El municipio de Adeje ha celebrado el día grande de San Sebastián, el 20 de enero, una de las festividades más trascendentales y arraigadas en la zona Sur de la isla de Tenerife dada su historia y trayectoria. A pesar de ser lunes, la previsión de asistentes no defraudó, alrededor de 10.000 personas se congregaron para disfrutar de esta fiesta que cada año renueva su compromiso con las tradiciones y la cultura. A esta cita han venido personas de toda la isla, además de los vecinos y vecinas de Adeje que utilizan el camino de la Virgen para llegar a San Sebastián, también se ha sumado, como cada año, el colectivo de la Asociación San Juan.
Para el alcalde de Adeje, José Miguel Rodríguez Fraga, “San Sebastián es un lugar que nos recuerda lo importante que es la convivencia, la unión y la solidaridad. En esta fiesta las personas se congregan junto a sus animales y recuerdan lo importante que es compartir en paz en una fiesta que además se configura como una de las más significativas en el calendario cultural no solo de Adeje sino de Tenerife, al ser una de las más ancestrales ya que tiene más de cinco siglos de existencia”.
San Sebastián es uno de los eventos que, junto a la representación de La Pasión y la Romería, congrega a una cantidad importante de personas residentes y turistas. Dichas festividades, que forman parte importante del calendario cultural adejero, llaman mucho la atención por su singularidad.
Los actos se iniciaron a las 12, con la tradicional eucaristía, tras la cual comenzó la procesión de animales y la imagen del santo hasta la playa de La Enramada donde se produjo el tradicional baño de los caballos, espectáculo que un año más demostró las pericias de sus jinetes.
Tras la salida de los animales del agua, la comitiva se dirigió a la zona conocida como “El Humilladero” primer lugar de culto. Una vez allí el párroco realizó la tradicional oración de gracias y procedió a dirigirse a la avenida principal para la bendición de las personas y animales que asistieron. Este año se congregaron alrededor de 80 caballos, cabras, ovejas, burros, perros, aves, entre otros.
Como novedad, destacar que Adeje incorpora a su patrimonio una reliquia de San Sebastián,
La cual ha sido donada por el cónsul de Italia, Silvio Pelizzolo, al municipio. La reliquia fue entregada en la víspera de esta festividad y en presencia del párroco de Adeje, Honorio Campos Gutiérrez y del Caballero de San Gregorio Magno, Roberto Bertoli, artífice, junto al cónsul, de la gestión para la donación y traslado de la reliquia.
Otra de las novedades de este 2020 ha sido el hecho de que no se han utilizado cajas chinas, voladores o fuegos artificiales en señal de respeto y solidaridad a las personas autistas y a los propios animales.
“Estamos ante uno de los eventos más multitudinarios del municipio, por lo que es muy importante tener en cuenta la seguridad desde cualquier punto de vista. Afortunadamente, nunca hemos tenido incidencias graves y es precisamente porque intentamos prever y dar respuesta inmediata a cualquier cosa que pueda surgir” aseguró la concejal de Cultura, María Clavijo Maza.
El plan de seguridad para la festividad de San Sebastián incluyó la movilización de una veintena de efectivos de la Policía Local de Adeje, así como seguridad privada para la vigilancia y control de accesos, dos ambulancias de soporte vital básico y una de avanzado, así como el equipo redactor del Plan de Seguridad que garantiza su implantación. Todo ello en coordinación con los otros cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, Policía Nacional, Guardia Civil y Bomberos Voluntarios de Adeje.
Origen de la festividad
La fiesta de San Sebastián se remonta a los primeros años del siglo XVI realizada por personas campesinas y ganaderas de Adeje y de toda la isla que de esta manera rendían devoción al Santo Patrono a quien le atribuyen numerosos milagros. Prueba de ello es que todavía hoy, muchas son las personas que recurren al San Sebastián de Adeje para solicitar algún favor o cumplir con la promesa. En cualquier caso, esta festividad se ha convertido en una tradición que sobrepasa lo religioso, contribuyendo al fortalecimiento de la convivencia los habitantes de la comarca.
La talla de San Sebastián que se conserva en la ermita que lleva su nombre fue elaborada en la casa Bririllo de Valencia y llegó a Adeje en 1916 según aparece recogido en un artículo publicado en la Gaceta de Tenerife el 29 de enero de ese año. La talla del San Sebastián de Adeje posee un clasicismo manierista en la ejecución de la pieza, destaca el movimiento del cuerpo y los brazos a través de una curva praxiteliana. Cabe destacar la expresión del rostro, una mezcla de dolor y placer que recuerda al Éxtasis de Santa Teresa de Bernini. Es de tamaño académico, inferior al natural, realizado en madera tallada y policromada. La imagen sobresale por su belleza y sobre todo por la profunda devoción popular arraigada, generación tras generación en Adeje y el sur de Tenerife.