La almazara malagueña Finca La Torre lanza al mercado One Limited Edition Hojiblanca, un AOVE de edición limitada elaborado con las mejores aceitunas el primer día de cosecha, que este año se presenta en una botella transparente bañada con protección ultravioleta para mantener intactas todas sus propiedades.
El nuevo envase pretende mostrar al consumidor que se trata de un aceite de recolección temprana, con todos los beneficios para la salud que ello conlleva
La nueva cosecha comenzó en Finca La Torre a principios de octubre y terminará a mediados de noviembre con una previsión de producción algo menor que la de la pasada campaña, pero con excelentes expectativas en cuanto a calidad e intensidad de aromas y sabores
Al dilatado palmarés de esta almazara malagueña, cinco veces galardonada con el Premio Alimentos de España al Mejor Aceite de Oliva Virgen Extra, se suma ahora la reciente obtención de 100 puntos sobre 100 en la prestigiosa revista Flos Olei, referente mundial en materia oleícola, siendo la máxima calificación otorgada hasta el momento por dicha publicación
«Cuando elaboras aceite de oliva tienes que elegir entre cantidad o calidad; nosotros cosechamos la aceituna en verde, obteniendo un rendimiento mucho menor en favor de una calidad y una intensidad organoléptica muy superiores». Así explica Víctor Pérez, ingeniero agrónomo al frente del proyecto, por qué el oro líquido que produce en Finca La Torre es de recolección temprana. «A partir del envero –proceso en que empieza a tornarse negra adquiriendo tonos violáceos–, la aceituna está al 100% de su rendimiento, pero es antes, a principios de octubre, con todo su verdor, cuando podemos extraer sus matices más puros y más cantidad de polifenoles, que son los responsables de las propiedades saludables del AOVE».
Debido a esta filosofía productiva y a un año particularmente seco que, sin embargo, se vio compensado por las abundantes lluvias de septiembre, la cosecha en Finca La Torre ha arrancado con una previsión de producción de 76.000 kilos, en torno a un 15% menos que la campaña anterior y un 50% inferior a la capacidad productiva de sus 33.000 olivos. De ellos, cerca de 12.000 kg corresponden a la variedad Arbequina, unos 3.000 kg a la Cornicabra, 1.000 kg a la Picudo y el resto (cerca de 60 toneladas) a la variedad Hojiblanca, la estrella de la casa, procedente de árboles centenarios.
«En Finca La Torre siempre hemos defendido la botella opaca o el formato lata porque permiten preservar mejor las cualidades del producto y porque el color no es necesariamente indicativo de que estemos ante un aceite de oliva virgen extra; sin embargo, esta botella lo protege de la luz al mismo tiempo que mostramos al consumidor la honestidad que nos caracteriza y la pureza y el verdor de nuestro AOVE, uno de los más tempranos del mercado». La nueva añada de One Limited Edition Hojiblanca ofrece un aroma frutado intenso con recuerdos a hierba recién cortada y hoja de olivo y en boca desvela un ligero amargor a la entrada y un picor progresivo, persistente y equilibrado con toques de almendra verde, manzana y cáscara de plátano. Cualidades que son el resultado de una materia prima de excepción, de una filosofía productiva 100% autónoma, ecosostenible y biodinámica que respeta el medio ambiente, minimiza el daño al fruto y permite extraer todo su potencial y de una inversión constante en equipo y maquinaria para reducir los tiempos tanto del transporte de la aceituna desde que es recolectada a la almazara como del proceso de molturación.
La misma calidad, aña tras año
Situada a 15 minutos de Antequera, la relación de Finca La Torre con el aceite se remonta a unos 200 años antes de Cristo, cuando los romanos la replantaron de olivos e instalaron el primer molino de piedra, que aún se conserva en los jardines de la finca. Fue en torno al 1260 –año en que se construyó la torre vigía que le da nombre y que aún domina el paisaje sobre una de sus colinas– en que se reconociera como productora de oro líquido, convirtiéndose en una de las almazaras más antiguas que se conocen. En 1999 tiene el comienzo de la actividad bajo producción ecológica, aunque no fue hasta 2011 en que la almazara da un giro trascendental con la incorporación de Víctor Pérez como director del proyecto.
Proveniente de una familia con gran tradición agrícola, Víctor tuvo claro desde niño que su futuro estaba en el mundo del aceite y, más concretamente, en los propios olivares. Por eso, superada su etapa como investigador en laboratorio, desembarcó en Finca La Torre con el firme propósito de elaborar, año tras año, el mejor aceite de oliva virgen del mundo. En Finca La Torre prima la calidad frente a la rentabilidad y se practica una agricultura no sólo ecológica –que implica ausencia de productos químicos y mínima intervención en los procesos– sino también biodinámica. «Entendemos nuestra finca como un sistema en equilibrio en el que respetamos los ritmos naturales del cultivo, integramos a los animales para controlar la vegetación y fabricamos nuestro propio compost», explica.
Todo esto ha hecho que en la actualidad Finca La Torre sea uno de los aceites de oliva virgen más preciados tanto dentro como fuera de nuestras fronteras –donde tiene presencia en 30 países siendo Alemania, Corea y los países nórdicos algunos de sus principales mercados– y que haya logrado lo que ninguna otra almazara había conseguido hasta el momento: obtener en cinco ocasiones el Premio Alimentos de España, el máximo reconocimiento en materia oleícola de nuestro país, y, recientemente, 100 puntos sobre 100 en la prestigiosa revista Flos Olei, que recoge los mejores AOVE del planeta. «Los dos últimos años habíamos obtenido 99 puntos, la máxima puntuación hasta el momento en dicha publicación, y este año hemos sido seis almazaras en todo el mundo en conseguir los 100».