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La mujer protagonista del cartel de la Feria del Libro de Madrid 2018
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La mujer protagonista del cartel de la Feria del Libro de Madrid 2018

martes 17 de abril de 2018, 11:27h

El primer dibujo es un lirio, homenaje a los Hombres que cantan nanas al amanecer y comen cebolla de Sara Herrera Peralta: la mujer protagonista (que también es escritora, la nigeriana Chimamanda Ngozi) vomita lirios al igual que la andaluza los vomita en uno de sus poemas. Y con los lirios y la tinta china empiezo a tejer, como Louise Bourgeois, en blancos y amarillos, una trama que cubre la cabeza de la nigeriana. Las alusiones a la tierra y a la vida del Cuaderno de campo de María Sánchez dibujan esa cabeza de vaca que asoma por la izquierda (pero podrían haber dibujado espigas, placentas de vaca o pájaros). Las manos arrugadas de debajo del animal nos llevan hasta el trabajo de Sofía Castañón son las manos de su abuela. Las manos de bebé son las de Luna Miguel, que se han frotado fuerte con agua después de masturbarse. El cuervo sale volando de un poema de Elena Medel. Un gorrión lo hace de uno de Emily Dickinson. Leemos a mujeres y nos encontramos con piedras (Luci Romero), almejas (Anne Sexton), gárgolas (Míriam Cano), orquídeas (Rossetti) o casas vacías y silenciosas (Anna Ajmatova). Hay mujeres que mientras escriben sienten que son un volcán (Estel Solé), y otras que, como los tulipanes, se adaptan como mejor pueden a los acontecimientos que les depara la vida (María Leach). Gabriela Mistral canta a los montes y los ríos de Chile, y Violeta Parra lo hace a la vida y a todo lo que esta le ha dado. Faltan muchas. Pero con su trabajo dan voz a todas.

Así lo explica Paula Bonet, la autora del cartel anunciador de la 77 edición de la Feria del Libro de Madrid, que se celebrará en el Retiro desde el 25 de mayo al 10 de junio, en la presentación que ha tenido lugar en la Casa de la Panadería de la Plaza Mayor, donde además ha estado el director de la Feria, Manuel Gil, que ha recalcado que el citado cartel : “Es un homenaje a las mujeres escritoras, y por añadidura lectoras, que sintoniza perfectamente con la propia identidad de la Feria y que constituye un objeto artístico de extraordinario valor”…

Es una ilustración realizada en aguafuerte, una técnica que requiere tiempo y paciencia para “huir de la inmediatez a la que estamos obligados actualmente”, según su autora.

Paula Bonet ha comentado que: “Hay muchas mujeres que en el que momento en el que se imprimen los libros de texto son borradas. Intento con este cartel hablar de cómo la mujer debe dejar de ser objeto, tiene que empezar a narrarse y para ser sujeto. No sólo lo masculino es universal, sino que lo femenino es también universal

Con esta artista gráfica, nacida en Villareal, hemos mantenido una breve conversación, tras el acto de presentación…

¿Fue ese cartel tu primera idea?

No, aunque de hecho la primera idea sí que contemplaba esta trama, el tejer, algo que, aparentemente, en un primer momento fuera abstracto, pero que cuando capta la atención del espectador, éste empieza a ver que no hay abstracción, sino que es un conjunto de imágenes que hacen referencia a textos. Pero para la primera idea empecé a buscar referentes, primero con los míos propios, intentando contener una novela que me hubiera gustado mucho en una imagen, y una vez con mi listado de novelas contenido y resumidos en imágenes, pedí a gente de mi entorno que me resumieran la suya en una imagen, y lo que me encontré fue que el grueso de aquel listado era firmado por hombres y entonces vi, lo que sucede siempre, que nosotras no estamos representadas, que normalmente aparecemos en la trama, narrada por un hombre, y el personaje principal suele ser un hombre que necesita de nosotras, para enamorarse, para que lo cuide, para una relación sexual, y luego, cuando el personaje principal es una mujer y el escritor es un hombre, estamos siendo narradas por un hombre, por eso quise darle la vuelta y quise volver a un lugar en el que me encontré hace pocos años, lamentablemente, me hubiera gustado haberlo hecho muchos años antes, en el que me di cuenta que mis referentes, básicamente, eran hombres y, como es lógico, los sigo respetando y valorando, pero quiero que se sumen a esos las voces de todos los referentes femeninos que no han aparecido en los libros de texto del colegio, ni del instituto, ni en los de la universidad…

La literatura femenina es la gran desconocida.

Sí, y en todas las artes en general. Hace poco estuve en Valencia en un programa de televisión que también tenía perspectivas de género y me invitaron para que hablara de Manuela Ballester. Yo con 36 años no sabía quién era, y fue una mujer que 70 años antes vivió en mi barrio, era pintora, dibujante, grabadora, activista, publicó una revista republicana y feminista, estudió en la misma escuela que yo, tenía el taller donde lo tuve, y no sabía que esta mujer había existido. Después me enteré de que la era la mujer de Josep Renau, un cartelista valenciano, y es que normalmente, a la mujer se la llama por lo que tiene al lado, se las llama la mujer de… como en este caso, a la actriz maravillosa se dice que la ha descubierto el productor tal o el director cual, o a la atleta fantástica porque la ha entrenado el entrenador… De aquí surge el giro en el cartel. Esta necesidad de nombrarnos nosotras a nosotras.

¿Qué te hubiera gustado añadir al cartel? ¿Qué le falta?

Es que sería un cartel interminable. Me hubiera gustado contener a todas las mujeres autoras de la historia de la humanidad, pero es imposible, primero porque son las grandes desconocidas a pesar de creer que ahora tenemos conocimientos de muchas de ellas, seguramente el conocimiento que tengo es algo irrisorio, el problema es de una magnitud desproporcionada.

¿Y que supone para una autora como eres tú hacer el cartel de la Feria del Libro?

Supone un gran honor, y estoy muy agradecida de que hayan confiado en mi trabajo porque cuando me llegó la propuesta me ilusioné muchísimo, me dio mucha alegría, me pareció un regalo gigantesco, pero al mismo tiempo es una gran responsabilidad. Es un trabajo que he abordado con muchísimo respeto.

¿Cuánto tiempo has tardado en realizar este proyecto?

El cartel me lo encargaron antes del verano… desde la primavera pasada, y desde entonces ha estado dando vueltas a la idea, después cuando me puse con ello me pareció que era imposible y que mi idea daría para un mural, para un formato mucho más grande, pero quise ser fiel al impulso inicial y hasta que no conseguí la imagen que quería no paré.

¿Contenta con el resultado?

Sí, muy contenta.

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