La vallisoletana Medina del Campo hace honor a esa frase que la califica como la “Villa de los Mil Planes”, pues numerosas son las opciones que esta histórica villa ofrece al visitante que decida acercarse a descubrirla, con la seguridad de que cuando comience el viaje de vuelta a su rutina diaria, lo hará con el convencimiento de volver.
Historia, patrimonio, rutas, gastronomía, vinos, compras, turismo de salud, cultura… son los reclamos de la villa medinense que aquí os presentamos y que dan forma a un excelente catálogo de propuestas para disfrutar en familia, con amigos o en pareja durante el fin de semana y en cualquier época del año.
Descubre su historia y su patrimonio a través de las rutas históricas
Una amena e interesante manera de descubrir el patrimonio monumental, la historia de Medina y los personajes que por ella han pasado es a través de las diferentes rutas históricas, Caminos de una Reina, Huellas de Pasión, Huellas de Teresa y Ruta de Carlos V, que desde la Concejalía de Turismo han elaborado.
Caminos de una Reina. Esta ruta se basa en la relación que desde niña tuvo la reina Isabel la Católica con la villa. Vinculación que continuo después de su matrimonio con Fernando de Aragón convirtiéndola en residencia habitual, así como lugar de descanso en Semana Santa, Navidad y verano, y que se alargó hasta el final de sus días, pues fue aquí donde dictó testamento y donde falleció. Itinerario que nos permite descubrir monumentos como el Castillo de La Mota, el Palacio Real Testamentario y la Torre de la Colegiata de San Antolín.
Huellas de pasión. La Semana Santa de Medina del Campo es uno de los momentos más especiales y, por supuesto, más esperados por los medinenses. Por su importancia ostenta la declaración de Interés Turístico Internacional, y como no podía ser de otro modo también tiene su ruta. Huellas de Pasión nos acerca a la imaginería procesional que cada año desfila por sus calles, y que la convierte en un museo al aire libre de estilo renacentista. Se inicia en el Centro de Interpretación Huellas de Pasión donde se promociona y la divulga la Semana Santa de Medina y continua por los propios lugares de culto: iglesias, ermitas y conventos como son las ermitas del Amparo y de San Roque, la Colegiata de San Antolín, las iglesias de la Inmaculada Concepción, de Santiago el Real, de San Miguel Arcángel y de Santo Tomás Apóstol; los conventos de San José, M.M. Dominicas Reales y M.M. Agustinas; el monasterio de Santa Clara, la capilla de San Juan de la Cruz y el Monumento a la Semana Santa Medinense.
Huellas de Teresa. Un personaje histórico que mantuvo una estrecha relación con Medina fue Santa Teresa de Jesús, a donde llegó el 15 de agosto de 1567. En Medina fundó la segunda casa de Carmelo renovado, el Convento de San José, y fue el lugar de encuentro con San Juan de la Cruz. Al igual que la anterior ruta se inicia en el Centro de Interpretación Huellas de Pasión, para llevarnos posteriormente a la Plaza Mayor, los conventos de San Juan de la Cruz y de San José, el Museo de las Ferias y la capilla de San Juan de la Cruz.
Ruta de de Carlos V. Cuando el Emperador decide dejar el reino en las manos de su hijo Felipe inicia el viaje a su retiro definitivo en el Monasterio de Yuste. Una vez ha dejado atrás tierras cántabras, burgalesas y palentinas y después de pasar unas semanas en Valladolid con sus hermanas, su hijo Juan y su nieto Carlos llega a Medina del Campo donde se hospeda en la casa del cambiante Rodrigo de Dueñas. Conocida como Palacio de los Dueñas, este edificio renacentista conserva en muy buen estado el artesonado de la entrada y el claustro.
Medina del Campo Villa de las Ferias
La tradición ferial de Medina del Campo se remonta a muchos siglos atrás, alcanzando fama internacional en los siglos XV y XVI y poniendo a la villa castellana a la cabeza de la economía mundial. Mercaderes y feriantes llegaban aquí de todas las partes del mundo para comprar y vender todo tipo de artículos como lana y textiles, obras de arte, libros y remesas de papel, objetos suntuarios… Pero sería el comercio dinerario el que alcanzaría un mayor protagonismo, pudiendo afirmar que elementos financieros tan comunes en nuestra época como la letra de cambio, así como otras formas de pago y crédito cristalizaron en su forma definitiva en estos grandes encuentros feriales. Y como testigo de aquella actividad mercantil ha llegado hasta nuestros días el Archivo Simón Ruiz, extraordinario conjunto documental que se conserva y estudia en la Fundación Museo de las Ferias.
Esta institución cultural tiene como objetivo la conservación, exposición permanente y difusión de los fondos históricos, artísticos, antropológicos, documentales, bibliográficos y culturales en general, todos ellos relacionados con los antecedentes del mundo de las ferias, el comercio, los mercados y el nacimiento de la banca moderna, prestando especial atención en el patrimonio cultural de Medina.
