Elena Navares, Senior Business Development en Smartvel participó en el Barcelona Tourism Summit, el hub de innovación del sector turístico, donde se ha puesto de relieve el impacto de la tecnología y el cambio en los hábitos de consumo que ha propiciado la transformación digital del sector.
Navares explicó a la audiencia del evento el caso de éxito de Smartvel con la ciudad de Buenos Aires, uno de los clientes de esta startup española, que desarrolla la “agenda viva” de más de 200 destinos con contenidos dinámicos que enriquecen la experiencia de sus usuarios con información útil, atractiva y relavante.
La web de la ciudad que acoge la “agenda viva” de Smartvel tiene una audiencia mensual de 9 millones de usuarios. El nuevo equipo gestor del turismo de Buenos Aires quería mejorar la experiencia de los visitantes con una solución online que estuviera disponible en varios idiomas y unificara una información que se mantenía desagregada en diferentes canales públicos y privados.
Smartvel respondió al reto de la corporación municipal con una solución tecnológica basada en big data e inteligencia artificial que permite enriquecer la experiencia de sus usuarios con un contenido útil, atractivo y relevante que es compatible con otras capas de contenidos.
En definitiva, una solución a medida que mejora la comunicación de la ciudad con sus visitantes y atrae nuevos consumidores en la fase de inspiración.
La tecnología de Smartvel es capaz de agregar el contenido desestructurado de la red y convertirlo en una solución de contenidos ordenados que incorporan la agenda viva de las ciudades (conciertos, cines, competiciones deportivas, congresos, etc.) y los contenidos estáticos (museos, restaurantes o edificios representativos, entre otros).El resultado es una agenda permanentemente actualizada sobre lo que ocurre en el lugar de destino.
El proyecto de Smartvel arrancó en 2013 y durante dos años todos los recursos se dedicaron a desarrollar una tecnología propia y novedosa que contribuyera a la agregación de contenidos verticales, útiles y coherentes de manera automática con un objetivo bien definido: ofrecer un producto que añadiera valor en la relación de las empresas con sus clientes. Durante esta etapa, una decena de ingenieros trabajaron en la consecución de un producto mínimo viable que vio la luz en 2015.
El proyecto en el que participan La Caixa y Alsa, ha contado también con la financiación de Seggitur.