Icono de la gastronomía estadounidense, la hamburguesa es uno de los platos más famosos del mundo. Por el origen etimológico de la palabra, parece que fueron inmigrantes alemanes, llegados del puerto de Hamburgo, quienes la introdujeron en EE.UU. en el siglo XIX –son herederas del frikadelle germano–. La receta ha ido evolucionando a lo largo del tiempo, dejando de ser la reina del fast food para formar parte de las mejores cartas como una propuesta gourmet.
TATEL Madrid se había planteado en varias ocasiones introducir una hamburguesa en su carta; pero hasta ahora no habían dado con una receta digna y fiel a su filosofía de cocina de mercado y de máximo respeto al producto. Puesto en marcha en 2015 con la ambición de internacionalizar y poner en valor la cultura y la gastronomía tradicional españolas, el restaurante ha ido haciendo pruebas hasta encontrar los ingredientes y la presentación perfectos.
Kamikaze es la primera hamburguesa de TATEL. Se llama así en homenaje a su creador, el chef madrileño David Rodríguez García, alias ‘Kami’ –el apodo se remonta a una anécdota de su niñez, cuando cuentan que solía bajar las cuestas con una bici sin frenos–. David, hoy jefe de cocina, llegó a TATEL, precisamente, como jefe de partida de carnes. Para su personal hamburguesa ha elegido carne de wagyu criado en Chile en campo abierto y alimentado exclusivamente de pastos (100% certificada por Beef on Food, su proveedor de confianza, especializado en wagyu). Tierna y sabrosa, se pasa por la parrilla hasta alcanzar el punto deseado por el cliente y se presenta sobre una rebanada de pan de masa madre –que se elabora a diario por el panadero de TATEL, John Torres– marcado a la brasa, sin cobertura. Sobre la carne, se sirve un huevo de corral a baja temperatura coronado con trufa (de verano o melanosporum, en función de la temporada), beicon ahumado y a la brasa en forma de rulitos y cebolla morada encurtida. Junto a la carne, se presenta un medallón de queso de cabra que se sopletea por el camarero en mesa, a la vista del comensal, y lechuga viva, mantenida en cultivo hidropónico hasta unos minutos antes de ser servida –lo que garantiza su máxima frescura y una textura crujiente–.
La hamburguesa Kamikaze se acompaña de las emblemáticas patatas fritas de TATEL, que pasan por una doble cocción a baja temperatura durante una hora y después se congelan y se frían, lo que hace que estén blanditas por dentro y crujientes por fuera.
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