A través del Segmento Estratégico Turístico (SET) Gastronomía, las Islas Baleares trabajan por dar a conocer y promocionar el producto local (Km 0), posicionando el archipiélago balear como un destino gastronómicamente sostenible.
El SET, que recibe fondos del Impuesto de Turismo Sostenible (ITS), ha puesto en marcha diversas iniciativas encaminadas a generar un aumento de la demanda gastronómica que, a su vez, contribuya a desestacionalizar la actividad turística en las islas.
Si Menorca terminaba el año 2019 recibiendo la distinción de Región Europea de la Gastronomía es debido a la proyección del territorio balear como un territorio comprometido con la protección y promoción de la riqueza cultural y gastronómica propia; un elemento indispensable a la hora de garantizar la sostenibilidad económica, medioambiental y social. No obstante, el ejemplo de Menorca proyecta los esfuerzos de un archipiélago que, gracias a la colaboración público-privada, ha dado pasos de gigante hacia un modelo gastronómico sostenible.
Uno de los proyectos ITS puesto en marcha en todo el territorio balear es el impulso a la diversificación de cultivos en las explotaciones tradicionales sostenibles. Para contrarrestar el progresivo abandono de actividades como la agricultura y la ganadería, el proyecto contempla la concesión de ayudas que fomenten el multicultivo, las prácticas que contribuyan al mantenimiento de la fertilidad del suelo, la conservación de variedades locales y razas autóctonas o las marcas locales de calidad, entre otros.
Por otro lado, desde el SET Gastronomía se apoyan aquellas iniciativas, asociaciones y empresas que contribuyen a promocionar la gastronomía balear como un signo de autenticidad, calidad y tradición. Entre ellas encontramos Farmers & Co, Terragust, Sabors d’Eivissa, +Cultura, Pescaturismo o Mallorca Wine Tours.
Desde el 1 de julio de 2016, se aplica el Impuesto del Turismo Sostenible (ITS) a todas las estancias en alojamientos turísticos de las Islas Baleares. Gracias a esta aportación, se pueden realizar inversiones importantes con el fin de compensar el impacto territorial y medioambiental del turismo en Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera. De hecho, el archipiélago tiene actualmente en marcha más de 220 proyectos que cuentan con una inversión de 340 millones de euros.