Silvia Marty saltó a la fama con “Un paso adelante”, una serie mítica de la televisión…
Formó parte del grupo UPA Dance, junto a Pablo Puyol, Miguel Ángel Muñoz, Beatriz Luengo y Mónica Cruz…
Hicieron giras multitudinarias y vendieron miles de discos…
Del teatro me gusta mucho el contacto directo con el público
Pero Silvia Marty siguió con su carrera por otros derroteros y no quiso quedarse encasillada como Ingrid, la pelirroja pecosa de UPA…
Ahora se sube a las tablas del Teatro Marquina, junto a David Janer (Águila Roja), con la obra “Una vez al año”, de Bernard Slade, adaptada y dirigida por Héctor Claramunt.
Con Silvia pudimos hablar en los días previos al estreno y entre ensayo y ensayo…
¿Cuántos pasos adelante has dado desde que hiciste aquella serie?
Unos cuantos… he dado pasos hacia adelante, he dado pasos hacia atrás, para un lado… he dado pasos en todas las direcciones. – Nos contesta entre risas.
Aunque no sea muy conocida en esa faceta, pero es una actriz habitual del teatro, en donde ha realizado numerosas incursiones…
Hace unos años estuve en Madrid, con la obra “Al menos no es Navidad”, con Amparo Soler Leal y Asunción Balaguer, hicimos temporada en Madrid y luego una gira espectacular, y que te voy a decir de lo que supone trabajar con esas dos monstruas.También he hecho un Chejov, “Tres hermanas”, dirigida por Raúl Tejón, con Ana Fernández, Carles Francino, Fernando Albizu… He hecho un Mamet, “Speed de Plow”, que también vinimos a Madrid. Estas son algunas de las obras que he interpretado.
Una vez al año es una comedia romántica que pasa por varias etapas generacionales
Silvia lo mismo se embarca en cine, en teatro o en televisión…
¿Qué es lo mejor para ti, lo que más te gusta?
Lo que sea, pero tiene que ver como sea el proyecto. Me gusta mucho el audiovisual que creo que no tiene nada que ver el teatro, son dos maneras de enfocar el trabajo de forma totalmente distinta. En el audiovisual hay un componente técnico que hace que estés más concentrado para la cámara, y me gusta mucho trabajar con un gran equipo, técnicos, montaje… donde el trabajo no solo depende de uno, y esa parte, tanto cine como televisión, me gusta mucho, lo que es el trabajo con el resto del equipo y el hecho de trabajar para cámara. Y de teatro me gusta el proceso de tener un tiempo más largo de ensayos y el contacto directo con el público.
Eso te iba a decir, en el teatro tienes al público enfrente y puedes ver la reacción y en el cine una vez que terminas la película, a esperar a ver qué pasa…
Eso es, y esa inmediatez que te da el teatro… por otro lado a mi me pasa y creo que me seguirá pasando de por vida que me pongo…
Los nervios del estreno o siempre.
En el estreno es evidente y luego depende…
¿Es distinta cada función, aunque sea la misma obra?
Si, sí. Porque no depende solo de ti, depende del otro también, de cómo nos miramos, nunca es del mismo modo, no es posible…
Además, cada día tienes un ánimo distinto…
No, eso no, porque ya no depende solo de ti, porque una cosa eres tú y otra cosa lo que está contando el personaje, aunque tengas un día catastrófico si tienes que hacer un personaje que es hipervitalista y está feliz de la vida, no puedes contagiarle el día chungo que acabas de tener…
Vais a estrenar “Una vez al año”, ¿cómo la definirías?
Una comedia romántica que pasa por varias etapas generacionales.
Una vez al año, se puede vivir así ¿cómo lo ves?
No lo sé, aunque me gusta mucho el hecho de que tengan su vida y compartan su pequeño momento una vez al año.
Si te lo tuvieras que plantear, porque es una vez al año, pero supone una infidelidad.
