Se acerca el final del mes de julio y con él la Fiesta de Astures y Romanos de Astorga, en la provincia de León. Una vuelta al pasado que recrea los tiempos de la fundación de Astúrica Augusta y las encarnizadas guerras cántabras que se vivieron por todo el norte peninsular.
Nacidas en el año 1986 y declaradas de Interés Turístico Regional, es una de las veintiuna recreaciones históricas avaladas por la Asociación Española de Fiestas y Recreaciones Históricas. Del 26 al 29 de julio la capital de la comarca de la Maragatería congrega a más de 30.000 personas llegadas de todos los rincones del país para disfrutar de todas las actividades que desde la organización diseñan con especial mimo, convirtiéndola en uno de los grandes atractivos festivos de la comunidad de Castilla y León durante la época estival.
Pero más allá de las interesantes recreaciones históricas que durante estos días se celebran en la bimilenaria ciudad, esta fiesta tiene una importante vertiente didáctica y divulgativa con la que se muestra al visitante una parte del pasado de Astorga, así como las costumbres y modos de vida de los moradores de estas tierras en los albores de nuestra era. Y lo hacen a través de exposiciones, ciclos de ponencias como “Astúrica, cuna del oro y de la minería”; jornadas gastronómicas y las más vistosas y espectaculares recreaciones como la “munera gladiatoria”. Sin olvidarse de los más pequeños, para los que han programado una serie de talleres y actividades con los que pretenden iniciarlos en la aventura de la historia.
La vertiente más festiva de los Astures y Romanos lo encontramos en el resto de actividades que le dan forma. Empezando por el Campamento Astur-Romano situado en el Parque Melgar, un enclave privilegiado a los pies de la muralla y del Palacio Episcopal que escenifica lo que era la vida en un castro astur y nos invita pasear entre las “domus” de los patricios y las tiendas de las legiones de Roma. También es destacable el Circo Romano, origen de estas fiestas hace más de treinta años y donde se baten, con espíritu deportivo, una selección de los mejores guerreros y guerreras astures y los más avezados jóvenes romanos, mientras son jaleados desde las gradas por sus incondicionales, todo ello bajo la atenta mirada del César y del Caudillo tribal. Otra parada obligada durante estos días es el Mercado Astur-Romano, en el que es posible adquirir productos de artesanía, disfrutar con las variadas ambientaciones musicales, con los fastuosos desfiles y con las representaciones teatrales.
Toda esta febril actividad se completa con el desfile de Tribus Astures, Legiones y Cívitas Romanas por las calles de la ciudad y el posterior Recibimiento del César en la Plaza Mayor; la Noche de Druidas, la Iniciación de los Guerreros, la Magnanimidad del César, la Cena Romana, el Desfile de Honor a los vencedores del Circo y el Entierro del héroe Astur, por citar solo una parte de las muchas propuestas que durante estos días se llevarán a cabo.