TURISMO INTERNACIONAL

Madeira, un paraíso para escaparse cualquier época del año

Redacción | Martes 15 de octubre de 2019

Una temperatura media anual que ronda los 19 grados, bosques de laurisilva únicos en el mundo, playas bañadas por el Atlántico o una capital que recuerda al mundo más colonial son sólo algunos de los muchos motivos que hacen de Madeira una visita obligada en cualquier época del año.

Las posibilidades que este archipiélago ofrece son infinitas y, ya sea por tierra, mar o aire, es fácil encontrar en seguida una actividad que encaje con las preferencias de cualquiera. Desde la desconexión que se siente en una apacible caminata por alguna de las levadas de Madeira hasta la segregación de adrenalina que provoca surfear las olas de la costa norte, este paraíso atlántico es capaz de generar maravillosas sensaciones. Además, tanto su clima como su situación geográfica convierten a Madeira en un lugar igualmente visitable tanto en invierno como en verano.

Una gastronomía típica y diferente a la par

La oferta gastronómica, aunque se concentra en la capital, Funchal, está presente en toda Madeira y Porto Santo. Productos tan típicos como el bolo de mel, el pez espada negro, el bolo do caco, la sopa de trigo o la famosa espetada retratan el alma de un pueblo sencillo, generoso y hospitalario, sin olvidar que, además, están deliciosos. La hostelería madeirense ha logrado aunar tradición y vanguardia, y así lo demuestran casi todos los restaurantes en los que pararse a recobrar las energías gastadas durante todo el día. Y a todo esto se une una viticultura con más de cinco siglos de existencia que hoy queda demostrada en un vino típico, pero muy diferente a los demás, con el que maridar aperitivos y postres, que goza de la Denominación de Origen Isla de Madeira.

Viajar con los más pequeños para pasarlo como enanos

La isla es también el lugar ideal para viajar en familia, tanto por las propias características de su naturaleza y sus pueblos, como por el ambiente seguro en el que hijos, madres y padres disfrutarán como enanos de unas vacaciones únicas. Algunos de los planes más interesantes en este sentido son los paseos en jeep por las montañas de la isla, una visita a las Grutas y el Centro del Vulcanismo de São Vicente o un bautizo de surf para los atrevidos principiantes.

Hablando de surf, es necesario mencionar que Madeira es conocida como el Hawái del Atlántico, precisamente por la cultura surfera que se ha ido creando en sus playas durante los últimos años. Con siete spots principales -así se conoce en la jerga a los lugares que reúnen unas condiciones ideales para coger olas-, la isla se sitúa entre los mejores destinos del mundo para los amantes de esta disciplina. Pero el mar no solo se tiene por qué disfrutar así en Madeira, ya que se puede optar por vivirlo en barco, haciendo windsurf o visitando los fondos marinos con un equipo profesional de esnórquel.

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