Ha elegido en esta ocasión dos de sus grandes éxitos, Zaguán y Alento, propuestas personales que muestran el sello personal de Najarro como creador y el gran giro estético y estilístico que ha dado a la prestigiosa institución.
Antonio Najarro finaliza en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona ocho años de exitosa andadura como director del Ballet Nacional de España (BNE). Del 31 de julio al 3 de agosto, presentará en Teare del Liceu las obras Zaguán y Alento, con las que pretende adentrar al público en una propuesta personal y muestra el nuevo giro estético y estilístico que ha introducido en el BNE, así como suponen un claro reflejo de su trabajo actual y personal.
Según Antonio Najarro, director del Ballet Nacional de España: “Desde que comencé a dirigir el BNE en el año 2011, he tenido un gran interés no solo en recuperar lo más sofisticado de nuestra cultura dancística y nuestro repertorio, sino que he apostado por introducir nuevas propuestas, propias y también de mano de grandes creadores invitados, como las que llevamos al maravilloso Teatre del Liceu en Barcelona. Zaguán y Alento representan, sin lugar a dudas, un trabajo personal y, cómo no, mi particular visión de la evolución de la danza española. Elegir Barcelona y el Gran Teatre del Liceu no ha sido algo que ha surgido al azar; es uno de los grandes teatros del mundo y su público es conocedor de la danza de una manera sofisticada y actual. Cada vez que he actuado en esta ciudad me he sentido querido, valorado y respetado. Por eso me he decidido por este bello teatro, uno de los teatros más imponentes de los que he visitado por todo el mundo a lo largo de mi carrera artística. Todavía tengo en mi recuerdo nuestro último paso por el Liceu con el Ballet Nacional de España en julio de 2015, con el espectáculo Sorolla. La ovación que recibimos tras cada uno de los espectáculos, y el gran éxito de público y prensa que obtuvimos, fueron realmente emocionantes; lo sigo viviendo como si fuera ayer. Me siento muy emocionado también por la cantidad de público que se va a desplazar de todos los rincones de España para vivir esta despedida”.
El objetivo que el Ballet Nacional de España ha cumplido bajo la dirección de Antonio Najarro ha sido conseguir acercarse a todos los públicos nacionales e internacionales. La Danza Española es un claro exponente de una de las mayores riquezas culturales que tenemos y que triunfa allí donde se presenta. Sin lugar a dudas, llega al corazón de los espectadores de todo el mundo, por su gran riqueza, belleza y virtuosismo en su interpretación y, sobre todo, porque es un estilo de danza que habla desde el corazón.
Su originalidad, riqueza y diversidad son únicas en el mundo y justifican el éxito continuado del Ballet Nacional de España en los más de 40 años, en los que se ha situado como el máximo embajador y principal exponente de la Danza Española en el mundo. Además de este éxito global, la influencia del Ballet Nacional de España ha sido decisiva en la evolución de la Danza Española en el último cuarto de siglo XX y primeros años del siglo XXI, así como en la permanencia de técnicas de baile y formas estilísticas que probablemente se habrían perdido o quedado relegadas de los escenarios, si no hubiese existido la compañía.
A lo largo de todos estos años el Ballet Nacional de España ha puesto en escena las grandes obras maestras de nuestro patrimonio coreográfico, algunas de ellas preexistentes y recuperadas para el repertorio de la compañía y otras, la mayoría, nuevas creaciones de sus directores artísticos o de encargos a otros coreógrafos. Su suma ha engrandecido el patrimonio de la danza de nuestro país, creando una trayectoria de éxitos y un claro compromiso de futuro.
Zaguán y Alento o un nuevo giro estético y estilístico del BNE
Zaguán, como lugar de transición donde confluyen diferentes estancias, es un ballet flamenco donde varios de los jóvenes artistas del panorama actual, Mercedes Ruiz, La Lupi y Marco Flores, muestran su vocabulario, su estilo y su sello personal como creadores. Asimismo, Blanca del Rey, una de las grandes damas del flamenco, ha dejado a este Ballet y al repertorio del BNE su emblemática coreografía Soleá del Mantón.
La música de Zaguán ha sido compuesta por el guitarrista flamenco Jesús Torres; la dramaturgia la ha realizado David Picazo; y la diseñadora Yaiza Pinillos ha creado un elaborado vestuario de la época, de corte tradicional, con un complejo tratado de tejidos. La iluminación corresponde a Nicolás Fischtel, excepto la Soleá del Mantón, que firma Freddy Gerlache. La escenografía ha sido diseñada por Emilio Valenzuela.
En cuanto a Alento, es un vivo reflejo del estilo de Najarro como creador, así como su visión personal de la danza clásica española. Un recuerdo de su bagaje coreográfico, inspirado en la partitura del genial compositor, guitarrista y compañero de viaje Fernando Egozcue, el cual ha creado una música muy rítmica y llena de sensibilidad. Alento cuenta con los exquisitos diseños de Teresa Helbig (ACME) y la iluminación de Nicolás Fischtel.