Del 28 de agosto al 1 de septiembre, Castro Marim emprende su particular viaje al pasado. Como cada verano, durante los Días Medievales la localidad del Algarve se transforma en una ciudad medieval y su castillo se llena de personajes históricos venidos de los siglos XIII y XIV.
Reyes, caballeros, nobles, clero, burguesía y pueblo comparten protagonismo en estas jornadas donde se suceden desfiles históricos, torneos, banquetes y demostraciones de los oficios de antaño, además del mercado medieval. Todo, en un enclave único: el castillo de Castro Marim.
Uno de los puntos fuertes de los Días Medievales son los desfiles en los que participan decenas de vecinos que se visten acorde a la época y a la clase social que representan; también hay torneos donde los caballeros demuestran sus habilidades en el manejo de las armas y no faltan las recreaciones históricas y las exposiciones.
Los antiguos oficios, como herreros, zapateros, vendedores de sal, hortelanos o vendedores, también tienen su espacio y, además de ver cómo trabajan, es posible adquirir algunos de sus productos en el mercado medieval. En los siglos XIII y XIV los euros no existían así que el pago se efectúa con reales.
La inmersión histórica se completa con los banquetes medievales, organizados en el interior del castillo. Ambientadas con antorchas y música, estas cenas reúnen a decenas de personas en torno a platos de antaño donde predomina la carne y los suculentos postres.
Unas jornadas tanto para adultos como para niños. Los pequeños disfrutarán con el ambiente y las actividades pensadas para ellos como fabricación de escudos, mini torneos y juegos. Todo en un entorno mágico: Castro Marim.
Un municipio para descubrir despacio
Esta fortaleza permite observar, durante todo el año, la localidad y sus alrededores. Un entorno que guarda tesoros naturales como la Reserva Natural de las Marismas de Castro Marim y Vila Real de Santo António, ideal para observar aves (hay alrededor de 150 especies diferentes), el río Guadiana, su desembocadura y las salinas.
Y es que la sal de Castro Marim es famosa. La extracción artesanal de este producto resulta clave para la economía del municipio y se ha convertido, a su vez, en un atractivo turístico. Desde hace unos años, existe un spa en una de las salinas que permite relajarse en un espacio singular y vinculado con la tradición.
Y otro lugar ideal para disfrutar del tiempo libre es la playa. El municipio cuenta con diferentes arenales entre los que destaca la playa Verde. Los pinos y arbustos que hay junto a ella le confieren un aspecto característico y su oferta de ocio y restauración permite disfrutar de un día sin preocupaciones.
Para aquellos que prefieran el interior, el municipio de Castro Marim cuenta con varias parroquias que esconden secretos arquitectónicos, culturales y gastronómicos. Entre los bocados más sabrosos de la zona destacan el queso de cabra, los caracoles o la caldereta de pescado, pero tanto los restaurantes como los diferentes mercados y mercadillos de Castro Marim permiten saborear otras delicias.