Porteño de nacimiento y primer pontífice originario de América Latina de toda la historia de la Iglesia, el Papa Francisco se ha convertido en un líder no solo espiritual sino en un modelo a seguir para muchas personas. En 2013 la revista Time lo consideró una de las cien personas más influyentes del planeta y meses más tarde lo nombró persona del año, llegando incluso a ser portada de la revista Rolling Stone.
Su juventud en cambio es más desconocida, así que acompáñanos en este recorrido por los primeros años de la vida de Jorge Mario Bergoglio y descubre un Buenos Aires, costumbrista, natural y muy religioso.
Barrio de Flores – El barrio que le vio nacer
Comenzamos nuestro recorrido en Varela 268, la casa natal de Jorge Mario Bergoglio, una pequeña vivienda que pronto dejaría para trasladarse a Membrillar 531, donde pasó sus primeros años de vida. Le encantaba jugar en la Plazoleta Herminia Brumana (Membrillar y Fco. Bilbao) y como buen argentino, adora el fútbol. Allí, junto a otros niños, corría tras el balón imaginando llegar a convertirse en uno de los jugadores que tanto admiraba.
Sin embargo, no todo era ocio. El Papa Francisco iba a la escuela de jornada simple Nº8 d.e. 11 “Cnel. Ing. Pedro Antonio Cerviño” en Varela 358, donde recibió sus estudios primarios hasta los 13 años. Ya en 1950 ingresaría en la Escuela Técnica E.N.E.T Nº27 “Hipólito Yrigoyen” (Virgilio 1980, Monte Castro) para realizar sus estudios secundarios y obtener el título de Técnico Químico. A los 22, el Papa ingresó en el Seminario Metropolitano de Buenos Aires (José Cubas 3543, Villa Devoto) para ser jesuita.
Desde pequeño, Jorge Mario mostró un gran fervor por la Iglesia, y este barrio de su infancia guarda tres lugares icónicos para su Santidad: la Basílica San José de Flores (Av. Rivadavia 6950), la iglesia de su infancia y adolescencia; el Instituto Nuestra Señora de la Misericordia (AV. Directorio 2138), donde recibió su Primera Comunión; y la Vicaría de Flores (Condarco 545) lugar en que fue ordenado obispo y nombrado Vicario Episcopal de Flores.
Antes de continuar con la vida de su Santidad, debemos hacer un alto en el camino en esta zona de la ciudad para resaltar dos lugares importantes de su vida religiosa y familiar: la Basílica de María Auxiliadora (Quintino Bocayuva 144) y el Oratorio de San Antonio (México entre Quintino Bocayuva y Treinta y tres Orientales). En la primera, Jorge Mario recibió el sacramento del Bautismo, el 25 de diciembre de 1936; el segundo punto marca los momentos de conexión y diversión con su padre, donde allá por los años 40 acudían a presenciar los partidos del Ciclón, el Club Atlético San Lorenzo de Almagro.
Barrio de Monserrat – Consagración a la Iglesia
Al asumir sus tareas como Arzobispo de Buenos Aires, Bergoglio se trasladó a vivir a su sede, en Rivadavia 415, donde trabajó desde 1998 hasta su designación como Papa. En la Catedral Metropolitana (San Martín 27), templo católico principal de la República Argentina, Bergoglio fue el encargado de celebrar, predicar y gobernar la Arquidiócesis de Buenos Aires hasta su consagración como Sumo Pontífice.
Cabe destacar la Iglesia San Francisco de Asís (Alsina 380) fundada por el Santo que lleva su nombre en 1209. De él, Jorge Bergoglio tomó el nombre como símbolo y guía de su pontificado. El templo, testigo de acontecimientos históricos del país, se caracteriza por una arquitectura barroca destacando las torres y un grupo escultórico donde San Francisco de Asís es rodeado por Dante Alighieri, Giotto y Cristóbal Colón.
La vida del Papa era de lo más cotidiana posible, salvando las celebraciones religiosas. Desde paseos hasta leer el periódico o ir a cortarse el pelo, en Monserrat se encuentran algunos de esos lugares que llenaban el día a día de Bergoglio de naturalidad. Todos los días recibía el periódico del Puesto de Diarios (Hipólito Yrigoyen y Bolívar), excepto los domingos, que iba a buscarlo personalmente, a otro puesto. Al Pasaje Roverano acudió varios años a cortarse el pelo en la Peluquería Romano (Av. de Mayo 560).
Del mismo modo podemos hablar de muchos otros lugares que marcaron la vida del Papa Francisco en su Buenos Aires natal: la Parroquia San José del Talar (Navarro 240, Agronomía), la Iglesia del Salvador (Av. Callao 542/582, San Nicolás), la de San Ignacio de Loyola (Bolivar 225, Monserrat) o la de Regina Martyrum (Hipólito Yrigoyen 2025, Balvanera).
Pero nos gustaría finalizar este recorrido con un lugar que define y resume la vida de Bergoglio y representa la posición que desde el 19 de marzo de 2013 ostenta; la Plaza Estado del Vaticano (Libertad, Pasaje Toscanini, Cerrito y Viamonte, San Nicolás). Integrada al Teatro Colón, este lugar rinde homenaje al Estado del Vaticano, y es un fiel recuerdo del que es hoy Papa de la Iglesia católica.