Así es. Ahí entramos en cuestiones morales. Venimos de un sitio donde, por mucho que uno sea cristiano o no, a nivel social y en España hay una base muy judeocristiana, y el sentido de culpa aquí no es el mismo que en otros países donde no pesa tanto…
La obra original era en Estados Unidos y se veía de otra manera…
No, en Estados Unidos son más puristas y conservadores, allí esta obra sería tremenda, y además es de los 70, en ese momento la infidelidad allí no estaba ni contemplada, creo que la moral es algo muy personal y en el momento en que te metes es complicado y seguramente sería complicado y con la infidelidad, no sé qué haría… además hay muchas cosas más que plantearse y creo que es lo que les pasa a estos personajes, y es que de repente cada uno tiene su parte de, digamos, culpa, pero la cuestión es cómo manejar la culpa, porque nos pasan cosas y sentimos cosas y entramos con conflicto con miles de cosas, y la cuestión es como manejamos esa culpa, y saber por qué hacen esos dos personajes lo que hacen…
¿Por qué lo hacen?
Porque en ese momento hacen un pacto, no un pacto escrito, pero un pacto de decir vamos a venir aquí… la época también ayuda, porque no había redes sociales ni había… eso ayuda muchísimo porque existía anonimato y no tenías la tentación, como ahora, que puedes saber lo que está haciendo Pepito o el cura, eso ayuda, y ellos hacen ese pacto, pero van a sufrir como todo ser humano que se plantea las cosas, porque también se plantean cosas y van a sufrir con su parte de culpa… la cuestión es compensa o no compensa, apuestas o no merece la pena…
Tú eres Pilar en la obra, ¿cómo es esa persona?
Pilar es una chica que empieza la función cuando es muy jovencita. Ella quiere mucho a su marido, pero se casa porque se queda embarazada. Eso le obliga a dejar los estudios. Es una chica creyente y se dedica a cuidar a los niños y su familia. Después hay una evolución que tiene mucho que ver con la que ha ido teniendo la mujer a lo largo de estas décadas que recorremos...
Interpretar a Pilar de joven te hace obviar la parte de ti como persona y simplemente centrarte en ese personaje impulsivo
¿Qué es más difícil de interpretar para ti, la Pilar joven o la Pilar más mayor?, porque van pasando años y la manera de pensar también evoluciona…
Para mí el principio, porque ella es muy impulsiva, no pasa por lo racional, es de impulso, no es que esté loca, es de esas personas que hablan más de lo que piensan, en parte porque se mueve por instinto.Interpretar esa parte te hace obviar la parte de ti como persona y simplemente centrarte en ese personaje, por donde está transitando, porque luego ya va a algo más cercano…
Porque ellos crean un vínculo un tanto especial, según creo, y la relación es como de otra familia, al margen de la suya, pero una relación familiar…
Sí, ellos se van contando cosas de sus parejas, de hecho, a mí una cosa que me gusta mucho es que mi personaje seguramente sería muy amiga de la mujer de él porque la admira mucho y entiende las bromas que le hace a él, entiende como vive… porque ellos cuando se ven no anulan a sus parejas, las incluyen…
¿Qué esperas del público?
No lo sé, espero que se lo pasen bien, que disfruten mucho y que se queden con lo que les toca el corazón, como me pasó a mí cuando leí la obra, porque es muy humano todo, porque al final todos necesitamos lo mismo que es tener un espacio para ti, para que alguien te comprenda un rato y que te deje de comprender a veces, pero que esté ahí.Y como la obra transcurrepor distintas décadas, eso hará que el espectador recuerde acontecimientos y cómo él estaba en esas épocas.
Y posibilidades de gira.
A priori sí, en principio estamos tres meses aquí y luego…
¿Qué tal la relación con tu pareja, aunque sea una vez al año?
Muy bien, lo maravilloso es que no nos conocíamos, pero Héctor si nos conocía a los dos, y creo que él ha sido como ese punto de unión porque nos conocía desde hace muchos años, por separado y Héctor, en algún momento, pensó que nos podríamos entendery aunque somos muy distintos nos entendemos muy fácil, ha sido una delicia trabajar con David.
Tienes tiempo para otros proyectos…
Ahora no, acabo de terminar una obra y estoy las veinticuatro horas del día con esta obra, los ensayos y deseando estrenar ya, pero también te puedo decir que estoy a la espera de saber si habrá nueva temporada para televisión de “Perdóname Señor”.
Si (
No(
