47 Ronin es el proyecto más personal del joven empresario y cocinero Borja Gracia, un entusiasta de la cultura nipona, que se formó con cocineros japoneses en Nueva York y Japón y que ha querido trasladar a este elegante comedor los productos, las recetas y las tradiciones más arraigadas del país del sol naciente desde un prisma de autor. Bajo esa filosofía, la de transportar al comensal a la diversidad de paisajes de Japón a través de su rica y variada gastronomía y de una ambientación absolutamente zen, Gracia inaugura ahora una coqueta terraza de verano a pie de calle que se presenta como un oasis de serenidad en plena urbe.
Ubicada en la calle Jorge Juan, en el corazón del barrio de Salamanca, y decorada con flores y plantas de bambú, la terraza de 47 Ronin es un elegante espacio ideal para refugiarse de las altas temperaturas. En ella funciona una carta distinta a la del restaurante (donde destaca el nuevo menú degustación Monogatari, un recorrido sensorial por las distintas islas del archipiélago japonés) en la que se ha apostado por platos más frescos, desenfadados y aptos para compartir. Como entrantes se puede optar, por ejemplo, por la mariscada japonesa -una gran fuente con todo tipo de mariscos y crustáceos servidos sobre hielo pilé y acompañados con distintos aderezos japoneses-, la degustación del atún rojo –compuesta por tres elaboraciones con las tres partes principales del atún: akami, chutoro y toro- o la carne de wagyu, que se presenta en pequeñas parrillas para que el cliente pueda terminarla en mesa al punto deseado. Entre los distintos cortes de res japonesa que se ofrecen sobresale el de vaca de Hida, criada en los campos de la verde y montañosa prefectura de Gifu. Una carne aún por descubrir en nuestro país pero que rivaliza en calidad y sabor con las ya conocidas de Kobe o Matsuzaka.
Como platos principales destacan propuestas de temporada sabrosas y ligeras como el lenguado con espárrago verde y beurre blanc de algas, el chawanmushi de carabinero o los guisantes con cangrejo real y salsa de tofu y brotes de pino. Y para terminar, mucha fruta de estación en distintas texturas y en deliciosos postres de autor como el Hanami, a base de fresas frescas, yogurt, albahaca, té de manzana verde y té blanco al jazmín aromatizado con pepino, apio, menta y pistacho.