A Ámsterdam se puede llegar desde España en apenas dos horas y media en avión. Si no hay ningún tipo de prisa y lo que se prefiere es disfrutar del camino en sí las opciones del tren o del coche también son plausibles. Es difícil concretar los motivos por los que ir hasta la capital de Holanda ya que son muchos y muy distintos. Podemos hablar de su singular Barrio Rojo, de los placenteros viajes en bicicleta o por sus canales, del Museo Van Gogh, de su exquisita gastronomía (donde no pueden faltar los quesos) o de su famoso parque Vondelpark. Sea como fuera quienes ya lo tengan como su próximo destino habrán acertado y esto es lo que deberían tener en cuenta.
Dónde comer en Ámsterdam. Sabemos que hay muchos que siempre se quedan con la frase de que 'como en España no se come en ningún sitio' y, en esto, para gustos, colores pero ya que se viaja al extranjero qué menos que saber qué se cuece por allí y probar alguna de sus especialidades.
En este caso, de lo más típico es el Rijsttafel (comida hecha a base de arroz con carne y alguna legumbre), las Bitterballen (que se asemejan un poco a las croquetas pero más redondas y que se toman a modo de aperitivo) o sus quesos. Como los lugares a los que uno puede acudir son muchos, he aquí algunas recomendaciones de restaurantes que, de verdad, sirven sus platos más famosos de acuerdo a sus recetas tradicionales: El Restaurant Floreyn, The Pantry o Silveren Spiegel. En cualquier caso, en esto será más bien cuestión de ir probando y dejarse aconsejar por los mismos lugareños.
Qué ver en Ámsterdam. Básicamente todo lo que se pueda en el tiempo que se vaya a estar allí porque lo que empezó siendo un pueblo pesquero ha crecido enormemente y tiene encantos en casi todos los rincones. Por supuesto, hay que pasarse por el Barrio Rojo, por el Barrio Judío, por el mercado de las flores, por la iglesia Westerkerk y subir a su torre para apreciar las vistas o darse algún paseo por sus canales y entrar en alguna de sus casas flotantes. En Ámsterdam se respira paz y tranquilidad y hasta los lugares más comunes que se pueden ver en otras ciudades (como puede ser un zoo) tienen un toque especial. Los aficionados de la bici no pueden dejar de montarse en una de ellas y dejarse llevar. Los que no mejor andar con precaución porque las mismas suelen tener preferencia e ir bastante rápido.
Cómo moverse en Ámsterdam. Como ya dijimos la bicicleta puede ser la gran aliada sino el ir andando tampoco está mal y, de hecho, hay unas cuantas zonas por las que es preferible para no perderse nada. A disposición de los turistas también están los autobuses (también unos específicos para los mismos), el metro, el tranvía o los taxis. Una vez que se esté allí se podrá ver que las distancias son bastante asequibles y, si el tiempo acompaña, mejor estar en el exterior.