Toledo bien merece una escapada, a menos de una hora de la capital se encuentra la Ciudad de las Tres Culturas –llamada así porque en ella convivieron cristianos, musulmanes y judíos-, donde dar un paseo por el río Tajo, conocer los subsuelos de la ciudad, recorrer sus murallas, disfrutar de su gastronomía… Toledo ofrece un sinfín de posibilidades para divertirse y pasar un día en familia.
Toledo fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1986
Su casco histórico es una de las muestras del porqué, siendo una visita obligada. Allí encontrarás curiosas visitas para perderte, como el Museo del Queso Manchego, producto típico de la zona. También es más que recomendable conocer la Catedral y después, al anochecer, subir al Mirador del Valle, para tener una visita panorámica de la ciudad.
Arte
Un punto imprescindible es visitar los Grecos del Museo de Santa Cruz, una de las pinacotecas más relevantes de España. Aquí podrás contemplar pinturas de la escuela toledana de los siglos XVI y XVII, con especial atención a El Greco y Luis Tristán.
Gastronomía
Esta ciudad tiene, además, una rica gastronomía: migas, sopa castellana, gachas, cochifrito… Platos exquisitos para degustar y empaparse gastronómicamente de esta cultura. Después, se puede ir a hacer una visita a la Judería para bajar la comida y trasladarnos a otro momento: la Edad Media.
Viñedo
Para terminar, un paseo por el viñedo de Bodegas Cartema y sus encinas centenarias -sello de la marca visible en cada una de sus botellas- te dará una visión de cómo consiguen su especial vino de autor, ya que la tierra, la temperatura, etc. dice mucho de cada caldo con el que maridamos nuestros platos. Adscrita a la Denominación de Origen Méntrida, Cartema ha apostado a lo largo de la última década por la elaboración de vinos que aúnan la calidad con el carácter autóctono, siendo su filosofía primar la calidad por delante de la cantidad. Un sitio perfecto para descubrir nuevos sabores y olores.