Enoturismo ruta del vino de rueda
Otra de las actividades que podemos llevar a cabo en nuestro fin de semana en Medina del Campo tiene que ver con una de las tradiciones más arraigadas en la villa, la elaboración de vino. Situada en el corazón del territorio vinícola que forma la DO Rueda, Medina fue uno de los municipios que impulsaron desde del principio la creación de la Ruta del Vino de Rueda. En la actualidad, las bodegas de la Ruta del Vino de Rueda ofrecen un magnífico catálogo de posibilidades para enamorarse del maravilloso mundo del verdejo, gracias al trabajo tanto de bodegas familiares como de grandes grupos bodegueros. Y la villa medinense es el epicentro ideal desde el que recorrer este territorio lleno de sensaciones placenteras y pedagógicas.
Pero la Ruta del Vino de Rueda es mucho más que vino, es también cultura, patrimonio, gastronomía, naturaleza…, es en definitiva, todo un universo para el alma y los sentidos. Una oportunidad única para descubrir la historia, el arte y la arquitectura de cada pueblo y disfrutar de la naturaleza en la que reina el “gran padre Duero”, que da vida al Parque Natural Riberas de Castronuño. Una oferta que se completa con rutas de senderismo, de cicloturismo o ecuestres que unen las localidades de Medina del Campo, Rueda y La Seca y que nos llevarán por viñedos y campos de labor y nos acercarán a castillos, iglesias, palacios… Y para redondear esta experiencia realizaremos una visita, que parte del Palacio Real Testamentario de Isabel la Católica de Medina del Campo, que no llevará a descubrir una serie de bodegas tradicionales escavadas hace cientos de años. Galerías subterráneas, muy comunes en otras localidades próximas, en las que se empezó a elaborar hace muchos siglos el vino blanco por excelencia, el verdejo, un caldo vivo, fresco y con genuina personalidad.
Relaja tu cuerpo y mente
Para hacer más completo y excepcional tu fin de semana, Medina te da la posibilidad de disfrutar del turismo de salud. Una alternativa cada vez más demandada que aquí tiene su reflejo en el Hotel Balneario Palacio de Las Salinas, sin duda alguna un lugar idílico donde poder relajarte. Con unas increíbles instalaciones que se ubican en un palacio de principios del siglo XX, situado en un marco incomparable entre pinares, cuenta con las terceras mejores aguas madres de Europa. Uno de los balnearios más emblemáticos del país que cuenta con más de 5.000 m2 de instalaciones y 80.000 m2 de jardines, y donde disfrutar de una experiencia realmente saludable.
Propuestas culturales en la Villa Medinense
El fin de semana da para mucho y también tendremos tiempo de disfrutar de las diferentes propuestas culturales que desde el Auditorio Municipal diseñan con mimo. Con una estética innovadora que contrasta radicalmente con la tradición constructiva castellana, el Auditorito, que alberga además la Escuela Municipal de Música así como exposiciones temporales, es el escenario perfecto para la celebración de espectáculos de teatro, danza, música, títeres… Puedes consultar toda la programación en:
Domingo abierto en Medina del Campo
Y como colofón a este espectacular fin de semana que Medina del Campo nos regala podemos disfrutar del Domingo Abierto. Primer municipio de Castilla y León que puso en marcha el Proyecto Centro Comercial Abierto con el objetivo de revitalizar y modernizar el comercio tradicional, convirtiendo de esta manera el casco histórico de la villa en una gran superficie comercial al aire libre.
El marco incomparable de la Plaza Mayor de la Hispanidad y sus calles aledañas dan forma a un espacio urbano lleno de vida abierto durante todos los domingos del año. Una buena oportunidad para realizar tus compras, especialmente muebles, no en vano, “Medina es la Ciudad del Mueble”, pero también los exquisitos productos gastronómicos tan característicos de esta tierra como el delicioso pan, fruto característico de la meseta y elaborado con masa madre, sus quesos artesanos y por supuesto, su afamada repostería. Y un singular edificio donde poder encontrar estos y otros deliciosos manjares son las Reales Carnicerías, mercado de abastos más antiguo de España, fue proyectado por los Reyes Católicos, construido bajo el reinado de Felipe II y destinado al reparto y abastecimiento de carnes.
La mañana del domingo avanza y trae consigo el siempre triste momento de la despedida. Han sido unos días de experiencias vividas, todas ellas enriquecedoras, pero no debemos dejarnos llevar por el desanimo y para alejarlo de nuestro pensamiento no hay nada mejor que disfrutar en cualquiera de los establecimientos que a nuestro paso encontremos de un delicioso y siempre fresco verdejo, acompañado de una sabrosa tapa.
Y ha llegado la hora de sentarnos a la mesa para disfrutar de los deliciosos platos que se cocinan en los fogones de los restaurantes, siempre elaborados con materias primas de primera calidad y con la sabiduría que dan los años de experiencia. El lechazo y el cochinillo asado en horno de leña son sus señas de identidad, sin olvidarnos de los platos de cuchara tan sabrosos, entrañables y recurrentes en los fríos días de los inviernos castellanos.
Una vez hemos dado buena cuenta de tan exquisitos manjares llega el momento de recordar todas las cosas buenas que nos ha regalado la villa medinense, para llegar a la sabia conclusión de que, sin duda alguna, pronto volveremos a Medina.