Del 14 de julio al 10 de agosto, la Ciutadella y el Castillo de la Trinidad acogen cinco emotivos conciertos que fusionan la música con los dos iconos patrimoniales rosenses en el Ciclo Música D’Nits.
Sentarse en la terraza panorámica del Castillo de la Trinidad, frente al Mediterráneo, o sumergirse en el entorno arqueológico de la iglesia románica de Ciutadella para escuchar música son las propuestas con las que Rosas celebra las veladas veraniegas de julio y agosto.
Esta es la propuesta del Ciclo Música D’Nits, que pretende dar vida a las legendarias piedras de los estos dos emblemas patrimoniales de la localidad de la Costa Brava, envolviéndoles de sones y canciones que llegan a lo más profundo del alma.
Aunque Rosas da la bienvenida al visitante con su gran joya patrimonial, la Ciutadella, y le despide con otro impresionante monumento, el Castillo de la Trinidad, esta localidad gerundense, referente de la Costa Brava, tiene otro atractivo cultural que nos devuelve a la prehistoria: su Ruta Megalítica.
Este conjunto arqueológico, protegido como Bien Cultural de Interés Nacional e integrado dentro del Parque Natural del Cabo de Creus puede admirarse durante todo el año en visitas guiadas.
El punto de partida de estas visitas es el acceso a la joya de todo el conjunto megalítico: el dolmen de la Creu d’en Cobertella. Ubicado en el paraje de la llamada Casa Cremada, debe su nombre a la masía que lo rodea. Se trata del monumento megalítico más grande de Catalunya, construido con siete inmensos bloques de piedra colocados verticalmente y una losa de cubierta con un peso de más de 18 toneladas. Un sepulcro de corredor de cámara, con unas dimensiones de 3,90 metros de largo, 3,20 de ancho y 2,45 metros de alto.
Además de este dolmen también forman parte del itinerario, bien señalizado, los dos menhires de la Casa Cremada, el dolmen del Llit de la Generala, el dolmen del Cap de l’home, la cueva-dolmen de la Quarentena II, que data de 2.500 años antes de Cristo, o la cista del Pla de les Gates, sobre la loma de la Torre del Sastre y de cala Montjoi, donde su ubicaba El Bulli de Ferran Adrià, que fuera años atrás el mejor restaurante del mundo.
Esta Ruta Megalítica hace que en Rosas los dólmenes (mesas grandes de piedra), menhires (piedras verticales poco talladas), cistas (monumentos funerarios individuales) e insculturas (grabados rupestres) que pueden verse durante el trayecto salgan de los libros de historia y cobren vida en plena naturaleza por un recorrido por la montaña de poca dificultad, apto para todos los visitantes.