Tanto para los que piensan que la belleza está en los pequeños detalles como para los que disfrutan haciendo el mayor regalo que está a su alcance, Palma es el lugar ideal donde satisfacer el deseo de cualquier enamorado. Una ciudad vibrante y acogedora llena de sorpresas que brindará momentos inolvidables para una escapada romántica perfecta. Pasear por sus calles, descubrir sus monumentos, degustar su gastronomía y dormir en sus hoteles son solo algunas propuestas que contribuirán a crear una atmósfera cálida y especial para disfrutar en pareja de la bella capital balear..
Un paseo por la ciudad que culmina en una impresionante puesta de sol
La Catedral de La Seu, el Palacio de la Almudaina o el casco histórico de la ciudad, uno de los más grandes de Europa, son algunos de los atractivos que ofrece Palma, una ciudad repleta de monumentos y cultura. Un paseo por sus calles descubre al visitante sus tradicionales patios y plazas, como la Plaza de Cort o la Plaza Mayor y los escaparates de las tiendas que exponen los productos artesanales de la isla, entre ellos, el vidrio soplado, la cerámica o las perlas de Manacor. Como colofón, el itinerario finaliza disfrutando de una espectacular puesta de sol en uno de los enclaves estratégicos de la capital balear, sea por tierra desde la terraza del Museu Es Baluard o por mar desde un catamarán surcando las aguas de la Bahía de Palma.
Un menú elaborado con mucho mimo
Una excusa perfecta para salir de casa y hacer algo especial es salir a cenar para celebrar esta ocasión tan especial. Muchos restaurantes preparan menús especiales para San Valentín con propuestas donde no faltan los elementos afrodisíacos, el color rojo, las velas, flores y un buen vino o cava. El restaurante Fera Palma del chef Simon Petutschnig es una buena opción. Ubicado en el centro de Palma, su propuesta gastronómica para San Valentín está basada en una cocina mediterránea sin fronteras con ingredientes frescos de temporada elaborados con todo lujo de detalles.
Saborear el ‘tardeo’ en un barrio con encanto y mucha solera
Lleno de bares y restaurantes, el antiguo barrio de pescadores de Santa Catalina se ha convertido en uno de los distritos de moda de Palma para disfrutar cuando cae el sol de esos ratos de ocio por las calles de la ciudad, el conocido ‘tardeo’ de la capital balear. En sus calles conviven las antiguas casas de dos pisos con balcones mallorquines con edificios de estética modernista levantados entre los siglos XIX y XX. El barrio alberga, además, lugares con gran tradición como el “Mercat de Santa Catalina”, el más antiguo de la ciudad. Un distrito para disfrutar al máximo de la tarde en la mejor compañía.
Son imperdibles sus templos de la cocina tradicional mallorquina en los que degustar excelentes tapas regionales: Es Mercat (que ofrece la particularidad de cocinar los productos adquiridos en el mercado en la plancha por un módico precio, más las bebidas que se puedan consumir); Can Frau (donde degustar excelente comida casera local, como cocas de verdura, empanadas, frito mallorquín, tanto de sepia como de cordero, las berenjenas rellenas, los callos, sopas mallorquinas y paella o arroz seco); La Tapita (un lugar ideal para quedar con amigos por su buen ambiente, mejores pinchos, tapas, raciones e incluso plato del día o La Vermutortillería (donde elaboran todo tipo de tortillas, desde la clásica, de jamón y queso, sobrasada, champiñones, pimientos rojos, espinacas hasta de sepia o pulpo a la gallega).
Atardecer en un Castillo, un regalo de príncipes
Un ambiente exclusivo y acogedor en un hotel boutique de lo más innovador
Nakar Hotel, un moderno establecimiento de diseño ubicado en pleno Centro de Palma, se erige como una apuesta íntima y personal para celebrar el día de San Valentín en un entorno idílico compuesta de un paquete romántico llamado ‘Lovers-get away’. El pack incluye, además del alojamiento y el desayuno, una cena romántica a la carta para 2 personas preparada por su prestigioso chef Miquel Calent en el Restaurante Cuit, botella de cava, acceso gratuito al spa y, para completar la experiencia, una bienvenida espectacular con pétalos de rosa en la habitación.
Como broche final, un dulce capricho de alta pastelería en forma de arte
Se trata de un elegante y moderno café francés regentado por Lluís Pérez Pastisser, maestro de la repostería elegante. Un lugar de ambiente íntimo y exclusivo donde sus creaciones lucen como joyas en sus vitrinas. Unos auténticos diamantes -pastas, pasteles y repostería elaborados artesanalmente- se sirven con exquisitos cafés y tés para todos los gustos. El croissant de frambuesa es la protagonista estelar de Lluís Pérez.