar a casa como nuevos.
Gastronomía y naturaleza en el nacedero del Urederra (Navarra)
Hay pocos regalos tan especiales como que alguien nos lleve a una especie de paraíso escondido, y el nacedero del Urederra nos pone en bandeja poder hacer este obsequio a quien más lo merece. Declarado reserva natural desde 1987, es uno de los parajes imprescindibles de la sierra de Urbasa, en Navarra, donde este manantial forma un paisaje como sacado de un cuento.
Relajarse en Hita (Guadalajara)
Para los padres amantes de los cascos históricos medievales cuyas murallas esconden decenas de leyendas, la localidad de Hita, a unos 24 kilómetros de Guadalajara, es uno de esos destinos especiales con los que resulta fácil sorprender. Porque además de disfrutar del rico pasado medieval cuyas huellas persisten en sus calles, podemos regalar algo de relax al homenajeado en entornos muy especiales como los que ofrece el complejo Hita Spa, un espacio donde sentirse como un verdadera rey.
Hay tres opciones de casas rurales con distinta capacidad -desde 6 hasta 14 personas-, algunas con bodega, cenador, jacuzzi o vistas a la campiña del Henares, y todas ellas con acceso a terraza, piscina, barbacoa y jardín. Un lugar diferente en el que disfrutar de unos días de descanso muy especiales.
Disfrutar de la dehesa extremeña en Valdeobispo (Cáceres)
En el cacereño valle del Alagón, la dehesa extremeña muestra todos sus encantos de un vistazo en un paisaje repleto de encinas centenarias. Quienes busquen regalar tranquilidad en un emplazamiento donde ofrezcan además mimar el cuerpo en un spa privado con piscina, un gran jacuzzi y baño turco entre otras instalaciones, encontrarán la combinación perfecta en Valdeobispo, en el alojamiento Camino de la Ermita.
Entre las opciones a elegir se encuentran tres casas rurales, dos de ellas con capacidad de hasta 15 personas, por si la reunión familiar es muy numerosa. Cuentan con toda clase de comodidades y un emplazamiento perfecto para disfrutar de estupendas puestas de sol en plena dehesa extremeña. Un lujo asequible que merece la pena.