La compañía Puerto de Indias, pionera en crear la ginebra de fresa y posicionada en la actualidad como la novena más consumida del mundo, consolida su posición en el mercado con el lanzamiento de una nueva referencia premium, Guadalquivir. Con una graduación de 37,5º, su organolepsia se inspira en los campos de la vega del Guadalquivir y sus frutos: melocotones y naranjas seleccionados con mimo y respeto que se fusionan con el enebro y la flor de sauco para dar lugar a un producto único. Este último ingrediente actúa armonizando sabores, el dulce del melocotón (que da a la ginebra su particular color) y el frescor cítrico de la naranja, y aportando equilibrio al conjunto.
Tanto su versatilidad como su sofisticado sabor afrutado la posicionan como una opción perfecta para disfrutarse de manera distendida y en cualquier momento del día y para aquel consumidor que busque introducirse en la categoría de ginebras saborizadas. Ya sea a la hora del aperitivo, por la tarde o como primera copa de la noche, Guadalquivir es apta para cualquier combinado, ya sea con tónica o con otro tipo de mixers como por ejemplo ginger ale o soda.
Con ella, la marca completa su portfolio, conformado hasta el momento por la mencionada Strawberry (cuyo exitoso lanzamiento respondió a las necesidades de quienes buscaban sabores más dulces y afrutados en su copa), la refrescante Classic y la intensa Pure Black Edition, inspirada en la primavera andaluza.
Autenticidad y orgullo local
Puerto de Indias, cuya denominación hace referencia al descubrimiento de América (época en la que Sevilla funcionaba como uno de los principales puertos de intercambio de mercancías entre España y el Nuevo Mundo), evoca el carácter pionero, visionario y emprendedor de sus artífices, que ahora consolidan su posición en el mercado con esta nueva variedad.
Guadalquivir nace con la idea de expresar la identidad sevillana más contemporánea a través de su sabor y homenajea, con orgullo y audacia, los orígenes de una marca que vuelve a romper convencionalismos en su sector. Nace con vocación de icono, como el río que le da nombre, y responde a la evolución del mercado de espirituosos y a las tendencias que ponen en valor la naturalidad y el kilómetro cero. Con todo, se presenta como una opción idónea para los amantes de los sabores inéditos.
La botella se inspira en la Torre del Oro —símbolo de la Sevilla del Siglo de Oro y de la marca matriz Puerto de Indias— y sus colores, bronce, melocotón y verde esmeralda, que hacen un guiño a los tonos propios de la campiña andaluza, adquieren un brillo especial con el reflejo de la luz.