En 2016, el Govern de les Illes Balears puso en marcha un nuevo proyecto de limpieza por tierra de playas, calas y espacios públicos, financiado con el Impuesto del Turismo Sostenible (ITS), que promueve la inclusión laboral de personas en riesgo de exclusión.
Una de las implicaciones de la actividad turística es la contaminación derivada de los residuos generados. Por este motivo, el Parlament Balear dio a comienzos de año luz verde a la ley que prohibirá los plásticos de un solo uso a partir del año 2021; una normativa conocida como Ley de residuos y suelos contaminados, que contempla sanciones que van desde los 300 a los 2.000.000 de euros.
Adicionalmente, en el año 2016, y gracias a la recaudación del Impuesto de Turismo Sostenible (ITS), el Govern Balear inició un plan anual de limpieza por tierra de playas, calas y espacios públicos en colaboración con diversas entidades que promueven el empleo entre personas en riesgo de exclusión social. Así, el proyecto perseguía un doble objetivo: la recuperación de espacios públicos y la mejora de la imagen medioambiental de las islas y la inclusión laboral de aquellas personas que se encuentran en riesgo de exclusión.
En la actualidad, la administración pública local tiene ciertas dificultades para disponer de recursos con los que llevar a cabo acciones periódicas de limpieza de los espacios públicos. Esto se traduce en la presencia, una vez iniciada la temporada baja, de residuos acumulados en las áreas litorales. Por este motivo, disponer de un plan anual de limpieza resulta imprescindible para cumplir con los objetivos de limpieza, higiene y salubridad de los espacios públicos.
Con un presupuesto total de 500.000 euros, dicho plan fue divido en dos programas con el fin de garantizar su efectividad. El primero, que recibe el nombre de “Limpieza de residuos en espacios públicos”, se compone por un lado de un inventario cartográfico digital con la ubicación de los puntos de vertidos de residuos en espacios públicos y, por el otro, de la limpieza y retirada de dichos residuos. El segundo, llamado “Limpieza por tierra de calas en invierno con medios terrestres”, se ha llevado a cabo mediante la contratación de colectivos en riesgo de exclusión social, con el fin de llevar a cabo las tareas vinculadas a la preservación y mejora de playas y calas.
Desde el 1 de julio de 2016, se aplica el Impuesto del Turismo Sostenible (ITS) a todas las estancias en alojamientos turísticos de las Islas Baleares. Gracias a esta aportación, se pueden realizar inversiones importantes con el fin de compensar el impacto territorial y medioambiental del turismo en Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera. De hecho, el archipiélago tiene actualmente en marcha más de 220 proyectos que cuentan con una inversión de 340 millones de euros.