Las celebraciones de empresa, que marcan el pistoletazo de salida para inaugurar la temporada de turrones y villancicos, son una cita ineludible dentro del calendario corporativo. Como antesala de las vacaciones de Navidad, este tipo de celebraciones gastronómica son la ocasión perfecta no solo para pasar una velada agradable con los compañeros de trabajo en un ambiente diferente, sino también para mejorar la comunicación de empresa, mirar en retrospectiva cómo ha ido el año y reforzar el sentimiento de pertenencia a la organización.
Empezando a contagiarse ya del espíritu navideño, EL Hotel Dolce Sitges, de cinco estrellas, situado en una zona tranquila del parque natural del Garraf y con espectaculares vistas a Sitges y al mar, ha diseñado cinco menús, que amalgaman sabores nuevos y tradicionales
Noche de paz, noche de experiencias gastronómicas
Los menús Or, Incens y Mirra se componen de dos platos, postre y bebida, mientras que los menús Avet y Betlem añaden un tercer plato a la oferta. En la bodega, todos los menús incluyen Raimat Clamor Blanco (Chardonnay, Albariño, Sauvignon Blanc) D.O. Costers del Segre y Raimat Clamor Tinto (Cabernet, Sauvingnon, Tempranillo, Merlot, Syrah) D.O. Costers del Segre; y Codorniu Prima Vides Brut (Macabeo, Xarel.lo y Parellada) D.O. Cava
La escudella i carn d’olla es uno de los platos más característicos de la cocina catalana durante la época navideña, una propuesta presente en el menú Or, modernizada con la introducción de pelotas de setas y trufa. Este menú se completa con muslo de pularda relleno de frutos secos, salsa de vino Malvasía de Sitges y puré de calabaza.
Con las bajas temperaturas de finales de otoño e invierno, las cremas son guisos que siempre funcionan para entrar en calor y mantener el cuerpo con una agradable sensación de bienestar. El Menú Incens, ideal para los amantes de los boletus, incluye una crema de seta botón con galet de pasta relleno de mi-cuit de pato y aceite de trufa. Por su parte, el Menú Mirra propone una exquisita crema de boniato con vieira y crujiente de jamón ibérico.
De segundo, el Menú Incens presenta lubina asada con mahonesa de setas botón, patata panadera y crujiente de piñón, y el Menú Mirra se decanta por una opción de carne con espaldita de cabrito asada con parmentier de patata Ratte, seta botón y manzana Reineta.
Las propuestas más premium, el Menú Avet y el Menú Betlem, combinan pescado y carne de una manera creativa y con una ejecución magistral. El Menú Avet empieza con una sopa de pescado de roca con salmonete y cigala, seguido de un canelón de carrillera de ternera con queso Idiazábal y salsa de rustido, y se corona con una dorada con trinxat de patata violeta, col y seta botón. El Menú Betlem es, en cierto modo, el más contundente de todos: lo conforman un canelón asado con consomé de jamón ibérico, trompeta negra y verdura; un lomo de rape con crema de colmenilla, crujiente de oreja de cerdo y kale; y un carré de cordero con hierbas aromáticas relish de higo y aceituna de Kalamata.
Como a nadie le amarga un dulce, todos los menús ofrecen la posibilidad de tomar de postre un pastel corporativo con turrones, barquillos y delicias navideñas, o bien tronco de Navidad con crema de turrón y helado de mango (Menú Or); coulant de avellana tostada con cremoso de caramelo (Menú Incens); compota navideña con helado de turrón de Jijona (Menú Mirra); tarta de cacao al 70 % con castaña confitada (Menú Avet); y semi-esfera de cacao y fruta de la pasión (Menú Betlem).
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